III. Otras disposiciones. MINISTERIO DE TRABAJO Y ECONOMÍA SOCIAL. Seguridad y salud en el trabajo. (BOE-A-2023-10283)
Resolución de 20 de abril de 2023, de la Secretaría de Estado de Empleo y Economía Social, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 14 de marzo de 2023, por el que se aprueba la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 28 de abril de 2023
Sec. III. Pág. 58780
Desde hace una década los informes de siniestralidad elaborados por el INSST
destacan la actividad «asistencia en establecimientos residenciales» como máxima
prioridad por su elevada siniestralidad. Cabe subrayar, por otra parte, que el índice de
incidencia de la actividad «asistencia en centros residenciales» triplica al observado en
«asistencia sanitaria».
Los análisis en este sector plantean la hipótesis de patrones de asociación entre la
siniestralidad y aspectos muy concretos ligados a las condiciones de trabajo y
determinantes sociodemográficos. Así, los partes cerrados de enfermedades
profesionales correspondientes al periodo 2017-2021 en la Asistencia en
establecimientos residenciales, indican que, si bien las enfermedades más prevalentes
pertenecerían al grupo de agentes físicos (37 % del total, representadas
fundamentalmente por el síndrome del túnel carpiano y tendinitis de codo y muñeca),las
enfermedades por agentes biológicos alcanzarían un peso porcentual del 28 %, siendo
enfermedades vehiculizadas a través del contacto físico cercano y con enorme
propensión a materializarse como brotes epidémicos. Todo parece indicar que la
vulnerabilidad ante el riesgo biológico, los factores sociodemográficos y aquellos ligados
a las características de los puestos de trabajo y las condiciones de trabajo y su
organización han jugado, desafortunadamente, un importante papel en el impacto de la
pandemia sobre el sector.
También es relevante considerar un ámbito asociado a la actividad de servicios
sociales, donde la gestión de la prevención resulta especialmente compleja. Mientras
que, en 2021, el 3 % del total de accidentes de trabajo tuvo lugar en domicilios
particulares, en la actividad de Servicios Sociales esta proporción ascendió al 20 %. En
particular, en la Actividad de servicios sociales sin alojamiento para personas mayores y
con discapacidad, los accidentes en domicilio llegaron a representar el 42 % de los
accidentes. En la actividad de Servicios Sociales sin alojamiento, las mujeres
representaron el 80 % de la población accidentada del sector. Todo ello lleva a destacar
la importancia de seguir profundizando en el análisis de los riesgos y en la adopción de
medidas que mejoren las condiciones de seguridad y salud en el sector sociosanitario y
asistencial, teniendo en cuenta la perspectiva de género y otros determinantes
sociodemográficos.
Entre esos determinantes sociodemográficos la Estrategia considerará aquellos que
pudieran constituir otros posibles escenarios de inequidad. Las personas trabajadoras
migrantes representan un 12 % de la población ocupada y un 12 % de los casos de
accidente de trabajo. Entre la población asalariada de origen extranjero destacan con
mayor proporción de personas asalariadas las siguientes secciones de actividad: la
hostelería (15,9 %), el comercio al por mayor y al por menor (13,3 %) y la industria
manufacturera (11,3 %). Al considerar el sexo en este análisis, cabe destacar que
el 23,3 % de las mujeres asalariadas de nacionalidad extranjera realiza actividades de
servicios del hogar como empleadas domésticas y el 17,9 % se dedica a la hostelería.
Otra de las prioridades de esta Estrategia son las personas trabajadoras autónomas,
más de un millón de mujeres y cerca de dos millones de hombres, siendo en un 70 %
empresarias y empresarios sin personal asalariado. Dentro de este último grupo, los
hombres desarrollan sus negocios sobre todo en el comercio al por menor (12 % de
autónomos sin asalariados) seguido de las actividades de construcción especializada
(11,6 %), sector primario (11 %) y transporte terrestre (8 %). Por su parte, las mujeres
autónomas tienen una mayor representatividad en el comercio al por menor (22 % de
autónomas sin asalariados), seguido por otros servicios personales (11 %) y servicios de
comidas y bebidas (8 %).
Al colectivo de personas trabajadoras autónomas se les aplica solo la normativa
preventiva en determinados supuestos, pudiendo ser necesario un mayor alcance de las
obligaciones que eleven su nivel de protección, especialmente frente a los riesgos
graves. Además de los riesgos tradicionales, las nuevas formas de organización del
trabajo (plataformas digitales, trabajo en remoto, trabajo en red, etc.) y de empleo
(flexibilidad, trabajos a tiempo parcial), sumadas a la elevación de la edad para acceder
cve: BOE-A-2023-10283
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 101
Viernes 28 de abril de 2023
Sec. III. Pág. 58780
Desde hace una década los informes de siniestralidad elaborados por el INSST
destacan la actividad «asistencia en establecimientos residenciales» como máxima
prioridad por su elevada siniestralidad. Cabe subrayar, por otra parte, que el índice de
incidencia de la actividad «asistencia en centros residenciales» triplica al observado en
«asistencia sanitaria».
Los análisis en este sector plantean la hipótesis de patrones de asociación entre la
siniestralidad y aspectos muy concretos ligados a las condiciones de trabajo y
determinantes sociodemográficos. Así, los partes cerrados de enfermedades
profesionales correspondientes al periodo 2017-2021 en la Asistencia en
establecimientos residenciales, indican que, si bien las enfermedades más prevalentes
pertenecerían al grupo de agentes físicos (37 % del total, representadas
fundamentalmente por el síndrome del túnel carpiano y tendinitis de codo y muñeca),las
enfermedades por agentes biológicos alcanzarían un peso porcentual del 28 %, siendo
enfermedades vehiculizadas a través del contacto físico cercano y con enorme
propensión a materializarse como brotes epidémicos. Todo parece indicar que la
vulnerabilidad ante el riesgo biológico, los factores sociodemográficos y aquellos ligados
a las características de los puestos de trabajo y las condiciones de trabajo y su
organización han jugado, desafortunadamente, un importante papel en el impacto de la
pandemia sobre el sector.
También es relevante considerar un ámbito asociado a la actividad de servicios
sociales, donde la gestión de la prevención resulta especialmente compleja. Mientras
que, en 2021, el 3 % del total de accidentes de trabajo tuvo lugar en domicilios
particulares, en la actividad de Servicios Sociales esta proporción ascendió al 20 %. En
particular, en la Actividad de servicios sociales sin alojamiento para personas mayores y
con discapacidad, los accidentes en domicilio llegaron a representar el 42 % de los
accidentes. En la actividad de Servicios Sociales sin alojamiento, las mujeres
representaron el 80 % de la población accidentada del sector. Todo ello lleva a destacar
la importancia de seguir profundizando en el análisis de los riesgos y en la adopción de
medidas que mejoren las condiciones de seguridad y salud en el sector sociosanitario y
asistencial, teniendo en cuenta la perspectiva de género y otros determinantes
sociodemográficos.
Entre esos determinantes sociodemográficos la Estrategia considerará aquellos que
pudieran constituir otros posibles escenarios de inequidad. Las personas trabajadoras
migrantes representan un 12 % de la población ocupada y un 12 % de los casos de
accidente de trabajo. Entre la población asalariada de origen extranjero destacan con
mayor proporción de personas asalariadas las siguientes secciones de actividad: la
hostelería (15,9 %), el comercio al por mayor y al por menor (13,3 %) y la industria
manufacturera (11,3 %). Al considerar el sexo en este análisis, cabe destacar que
el 23,3 % de las mujeres asalariadas de nacionalidad extranjera realiza actividades de
servicios del hogar como empleadas domésticas y el 17,9 % se dedica a la hostelería.
Otra de las prioridades de esta Estrategia son las personas trabajadoras autónomas,
más de un millón de mujeres y cerca de dos millones de hombres, siendo en un 70 %
empresarias y empresarios sin personal asalariado. Dentro de este último grupo, los
hombres desarrollan sus negocios sobre todo en el comercio al por menor (12 % de
autónomos sin asalariados) seguido de las actividades de construcción especializada
(11,6 %), sector primario (11 %) y transporte terrestre (8 %). Por su parte, las mujeres
autónomas tienen una mayor representatividad en el comercio al por menor (22 % de
autónomas sin asalariados), seguido por otros servicios personales (11 %) y servicios de
comidas y bebidas (8 %).
Al colectivo de personas trabajadoras autónomas se les aplica solo la normativa
preventiva en determinados supuestos, pudiendo ser necesario un mayor alcance de las
obligaciones que eleven su nivel de protección, especialmente frente a los riesgos
graves. Además de los riesgos tradicionales, las nuevas formas de organización del
trabajo (plataformas digitales, trabajo en remoto, trabajo en red, etc.) y de empleo
(flexibilidad, trabajos a tiempo parcial), sumadas a la elevación de la edad para acceder
cve: BOE-A-2023-10283
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 101