III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-3101)
Decreto 148/2022, de 14 de diciembre, por el que se declara bien de interés cultural la "Villa romana La Majona" de la localidad de Don Benito (Badajoz), con la categoría de zona arqueológica.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 6 de febrero de 2023
Sec. III. Pág. 17478
Los restos arquitectónicos documentados en la villa romana de la Majona, con una
secuencia de ocupación prolongada, que iría desde el siglo I d. C. hasta el siglo V d. C.,
indican que el complejo tuvo varias áreas con usos y funcionalidades bien diferenciadas,
si bien el sector más conocido es el conformado por la parte urbana o residencial,
organizada en torno a un patio central, con un estanque y fuente en su interior, rodeado
por un pórtico al cual se abren las estancias principales.
Este espacio residencial, se sitúa en la zona oeste de la villa, y destaca por la
riqueza de sus restos. La estructura y organización de esta área se diseña siguiendo el
modelo de domus con atrio y peristilo, manteniéndose ambas estructuras arquitectónicas
en esta zona.
El atrio, el primer espacio común, al cual se accedería tras pasar la puerta de la
vivienda y un vestíbulo, se ubica en el sector más meridional, conservando el impluvium
y la pavimentación de sus pasillos con mosaicos bícromos.
En la esquina nororiental del atrio se inserta el peristilo o patio central de grandes
dimensiones, rodeado de un pasillo en torno al cual se distribuyen las diferentes
estancias. El extremo oeste del patio, se decora con un estanque de planta rectangular
de orientación norte-sur. Todo su espacio se encuentra revestido de opus signinum,
desarrollándose en su interior, una espina central rematada en sus extremos por sendas
estructuras semicirculares, recibiendo el agua mediante el canal que discurre paralelo al
pasillo sur de este patio. Una fuente, placada de mármoles, se adosa al estanque por su
lado este, completando el conjunto.
Al oeste del peristilo, se ubica una estancia de grandes dimensiones, ricamente
decorada. La habitación conserva un magnífico mosaico polícromo, con motivos
geométricos y figurados. En las paredes se dispuso de un zócalo de mármol sobre el que se
desarrolla un friso de placas marmóreas decoradas en relieve. La riqueza y amplitud de esta
habitación, invitan a pensar que la misma pudiera cumplir la función del oecus de esta villa.
Desde el pasillo que da a esta gran estancia, se accede, hacia el sur a otra habitación
compartimentada en tres espacios pavimentada con mosaicos en blanco y negro.
Sin duda, uno de los elementos más sobresaliente de este edifico fueron los magníficos
mosaicos que pavimentan las estancias. La tipología de estos pavimentos se desarrolla a
base de grandes campos geométricos bícromos (negro y crema, azul y crema) que van
tapizando estancias de medio tamaño como los pasillos alrededor del atrio. La gran sala u
oeci presenta emblemas rodeados de cordones, nudos de salomón, ruedas de peltas,
etc. con un abigarrado cromatismo, en la que el elemento polícromo es el protagonista.
En cuanto a la construcción de los mismos, parece que obedecen a dos épocas
diferentes. En una primera etapa, en torno al siglo I d. C., se desarrollarían las
composiciones de mosaicos bícromos realizadas en tonalidades blancas y negras. Estos
se localizan en los pavimentos de las estancias próximas al atrio y en los pasillos que
rodean el impluvium de este.
Más tarde, en el siglo II, se comienza a incorporar la técnica polícroma que será
determinante para el desarrollo de mosaicos, con composiciones que combinan escenas
figuradas con otros motivos de carácter vegetal y geométrico. A esta segunda época,
que se desarrollaría hasta el siglo IV d. C., podría adscribirse el mosaico polícromo que
pavimenta la gran sala situada al oeste del peristilo. Las composiciones son de una
magnífica calidad, entre ellas destacan cuadros enmarcados y orlados de cables de dos
y tres cuerdas donde aparecen entrelazados motivos geométricos y vegetales.
La destrucción que presenta este pavimento musivo polícromo impide discernir con
claridad, las figuras, identificadas por algunos autores como escenas femeninas que
representarían las cuatro estaciones del año, ya que cuando se excavó este mosaico se
pudieron reconocer, decorando las cabezas, unos atributos (plantas y frutos) que
algunos investigadores relacionan con el paso del año y otros con Baco o la fertilidad.
