III. Otras disposiciones. ADMINISTRACIÓN LOCAL. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-4129)
Resolución de 27 de enero de 2023, del Consejo Insular de Menorca (Illes Balears), referente a la aprobación definitiva de la declaración de la glosa menorquina como bien de interés cultural inmaterial.
13 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 15 de febrero de 2023

Sec. III. Pág. 23750

explican todo lo que saben que ha sucedido yendo de un pueblo a otro. De este modo, la
glosa traspasa los límites de la ruralía y se convierte en una fuente de información de los
menestrales en las tabernas de los pueblos.
Además de ser un medio de transmisión de noticias, la glosa improvisada se
convierte en un entretenimiento a través del cual se pone a prueba la agudeza y la
capacidad de respuesta rápida de los glosadores que, siempre de forma improvisada,
comentan en glosa un tema de interés, noticias del momento o eventos familiares o
sociales, y siempre acompañados de una guitarra. Si hoy en día el protocolo de una
sesión de glosat sigue unas pautas muy estrictas, no siempre ha sido así. Antes era
bastante habitual que en un momento dado los glosadores empezaran «a hacer
asuntos», que eran unos glosats en los que cada glosador asumía un rol, un personaje, y
entre todos iban narrando una historia improvisada. Por otra parte, no había un orden de
intervención prefijado, sino que cada glosador lo hacía cuando quería o cuando podía,
porque todos querían intervenir cuantas más veces posible y ello les estimulaba a ser
rápidos e ingeniosos.
Tradicionalmente, la costumbre de glosar era transmitida oralmente de generación en
generación en los ámbitos rural y urbano, y en esta transmisión jugaban un papel muy
importante las mujeres, que las iban repitiendo en su día a día, mientras realizaban
tareas domésticas o en las veladas, cuando se reunía la familia. Las mejores glosas eran
retenidas en la memoria de la gente y algunas de ellas han sido publicadas después –es
el caso, entre otras, de las recogidas en el Folklore Menorquí (De la pagesia) (1918) de
Francesc Camps i Mercadal–. Gracias a estos testimonios, disponemos hoy de algunas
informaciones y conservamos algunas de las glosas de los glosadores más recordados
de antaño.
De los dos últimos siglos podemos referirnos a glosadores como Josep Reixart i
Mora, mestre Bep Manxa (1843-1915); Sebastià Alzina; Francesc Borràs es Casolà;
Llorenç Pons Sintes en Barato (1882); Pere Villalonga Timoner en Seny (1882); Cosme
de Son Blanc; Andreu Pons Soliveres de l’Havana (1891-1947); Llorenç Janer Vivetes
(1902-1993); Josep Triay (1907-1983); Antoni Olives l’amo de Son Mascaró (1909-1981);
Biel Cardona s’Arader (1914-2001); Joan Martí Al·lès, en Joan de Binifaïlla (1921-1997);
Pedro Vinent Pons l’amo de Carbonell (1926-1996); Bartomeu Pons Florit, en Tolo de
Santa Teresa (1929-2011); Cristòfol Llambies Alzina, en Tòfol de Binissequí (1936-2008);
Pere Seguí Triay, en Pedro de Biniguardó (1936-2012); Miquel Ametller Caules (1937) y
su padre, Miquel Ametller es Gallet; Jaume Janer (1947); Xec Morlà de Barbatxí (1938),
o Esteve Barceló es Verderol (1946), entre otros. Entre los sonadores que los
acompañan tenemos a Pau Mir Tripa; Nicolau de Santa Clara, Claret; Fermín Fullana
Pons, en Fermín de Binicreixent, o Sebastià Gomila Martí, entre muchos otros.
En relación con la decadencia progresiva y la transformación del glosat a lo largo de
la primera mitad del siglo XX, Aina Tur (2013) recoge el testimonio del hijo de un un
glosador que participó en un glosat que tuvo lugar en Ciutadella en el año 1935,
conocido como el Glosat d'El Mercantil, que explica: «Fou el primer glosat que es va fer
dalt d'un escenari; abans es limitava als soterranis on venien vi, a les tavernes i al camp.
Mon pare i un altre company van anar cercant glosadors de tot Menorca perquè hi
participassin. Amb aquest glosat volien obrir la glosa al poble. Després d'aquest glosat
d'escenari se'n van anar fent, però sense continuïtat. En record un que es va fer l'Any de
sa Neu (1956) as Born, i un altre, l'any 1956 o 1957, a l'església del Socors. Llavors no
se'n va fer cap altre fins a mitjan dels anys setanta, gràcies a la iniciativa del Col·lectiu
Folklòric de Ciutadella».
Efectivamente, es a partir de la década de 1960 cuando esta expresión popular
pierde fuerza y no existe renovación generacional, debido al abandono progresivo del
campo, los cambios socio-económicos del momento y las consecuencias de la dictadura
franquista: prohibición de la lengua catalana, censura cultural, cierre de locales y
asociaciones culturales, acoso de la libertad de expresión y reunión, etc. La recuperación
y expansión de la glosa y el glosat se producen entre las décadas de 1970 y 1990, en el
contexto del resurgimiento de la identidad cultural propia menorquina que tiene lugar con

cve: BOE-A-2023-4129
Verificable en https://www.boe.es

Núm. 39