III. Otras disposiciones. CORTES GENERALES. Fiscalizaciones. (BOE-A-2023-6048)
Resolución de 29 de noviembre de 2022, aprobada por la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas, en relación con el Informe de fiscalización sobre las actuaciones de defensa contra la desertificación y de prevención y extinción de incendios forestales, ejercicio 2018.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 56

Martes 7 de marzo de 2023

Sec. III. Pág. 34145

II.1.2.3.e) Estudio de la erosión de los suelos
En relación con el estado del suelo, en el seno del entonces existente Ministerio de Medio
Ambiente22, se encargó la elaboración de un Inventario Nacional de Erosión de Suelos (INES) a
TRAGSATEC, un proyecto destinado a estudiar los fenómenos erosivos sobre el territorio, que
incluye toma y estudio de muestras sobre el terreno (22.000 puntos analizados). No obstante, su
complejidad y coste ha provocado que en su preparación haya transcurrido un periodo de tiempo
muy extenso, lo que ha reducido su utilidad. En ese sentido, el INES se completó en 2020,
requiriéndose dieciocho años en su proceso de elaboración. A este respecto, el INES se ha
realizado por provincias, de tal manera que cada año se llevaban a cabo los trabajos necesarios
para inventariar un número limitado de provincias (tres, cuatro o cinco), lo que determina que el
INES incorpore datos que difieren en varios años entre unas provincias y otras. Esta circunstancia
da lugar a una limitación significativa del estudio, ya que la perspectiva que muestra no se aproxima
a una “foto” de la situación en un intervalo corto de tiempo, sino que existe un desfase muy
significativo desde el punto de vista temporal entre la información que se presenta de unas
provincias con respecto a otras. Como consecuencia de lo anterior, y a título ilustrativo, existen
territorios como la Región de Murcia, cuya versión del INES definitiva corresponde a 2002 y otras,
de elaboración más reciente, como la provincia de Ciudad Real, cuyos resultados corresponden a
trabajos de 2018. Esta circunstancia se traduce en que, pese al rigor y calidad de este inventario,
no permite disponer de un panorama plenamente consistente desde el punto de vista temporal y
técnico, dificultando el seguimiento y comparación de los fenómenos erosivos.
Como antecedente directo de los estudios de la desertificación, se venía realizando en España un
seguimiento de la erosión, efectuado por medio del Mapa de Estados Erosivos (MEE), publicado
por encargo del MAPA en 2001 con datos del periodo comprendido entre 1987 y 1994. Pese a que
el INES y el MEE tienen un objeto similar, el primero es más completo y detallado que el MEE, por
lo que no es posible realizar un seguimiento plenamente coherente de los resultados que se
obtuvieron en el MEE a partir del INES, debido a las diferentes metodologías y escalas empleadas
en su preparación, lo que impide determinar con suficiente fiabilidad la evolución de los fenómenos
erosivos a largo plazo y construir una serie temporal completa entre los dos estudios. Como
consecuencia de ello, solamente podría obtenerse una tendencia aplicando métodos de
aproximación23.

22

Como se señala en el apartado, el estudio se ha extendido durante 18 años, por lo que fue en el periodo 2000-2004
cuando la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, dependiente del entonces Ministerio de Medio Ambiente
inició las actuaciones.
23 La Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación alegó a este respecto que “la ausencia de estudios
evolutivos sobre desertificación plenamente coherentes a lo largo del tiempo es debido también al avance de las técnicas
y metodologías existentes, que permiten cada vez mayor precisión pero que impiden, por su propia naturaleza, que
puedan ser comparables con fuentes de datos obsoletas”. Sin embargo, nada obsta para articular algún sistema que
permita definir y medir algún tipo de indicador que hubiera permitido mantener un estudio evolutivo.

cve: BOE-A-2023-6048
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De hecho, a partir del MEE (Mapa de Estados Erosivos) y el INES (Inventario Nacional de Erosión
de Suelos) se han calculado indicadores que permiten analizar la evolución del fenómeno de la
erosión en nuestro país, como el que se presenta en el cuadro siguiente. Debe tomarse con ciertas
limitaciones las conclusiones ya que tanto el MEE como el INES se elaboran por muestreo y a partir
de un modelo en el que no son plenamente coincidentes las metodologías aplicadas, como pone
de manifiesto el hecho de que, en 2016, el 26 % del territorio siguiera sin inventariar.