III. Otras disposiciones. MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO. Impacto ambiental. (BOE-A-2023-2434)
Resolución de 16 de enero de 2023, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto "Plantas fotovoltaicas Somozas Solar, de 181,35 MW, y Maragato Solar 1, de 181,35 MW, así como sus infraestructuras de evacuación asociadas, en la provincia de León".
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 30 de enero de 2023
Sec. III. Pág. 13139
producir mortalidad por atropello, singularmente en anfibios, reptiles y pequeños
mamíferos. Desbroces y movimientos de tierra también pueden ocasionar la eliminación
directa de ejemplares y la destrucción de nidos y madrigueras.
En la fase de explotación, la presencia de las instalaciones de las plantas solares y el
cerramiento perimetral pueden suponer la modificación de los hábitats y generar un
efecto barrera. El vallado perimetral puede actuar como una barrera al paso de
numerosos animales, especialmente de especies terrestres de pequeño y mediano
tamaño. El promotor alude al artículo 65.3.f) de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del
Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que establece la obligación de que los cercados
y vallados de terrenos no perjudiquen la circulación de la fauna y otros aspectos.
Al respecto, especifica las características del vallado perimetral del proyecto, que
considera que garantiza la permeabilidad de la mayor parte de las especies que podrían
ser afectadas. Añade que las plantas no son continuas, sino que están conformadas por
varios recintos, de tamaño máximo aproximado de 1.500 x 1.400 m, separados entre sí
por pasillos sin vallar, de forma que resulta permeable al paso de fauna. En cuanto a la
interrupción del paso hacia los puntos de agua, no hay ninguno en el interior de los
recintos vallados, y los pasillos entre los recintos vallados sirven de corredores, de forma
que no es esperable que se produzca ningún efecto barrera entre esos puntos.
La presencia del personal de mantenimiento y el incremento del tráfico asociado,
junto con la intrusión visual de las nuevas estructuras, puede originar molestias para la
fauna que podrían derivar en el abandono del área por las especies más sensibles o en
variaciones de sus pautas de comportamiento. Por otro lado, las especies más sensibles
desplazadas de la zona de estudio durante las obras de construcción podrían no
regresar durante la fase de funcionamiento si las molestias persistieran. El promotor
matiza que las plantas solares y gran parte del trazado del tendido se ubican en una
zona muy antropizada y que la fauna de este tipo de medios se encuentra bien adaptada
a la presencia humana, así como que las tareas de mantenimiento son puntuales y de
escasa envergadura. Las operaciones de mantenimiento también conllevan riesgo de
atropello y mortalidad. Así mismo, el vallado perimetral puede suponer un riesgo
de colisión para las aves. Teniendo en cuenta las especies presentes, se puede producir
algún caso puntual de colisión de especies de pequeño tamaño y es escasa la
probabilidad de colisión de otras especies de vuelo rápido y rasante, como sisón,
alcaraván o chotacabras.
Los tendidos eléctricos suponen una fuente de mortalidad para las aves, bien por
electrocución con los apoyos o por colisión con los cables. El promotor descarta el riesgo
de electrocución. Respecto de la colisión, el promotor apunta la frecuente formación de
nieblas en la zona del trazado de la línea, lo cual reduce la visibilidad y aumenta el riesgo
de colisión. En cuanto a las especies más sensibles, el promotor destaca algunas
rapaces presentes de forma regular, como culebrera europea, águila calzada, milano
real, milano negro, aguilucho cenizo y cernícalo común. También presentan sensibilidad
otras especies que aparecen en la zona, como las cigüeñas, las de vuelo rápido
(palomas torcaces, tórtolas, perdices y codornices), las gregarias (estorninos y córvidos)
y algunas nocturnas, como el nidificante del chotacabras europeo. El promotor señala
que en todo el territorio de Castilla y León es obligada legalmente la instalación de
salvapájaros o señalizadores visuales en toda la longitud de los tendidos de alta tensión
de nueva construcción. Con la instalación de dispositivos salvapájaros se espera una
escasa siniestralidad por colisión, aunque podría afectar de forma ocasional
principalmente a algún ejemplar de rapaz de pequeño o mediano tamaño o algunos
paseriformes gregarios.
