III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-13948)
Resolución de 21 de febrero de 2023, de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo, por la que se incoa expediente para la declaración de los oficios y saberes relacionados con el bote de vela latina y la práctica de su navegación en la ría del Eo, como bien de interés cultural de carácter inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 139

Lunes 12 de junio de 2023

Sec. III. Pág. 83631

y minimiza los riesgos de accidente, pero permite, una vez levantada, la navegación con
poco fondo.
A lo largo del siglo XX, la llegada de las motorizaciones de fuel para la pesca de
bajura fue relegando al interior de la ría el uso preferencial de los botes de vela y, a la
par, el desarrollo de las primeras regatas supuso nuevos cambios en la arboladura y el
diseño de los mismos. Los botes que pasaron a tener un empleo principalmente
recreativo, aumentaron en superficie vélica para ganar velocidad en detrimento de la
estabilidad y sencillez en el gobierno que primaba en los botes empleados aún para el
transporte o la actividad pesquera. Así mismo las velas tradicionales confeccionadas con
paño fueron siendo sustituidas por materiales sintéticos. Para su uso actual como
embarcación de recreo se han sustituido otros pequeños elementos como son los cabos,
que tradicionalmente eran de pita o cáñamo. La verga, generalmente realizada de una
pieza en madera, la podemos encontrar en algunas embarcaciones de reciente
construcción, elaborada en fibra de vidrio. Así mismo muchos botes montan hoy un
pequeño motor auxiliar fueraborda que permite su navegación por la ría cuando no hay
viento, sin necesidad de recurrir al penoso empleo de los remos.
2.2

El bote de vela latina. Proceso constructivo.

– La determinación de las características del bote. Normalmente el carpintero tiene
sus modelos de bote que en este caso diferencia por su eslora (aproximadamente 5,20,
5,45 o 5,60 metros) y dispone de las plantillas de las cuadernas y la estampa que
permiten dar la forma al bote (la eslora como dimensión básica).
– La selección de la madera.
– La colocación de la quilla sobre calzos previamente anclados y de la roda y el
codaste.
– La colocación de la cuaderna maestra sobre la quilla y en la medianía de la eslora
y de las cuadernas llamadas tercio de proa (entre la maestra y la roda) y de popa (entre
la maestra y la popa). La colocación de la estampa de popa.
– La colocación de las vágaras para ir dando forma al bote mediante esta especie de
molde de las formas, en base al cual se diseñan las cuadernas restantes o se parte de
las plantillas de un bote igual al ya construido.
– El forrado o banceado desde la borda hasta la línea de flotación.
– La colocación de vagras o durmientes, baos, bancadas y tillas de proa y popa al
mismo tiempo que se van colocando los herrajes de acero inoxidable (plataforma del
puño de amura, zuncho y carlinga del palo, pletina para afirmado de los obenques del
palo, herrajes del timón sobre la estampa).
– El tumbado del bote y el banceado por ambos costados desde la quilla hasta la
línea de flotación.
– El cepillado, lijado, calafateado y pintado del bote.

cve: BOE-A-2023-13948
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Hablar de construcción naval de madera es sinónimo de carpintería de ribera. La
carpintería de ribera puede considerarse un oficio tradicional de elevado rigor técnico en
el que el aprendizaje y la transmisión de conocimientos son puramente empíricos, de tal
modo que resulta necesario dedicar unos años de práctica para adquirir la destreza que
se precisa para realizar una construcción de calidad.
Se trata de un oficio de capital importancia histórica que se batió en retirada ante los
astilleros de grada en el siglo XIX y se refugió en las embarcaciones ligeras. En los
últimos años, la proliferación de la fibra de vidrio y la construcción en metal (hierro,
acero, aluminio) hace que la mayor parte de pequeñas embarcaciones de recreo y de
profesionales se fabriquen con estos materiales.
La construcción de un bote de vela latina de la ría del Eo aún se realiza con las
tecnologías propias del oficio de carpintero de ribera. Las fases en las que se subdivide
de un modo secuencial su construcción son las siguientes: