I. Disposiciones generales. MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL. Educación Primaria. (BOE-A-2022-3296)
Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.
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No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 2 de marzo de 2022
Sec. I. Pág. 24403
causas que los provocan, agravan o mejoran, desde una visión sistémica, tanto local
como global.
– Identificar los diferentes aspectos relacionados con el consumo responsable,
valorando sus repercusiones sobre el bien individual y el común, juzgando críticamente
las necesidades y los excesos y ejerciendo un control social frente a la vulneración de
sus derechos.
– Desarrollar estilos de vida saludable a partir de la comprensión del funcionamiento
del organismo y la reflexión crítica sobre los factores internos y externos que inciden en
ella, asumiendo la responsabilidad personal y social en el cuidado propio y en el cuidado
de las demás personas, así como en la promoción de la salud pública.
– Desarrollar un espíritu crítico, empático y proactivo para detectar situaciones de
inequidad y exclusión a partir de la comprensión de las causas complejas que las
originan.
– Entender los conflictos como elementos connaturales a la vida en sociedad que
deben resolverse de manera pacífica.
– Analizar de manera crítica y aprovechar las oportunidades de todo tipo que ofrece
la sociedad actual, en particular las de la cultura en la era digital, evaluando sus
beneficios y riesgos y haciendo un uso ético y responsable que contribuya a la mejora de
la calidad de vida personal y colectiva.
– Aceptar la incertidumbre como una oportunidad para articular respuestas más
creativas, aprendiendo a manejar la ansiedad que puede llevar aparejada.
– Cooperar y convivir en sociedades abiertas y cambiantes, valorando la diversidad
personal y cultural como fuente de riqueza e interesándose por otras lenguas y culturas.
– Sentirse parte de un proyecto colectivo, tanto en el ámbito local como en el global,
desarrollando empatía y generosidad.
– Desarrollar las habilidades que le permitan seguir aprendiendo a lo largo de la
vida, desde la confianza en el conocimiento como motor del desarrollo y la valoración
crítica de los riesgos y beneficios de este último.
La respuesta a estos y otros desafíos –entre los que existe una absoluta
interdependencia– necesita de los conocimientos, destrezas y actitudes que subyacen a
las competencias clave y son abordados en las distintas áreas, ámbitos y materias que
componen el currículo. Estos contenidos disciplinares son imprescindibles, porque sin
ellos el alumnado no entendería lo que ocurre a su alrededor y, por tanto, no podría
valorar críticamente la situación ni, mucho menos, responder adecuadamente. Lo
esencial de la integración de los retos en el Perfil de salida radica en que añaden una
exigencia de actuación, la cual conecta con el enfoque competencial del currículo: la
meta no es la mera adquisición de contenidos, sino aprender a utilizarlos para solucionar
necesidades presentes en la realidad.
Estos desafíos implican adoptar una posición ética exigente, ya que suponen
articular la búsqueda legítima del bienestar personal respetando el bien común.
Requieren, además, trascender la mirada local para analizar y comprometerse también
con los problemas globales. Todo ello exige, por una parte, una mente compleja, capaz
de pensar en términos sistémicos, abiertos y con un alto nivel de incertidumbre, y, por
otra, la capacidad de empatizar con aspectos relevantes, aunque no nos afecten de
manera directa, lo que implica asumir los valores de justicia social, equidad y
democracia, así como desarrollar un espíritu crítico y proactivo hacia las situaciones de
injusticia, inequidad y exclusión.
Competencias clave que se deben adquirir
Las competencias clave que se recogen en el Perfil de salida son la adaptación al
sistema educativo español de las competencias clave establecidas en la citada
Recomendación del Consejo de la Unión Europea. Esta adaptación responde a la
necesidad de vincular dichas competencias con los retos y desafíos del siglo XXI, con los
principios y fines del sistema educativo establecidos en la LOE y con el contexto escolar,
cve: BOE-A-2022-3296
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 52
Miércoles 2 de marzo de 2022
Sec. I. Pág. 24403
causas que los provocan, agravan o mejoran, desde una visión sistémica, tanto local
como global.
– Identificar los diferentes aspectos relacionados con el consumo responsable,
valorando sus repercusiones sobre el bien individual y el común, juzgando críticamente
las necesidades y los excesos y ejerciendo un control social frente a la vulneración de
sus derechos.
– Desarrollar estilos de vida saludable a partir de la comprensión del funcionamiento
del organismo y la reflexión crítica sobre los factores internos y externos que inciden en
ella, asumiendo la responsabilidad personal y social en el cuidado propio y en el cuidado
de las demás personas, así como en la promoción de la salud pública.
– Desarrollar un espíritu crítico, empático y proactivo para detectar situaciones de
inequidad y exclusión a partir de la comprensión de las causas complejas que las
originan.
– Entender los conflictos como elementos connaturales a la vida en sociedad que
deben resolverse de manera pacífica.
– Analizar de manera crítica y aprovechar las oportunidades de todo tipo que ofrece
la sociedad actual, en particular las de la cultura en la era digital, evaluando sus
beneficios y riesgos y haciendo un uso ético y responsable que contribuya a la mejora de
la calidad de vida personal y colectiva.
– Aceptar la incertidumbre como una oportunidad para articular respuestas más
creativas, aprendiendo a manejar la ansiedad que puede llevar aparejada.
– Cooperar y convivir en sociedades abiertas y cambiantes, valorando la diversidad
personal y cultural como fuente de riqueza e interesándose por otras lenguas y culturas.
– Sentirse parte de un proyecto colectivo, tanto en el ámbito local como en el global,
desarrollando empatía y generosidad.
– Desarrollar las habilidades que le permitan seguir aprendiendo a lo largo de la
vida, desde la confianza en el conocimiento como motor del desarrollo y la valoración
crítica de los riesgos y beneficios de este último.
La respuesta a estos y otros desafíos –entre los que existe una absoluta
interdependencia– necesita de los conocimientos, destrezas y actitudes que subyacen a
las competencias clave y son abordados en las distintas áreas, ámbitos y materias que
componen el currículo. Estos contenidos disciplinares son imprescindibles, porque sin
ellos el alumnado no entendería lo que ocurre a su alrededor y, por tanto, no podría
valorar críticamente la situación ni, mucho menos, responder adecuadamente. Lo
esencial de la integración de los retos en el Perfil de salida radica en que añaden una
exigencia de actuación, la cual conecta con el enfoque competencial del currículo: la
meta no es la mera adquisición de contenidos, sino aprender a utilizarlos para solucionar
necesidades presentes en la realidad.
Estos desafíos implican adoptar una posición ética exigente, ya que suponen
articular la búsqueda legítima del bienestar personal respetando el bien común.
Requieren, además, trascender la mirada local para analizar y comprometerse también
con los problemas globales. Todo ello exige, por una parte, una mente compleja, capaz
de pensar en términos sistémicos, abiertos y con un alto nivel de incertidumbre, y, por
otra, la capacidad de empatizar con aspectos relevantes, aunque no nos afecten de
manera directa, lo que implica asumir los valores de justicia social, equidad y
democracia, así como desarrollar un espíritu crítico y proactivo hacia las situaciones de
injusticia, inequidad y exclusión.
Competencias clave que se deben adquirir
Las competencias clave que se recogen en el Perfil de salida son la adaptación al
sistema educativo español de las competencias clave establecidas en la citada
Recomendación del Consejo de la Unión Europea. Esta adaptación responde a la
necesidad de vincular dichas competencias con los retos y desafíos del siglo XXI, con los
principios y fines del sistema educativo establecidos en la LOE y con el contexto escolar,
cve: BOE-A-2022-3296
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 52