En síntesis, el promotor señala que se verán afectadas de forma significativa las
especies nidificantes, en particular las aves esteparias aguilucho cenizo y sisón, en el
caso de las plantas solares y las asociadas a zonas arboladas, como el águila calzada,
la culebrera europea, el chotacabras europeo, el pechiazul o el escribano hortelano, para
la línea de evacuación.
cve: BOE-A-2023-2434
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 25
Lunes 30 de enero de 2023
Sec. III. Pág. 13139
producir mortalidad por atropello, singularmente en anfibios, reptiles y pequeños
mamíferos. Desbroces y movimientos de tierra también pueden ocasionar la eliminación
directa de ejemplares y la destrucción de nidos y madrigueras.
En la fase de explotación, la presencia de las instalaciones de las plantas solares y el
cerramiento perimetral pueden suponer la modificación de los hábitats y generar un
efecto barrera. El vallado perimetral puede actuar como una barrera al paso de
numerosos animales, especialmente de especies terrestres de pequeño y mediano
tamaño. El promotor alude al artículo 65.3.f) de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del
Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que establece la obligación de que los cercados
y vallados de terrenos no perjudiquen la circulación de la fauna y otros aspectos.
Al respecto, especifica las características del vallado perimetral del proyecto, que
considera que garantiza la permeabilidad de la mayor parte de las especies que podrían
ser afectadas. Añade que las plantas no son continuas, sino que están conformadas por
varios recintos, de tamaño máximo aproximado de 1.500 x 1.400 m, separados entre sí
por pasillos sin vallar, de forma que resulta permeable al paso de fauna. En cuanto a la
interrupción del paso hacia los puntos de agua, no hay ninguno en el interior de los
recintos vallados, y los pasillos entre los recintos vallados sirven de corredores, de forma
que no es esperable que se produzca ningún efecto barrera entre esos puntos.
La presencia del personal de mantenimiento y el incremento del tráfico asociado,
junto con la intrusión visual de las nuevas estructuras, puede originar molestias para la
fauna que podrían derivar en el abandono del área por las especies más sensibles o en
variaciones de sus pautas de comportamiento. Por otro lado, las especies más sensibles
desplazadas de la zona de estudio durante las obras de construcción podrían no
regresar durante la fase de funcionamiento si las molestias persistieran. El promotor
matiza que las plantas solares y gran parte del trazado del tendido se ubican en una
zona muy antropizada y que la fauna de este tipo de medios se encuentra bien adaptada
a la presencia humana, así como que las tareas de mantenimiento son puntuales y de
escasa envergadura. Las operaciones de mantenimiento también conllevan riesgo de
atropello y mortalidad. Así mismo, el vallado perimetral puede suponer un riesgo
de colisión para las aves. Teniendo en cuenta las especies presentes, se puede producir
algún caso puntual de colisión de especies de pequeño tamaño y es escasa la
probabilidad de colisión de otras especies de vuelo rápido y rasante, como sisón,
alcaraván o chotacabras.
Los tendidos eléctricos suponen una fuente de mortalidad para las aves, bien por
electrocución con los apoyos o por colisión con los cables. El promotor descarta el riesgo
de electrocución. Respecto de la colisión, el promotor apunta la frecuente formación de
nieblas en la zona del trazado de la línea, lo cual reduce la visibilidad y aumenta el riesgo
de colisión. En cuanto a las especies más sensibles, el promotor destaca algunas
rapaces presentes de forma regular, como culebrera europea, águila calzada, milano
real, milano negro, aguilucho cenizo y cernícalo común. También presentan sensibilidad
otras especies que aparecen en la zona, como las cigüeñas, las de vuelo rápido
(palomas torcaces, tórtolas, perdices y codornices), las gregarias (estorninos y córvidos)
y algunas nocturnas, como el nidificante del chotacabras europeo. El promotor señala
que en todo el territorio de Castilla y León es obligada legalmente la instalación de
salvapájaros o señalizadores visuales en toda la longitud de los tendidos de alta tensión
de nueva construcción. Con la instalación de dispositivos salvapájaros se espera una
escasa siniestralidad por colisión, aunque podría afectar de forma ocasional
principalmente a algún ejemplar de rapaz de pequeño o mediano tamaño o algunos
paseriformes gregarios.
En síntesis, el promotor señala que se verán afectadas de forma significativa las
especies nidificantes, en particular las aves esteparias aguilucho cenizo y sisón, en el
caso de las plantas solares y las asociadas a zonas arboladas, como el águila calzada,
la culebrera europea, el chotacabras europeo, el pechiazul o el escribano hortelano, para
la línea de evacuación.
cve: BOE-A-2023-2434
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Núm. 25