I. Disposiciones generales. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LAS ILLES BALEARS. Prestaciones sociales. (BOE-A-2023-13761)
Ley 4/2023, de 27 de febrero, de prestaciones sociales de carácter económico de las Illes Balears.
40 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Sábado 10 de junio de 2023
Sec. I. Pág. 82694
Si una parte importante de la población ha experimentado dificultades económicas
temporales, las personas en situación de vulnerabilidad han visto aumentar su riesgo de
cronificación y pobreza.
Analizando el impacto que ha tenido la pandemia en la situación social de las
personas y los hogares españoles, el «Informe FOESSA 2022. Consecuencias de la
Covid-19 en España», pone de manifiesto que la crisis de 2020 ha presentado unas
características muy especiales respecto a otras crisis anteriores y, en concreto, respecto
a la de 2008-2013: por su origen externo al sistema económico, por los sectores que han
resultado más afectados (turismo, comercio, actividades culturales…) y por una
reducción de actividad económica sin precedentes desde la Guerra Civil (con una caída
del 10,8 % del PIB) que, en buena medida, se ha debido a la decisión de restringir gran
parte de la actividad para combatir la pandemia.
En el caso de las Illes Balears, la vulnerabilidad de una economía muy dependiente del
turismo ha dejado al descubierto la fragilidad de la principal fuente de ingresos de los
hogares en las Illes, que son las rentas del trabajo, ampliando las diferencias en las
remuneraciones de los trabajadores de distinta calificación. La caída de la actividad
económica ha mostrado visiblemente la inestabilidad de las rentas de las personas que
acceden al mercado de trabajo sin contrato formal o de muy corta duración, con bajos
salarios y acceso limitado a las prestaciones sociales, que hacen que una proporción
elevada de personas trabajadoras viva al día, con grandes dificultades frente a gastos
imprevistos y con graves problemas para atender los gastos relacionados con la vivienda.
Además, las consecuencias de la pandemia en el sistema mundial de producción y
distribución de materias primas, energía y bienes manufacturados, han supuesto un
incremento de la inflación a nivel mundial que no se había visto en décadas. De acuerdo
a los datos del INE, la variación interanual del IPC en las Illes Balears ha pasado desde
el 1,0 % del mes de diciembre de 2019 respecto al mismo mes de 2018, hasta el 6,5 %
de diciembre de 2021. El incremento inflacionario, derivado de los precios energéticos y
de las restricciones del transporte internacional de productos básicos, supone un
empobrecimiento real e intenso acumulado al manifestado durante la pandemia.
El resultado es que la crisis social y económica ha hecho aumentar la diferencia
entre la población con mayor riqueza y la población más afectada por la pobreza en las
Illes Balears, y la pandemia ha tenido un impacto indudable sobre esta desigualdad.
Aunque el PIB per cápita de las Illes Balears es ligeramente superior a la media
estatal, las Illes Balears se caracterizan por tasas de desigualdad elevadas, que sitúan el
archipiélago entre las regiones españolas, e incluso las europeas, con mayores tasas de
desigualdad. Éste es uno de los resultados de un modelo de salida de la crisis basado en
la flexibilidad y la segmentación del mercado de trabajo, con repercusiones importantes
para los asalariados.
Los consejos insulares y los ayuntamientos han visto cómo, en un breve espacio de
tiempo, ha aumentado su gasto en materia de prestaciones sociales de carácter
económico para hacer frente a la situación de crisis de ingresos económicos de la
población balear.
Estas medidas de los diferentes ámbitos administrativos de las Illes Balears han tenido
por objetivo garantizar a la población en situación de vulnerabilidad unos ingresos mínimos
para facilitar el acceso a productos de primera necesidad mediante la aportación de una
prestación económica ajustada al número de miembros de la unidad familiar.
II
El 11.º Informe del estado de la pobreza en las Illes Balears de 2021, elaborado por la
EAPN, pone de manifiesto que más de 260.000 personas están en riesgo de pobreza o en
situación de exclusión social, lo que supone el 22 % de la población del archipiélago.
