III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-13948)
Resolución de 21 de febrero de 2023, de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo, por la que se incoa expediente para la declaración de los oficios y saberes relacionados con el bote de vela latina y la práctica de su navegación en la ría del Eo, como bien de interés cultural de carácter inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 139

Lunes 12 de junio de 2023

Sec. III. Pág. 83630

ANEXO I
Descripción de los oficios y saberes relacionados con el bote de vela latina y la
práctica de su navegación en la ría del Eo
Descripción basada en la memoria técnica e histórica que obra en el expediente del
Servicio de Patrimonio Cultural relativo a esta propuesta de protección patrimonial,
elaborada por la historiadora del arte Laura Mateo Piñeirúa y que se extracta a
continuación
1.

Identificación de la manifestación cultural inmaterial

El bote de vela latina de la ría del Eo surge como respuesta a unas condiciones
históricas que dan lugar a una manifestación singular en la actualidad: la única
navegación a vela latina que sobrevive en el Cantábrico, con su transmisión de saberes
a través de la comunidad local, y el desarrollo de una artesanía destinada a la
construcción y mantenimiento de los botes, con el único astillero vigente en el área
cantábrica dedicado a estas embarcaciones.
2.
2.1

El bote de vela latina de la ría del Eo y sus oficios y saberes relacionados
Origen y evolución del bote de vela.

Poco se conoce, en realidad, sobre las embarcaciones ligeras empleadas en la
cuenca de Eo hasta la Edad Media. Ya en ella podemos hablar de una adaptación
geográfica y funcional con la aparición de diversas tipologías de pequeñas
embarcaciones: Trincados, barlotes, barcolongos, traiñones, lanchas y botes o lanchas
de relinga, pudiendo encontrar variantes en su denominación según la zona. Se trata en
todos los casos de embarcaciones de modestas dimensiones, con aparejos sencillos con
velas al trinque o de relinga, y aptas para la propulsión a remo, que se empleaban para
la pesca o el marisqueo y el transporte de pequeñas cargas.
Es a partir del siglo XVIII cuando podemos encontrarnos con dos tipos de
embarcaciones ligeras adaptadas para estas tareas y diferenciadas en la cuenca del Eo:

Las convulsiones políticas y las guerras a caballo entre el siglo XVIII y el XIX
supusieron un freno a la actividad de los astilleros locales. La recuperación ya no fue
completa. Los cambios operados a mediados de siglo supusieron el ocaso de la
construcción naval para la marina mercante, pero no así para la construcción de
embarcaciones ligeras por el aumento de la demanda del consumo de pescado.
Es a mediados de siglo, cuando culmina la evolución que da origen a una
embarcación de propulsión mixta, remo y vela, con aparejo de vela latina y popa en
espejo de unos cuatro metros de eslora, cuya versatilidad y adaptación al medio le
permite ser competitivo en la explotación de los recursos del estuario, donde los vapores
por su calado no pueden faenar ni las traineras tender artes de cerco por la configuración
de los canales. A partir de 1850, con la llegada de embarcaciones propulsadas a vapor el
escenario de la ría cambia notablemente. La villa de Ribadeo se convierte en puerto de
referencia comercial especializándose en embarcaciones mercantes de gran calado,
mientras que Figueras y La Linera mantienen sus astilleros de carpintería de ribera,
manteniendo la construcción de pequeño calado propulsado a vela.
A finales del siglo XIX, el bote comienza a experimentar algunos pequeños cambios
como el aumento de eslora, que se estira hasta los seis metros, introduciendo, por
razones de estabilidad y náuticas, una orza central que ayuda a la navegación en ceñida

cve: BOE-A-2023-13948
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– El barlote. Embarcación de 9 m de eslora y 2-3 m de manga, con un único palo de
vela latina.
– Las lanchas. De menor tamaño que el barlote, con un plano igual en proa que en
popa y generalmente propulsadas con vela latina.