Los daños que presentan otros motivos figurados de los mosaicos de esta villa dan
lugar a pensar, si también, esta villa sufrió una destrucción intencionada de esas escenas
como se ha detectado en otras villas de Ciudad Real (Mosaico Báquico de la Villa romana
«Puente de la Olmilla»), Albacete (Mosaico del Triclinio de la Villa de Hellín), etc.
cve: BOE-A-2023-3101
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 31
Lunes 6 de febrero de 2023
Sec. III. Pág. 17478
Los restos arquitectónicos documentados en la villa romana de la Majona, con una
secuencia de ocupación prolongada, que iría desde el siglo I d. C. hasta el siglo V d. C.,
indican que el complejo tuvo varias áreas con usos y funcionalidades bien diferenciadas,
si bien el sector más conocido es el conformado por la parte urbana o residencial,
organizada en torno a un patio central, con un estanque y fuente en su interior, rodeado
por un pórtico al cual se abren las estancias principales.
Este espacio residencial, se sitúa en la zona oeste de la villa, y destaca por la
riqueza de sus restos. La estructura y organización de esta área se diseña siguiendo el
modelo de domus con atrio y peristilo, manteniéndose ambas estructuras arquitectónicas
en esta zona.
El atrio, el primer espacio común, al cual se accedería tras pasar la puerta de la
vivienda y un vestíbulo, se ubica en el sector más meridional, conservando el impluvium
y la pavimentación de sus pasillos con mosaicos bícromos.
En la esquina nororiental del atrio se inserta el peristilo o patio central de grandes
dimensiones, rodeado de un pasillo en torno al cual se distribuyen las diferentes
estancias. El extremo oeste del patio, se decora con un estanque de planta rectangular
de orientación norte-sur. Todo su espacio se encuentra revestido de opus signinum,
desarrollándose en su interior, una espina central rematada en sus extremos por sendas
estructuras semicirculares, recibiendo el agua mediante el canal que discurre paralelo al
pasillo sur de este patio. Una fuente, placada de mármoles, se adosa al estanque por su
lado este, completando el conjunto.
Al oeste del peristilo, se ubica una estancia de grandes dimensiones, ricamente
decorada. La habitación conserva un magnífico mosaico polícromo, con motivos
geométricos y figurados. En las paredes se dispuso de un zócalo de mármol sobre el que se
desarrolla un friso de placas marmóreas decoradas en relieve. La riqueza y amplitud de esta
habitación, invitan a pensar que la misma pudiera cumplir la función del oecus de esta villa.
Desde el pasillo que da a esta gran estancia, se accede, hacia el sur a otra habitación
compartimentada en tres espacios pavimentada con mosaicos en blanco y negro.
Sin duda, uno de los elementos más sobresaliente de este edifico fueron los magníficos
mosaicos que pavimentan las estancias. La tipología de estos pavimentos se desarrolla a
base de grandes campos geométricos bícromos (negro y crema, azul y crema) que van
tapizando estancias de medio tamaño como los pasillos alrededor del atrio. La gran sala u
oeci presenta emblemas rodeados de cordones, nudos de salomón, ruedas de peltas,
etc. con un abigarrado cromatismo, en la que el elemento polícromo es el protagonista.
En cuanto a la construcción de los mismos, parece que obedecen a dos épocas
diferentes. En una primera etapa, en torno al siglo I d. C., se desarrollarían las
composiciones de mosaicos bícromos realizadas en tonalidades blancas y negras. Estos
se localizan en los pavimentos de las estancias próximas al atrio y en los pasillos que
rodean el impluvium de este.
Más tarde, en el siglo II, se comienza a incorporar la técnica polícroma que será
determinante para el desarrollo de mosaicos, con composiciones que combinan escenas
figuradas con otros motivos de carácter vegetal y geométrico. A esta segunda época,
que se desarrollaría hasta el siglo IV d. C., podría adscribirse el mosaico polícromo que
pavimenta la gran sala situada al oeste del peristilo. Las composiciones son de una
magnífica calidad, entre ellas destacan cuadros enmarcados y orlados de cables de dos
y tres cuerdas donde aparecen entrelazados motivos geométricos y vegetales.
La destrucción que presenta este pavimento musivo polícromo impide discernir con
claridad, las figuras, identificadas por algunos autores como escenas femeninas que
representarían las cuatro estaciones del año, ya que cuando se excavó este mosaico se
pudieron reconocer, decorando las cabezas, unos atributos (plantas y frutos) que
algunos investigadores relacionan con el paso del año y otros con Baco o la fertilidad.
Los daños que presentan otros motivos figurados de los mosaicos de esta villa dan
lugar a pensar, si también, esta villa sufrió una destrucción intencionada de esas escenas
como se ha detectado en otras villas de Ciudad Real (Mosaico Báquico de la Villa romana
«Puente de la Olmilla»), Albacete (Mosaico del Triclinio de la Villa de Hellín), etc.
cve: BOE-A-2023-3101
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 31