Respecto al año anterior, el indicador AROPE, que evalúa el nivel de pobreza, ha
registrado un aumento de 6,9 puntos, cifra que ha revertido la tendencia de mejora de los
dos últimos años anteriores a la pandemia y que supone un incremento del 46 %, que es,
cve: BOE-A-2023-13761
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 138
Sábado 10 de junio de 2023
Sec. I. Pág. 82694
Si una parte importante de la población ha experimentado dificultades económicas
temporales, las personas en situación de vulnerabilidad han visto aumentar su riesgo de
cronificación y pobreza.
Analizando el impacto que ha tenido la pandemia en la situación social de las
personas y los hogares españoles, el «Informe FOESSA 2022. Consecuencias de la
Covid-19 en España», pone de manifiesto que la crisis de 2020 ha presentado unas
características muy especiales respecto a otras crisis anteriores y, en concreto, respecto
a la de 2008-2013: por su origen externo al sistema económico, por los sectores que han
resultado más afectados (turismo, comercio, actividades culturales…) y por una
reducción de actividad económica sin precedentes desde la Guerra Civil (con una caída
del 10,8 % del PIB) que, en buena medida, se ha debido a la decisión de restringir gran
parte de la actividad para combatir la pandemia.
En el caso de las Illes Balears, la vulnerabilidad de una economía muy dependiente del
turismo ha dejado al descubierto la fragilidad de la principal fuente de ingresos de los
hogares en las Illes, que son las rentas del trabajo, ampliando las diferencias en las
remuneraciones de los trabajadores de distinta calificación. La caída de la actividad
económica ha mostrado visiblemente la inestabilidad de las rentas de las personas que
acceden al mercado de trabajo sin contrato formal o de muy corta duración, con bajos
salarios y acceso limitado a las prestaciones sociales, que hacen que una proporción
elevada de personas trabajadoras viva al día, con grandes dificultades frente a gastos
imprevistos y con graves problemas para atender los gastos relacionados con la vivienda.
Además, las consecuencias de la pandemia en el sistema mundial de producción y
distribución de materias primas, energía y bienes manufacturados, han supuesto un
incremento de la inflación a nivel mundial que no se había visto en décadas. De acuerdo
a los datos del INE, la variación interanual del IPC en las Illes Balears ha pasado desde
el 1,0 % del mes de diciembre de 2019 respecto al mismo mes de 2018, hasta el 6,5 %
de diciembre de 2021. El incremento inflacionario, derivado de los precios energéticos y
de las restricciones del transporte internacional de productos básicos, supone un
empobrecimiento real e intenso acumulado al manifestado durante la pandemia.
El resultado es que la crisis social y económica ha hecho aumentar la diferencia
entre la población con mayor riqueza y la población más afectada por la pobreza en las
Illes Balears, y la pandemia ha tenido un impacto indudable sobre esta desigualdad.
Aunque el PIB per cápita de las Illes Balears es ligeramente superior a la media
estatal, las Illes Balears se caracterizan por tasas de desigualdad elevadas, que sitúan el
archipiélago entre las regiones españolas, e incluso las europeas, con mayores tasas de
desigualdad. Éste es uno de los resultados de un modelo de salida de la crisis basado en
la flexibilidad y la segmentación del mercado de trabajo, con repercusiones importantes
para los asalariados.
Los consejos insulares y los ayuntamientos han visto cómo, en un breve espacio de
tiempo, ha aumentado su gasto en materia de prestaciones sociales de carácter
económico para hacer frente a la situación de crisis de ingresos económicos de la
población balear.
Estas medidas de los diferentes ámbitos administrativos de las Illes Balears han tenido
por objetivo garantizar a la población en situación de vulnerabilidad unos ingresos mínimos
para facilitar el acceso a productos de primera necesidad mediante la aportación de una
prestación económica ajustada al número de miembros de la unidad familiar.
II
El 11.º Informe del estado de la pobreza en las Illes Balears de 2021, elaborado por la
EAPN, pone de manifiesto que más de 260.000 personas están en riesgo de pobreza o en
situación de exclusión social, lo que supone el 22 % de la población del archipiélago.
Respecto al año anterior, el indicador AROPE, que evalúa el nivel de pobreza, ha
registrado un aumento de 6,9 puntos, cifra que ha revertido la tendencia de mejora de los
dos últimos años anteriores a la pandemia y que supone un incremento del 46 %, que es,
cve: BOE-A-2023-13761
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 138