III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-13947)
Resolución de 11 de enero de 2023, de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo, por la que se incoa expediente para la declaración de la cultura del azabache, como bien de interés cultural de carácter inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 12 de junio de 2023

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probablemente llevados por los propios emigrantes en su viaje o consecuencia de
encargos concretos.
Aunque en determinados estados nacientes esas remesas se suspenden, en otras
áreas pervivió la costumbre de este consumo y se ha documentado hasta la década
de 1970 en el caso concreto de Florida (EE.UU). Durante la primera mitad del s. XX, las
exportaciones se dirigían sobremanera a Cuba, que fue el centro principal de recepción
de azabaches españoles, aunque también a México y Brasil; cuando Fidel Castro llega al
poder, esos envíos se derivan a Florida (Tampa, fundamentalmente, donde se remitían
mensualmente 20.000 bolas facetadas y unas 3.500 ciguas, porque se documenta un
gusto arraigado por ese amuleto en la colonia cubana allí establecida) pero también
hacia comerciantes mayoristas de Nueva York y Los Ángeles, así como Veracruz en
México. Fue José María Núñez Pérez, azabachero de tradición familiar y exportador
desde la marina maliaya, ese último agente de esta larga tradición.
Como hipótesis, planteamos que quizás el interés por este producto en Cuba
también pueda relacionarse con la existencia y aprecio del propio coral negro, de
aspecto similar al azabache, con un tono oscuro y acabado brillante. Es éste un producto
conocido ya en la antigüedad (en ese tiempo, por las existencias en el Mar Rojo), al que
se le atribuyen propiedades mágicas y medicinales (como amuleto para el mal de ojo,
por ejemplo, o por su carácter afrodisíaco): es una especie animal que crece en colonias,
destacando la playa de María La Gorda, en la península de Guahanacabibes, en el
extremo occidental de la provincia de Pinar del Río. Se trabaja y comercializa de manera
regulada desde hace unas décadas, pero su reputación viene de antiguo.
La decadencia y desaparición de este envío desde Asturias se debe no a la falta de
demanda, sino a la escasez de buena materia prima y la disminución del número de
artesanos: de hecho, se ha venido supliendo con otros mal llamados azabaches de otra
procedencia (como la venezolana, por ejemplo). Se documentan en todo el continente
americano, en distintos contextos arqueológicos y colecciones de museos (como la
Hispanic Society), con elementos de gran interés al caso asturiano en San Agustín de La
Florida y Santa Elena en Carolina del Sur, ambas vinculadas a Pedro Menéndez de Avilés,
la misión de San Luis en Florida o el pecio del galeón Conde de Tolosa, hundido en 1724,
conservado en el Museo Naval de las Reales Atarazanas en República Dominicana.
3.3 El comercio con Inglaterra. El azabache de Asturias fue muy apreciado en las
islas británicas ya desde antiguo, constatándose relaciones de diversa índole entre
ambos territorios y, desde luego, este comercio, en época ya contemporánea, constituye
quizás el fenómeno más determinante para la actividad extractiva de esta gema en los
yacimientos asturianos, con efectos que han llegado a nuestros días.
Debe referirse, como antecedente relevante al caso, la mención que el culto viajero
Joseph Townsend, clérigo, realiza en 1786 sobre la presencia de este producto en la
región. La relevancia se desprende de su nacionalidad, británica, así como del hecho de
que fuera un hombre ilustrado, con unos sólidos conocimientos en geología que le
hicieron proclive a la observación de cuestiones relevantes de petrografía, paleontología,
mineralogía (a la que adscribiríamos su abordaje del azabache) y otros. En su trabajo
menciona específicamente los yacimientos de ámbar y de azabache, teorizando (algo
confusamente) sobre su origen.
Nos interesa mencionar, de manera más detallada, las inversiones hechas en
nuestro sector minero por emprendedores de esa procedencia a lo largo de un siglo, así
como su rol en la exportación de materia prima que han sido estudiadas desde la esfera
empresarial y económica: es decir, desde la perspectiva de la relevancia histórica y por
sus ecos en el presente del sector, porque la actividad minera a mayor escala en Oles se
vincula a este período y porque la amplificación del aprecio por el azabache en nuevos
grupos sociales y nuevas áreas geográficas tiene que ver con este período y destino.
Hubo capital inglés en el laboreo, pero también intervención de estos hombres de
negocios como agentes de exportación: se trataba de integrar ambas actividades,
aminorar gastos y aprovechar sus contactos para obtener el mejor resultado posible. En
este caso, se aprecia exclusivamente la materia prima en bruto y se menosprecia el

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