III. Otras disposiciones. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-1012)
Resolución de 3 de enero de 2022, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Cultura y Turismo, por la que se incoa procedimiento para la declaración como bien de interés cultural de carácter inmaterial de "El bordado popular de la Sierra de Francia".
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 18
Viernes 21 de enero de 2022
Sec. III. Pág. 7061
ello sin perder la unidad en su elaboración material y sus características propias en
cuanto a técnica, motivos, composición y color.
El bordado popular serrano tiene su centro en la actualidad en las localidades de La
Alberca y Mogarraz, donde se localizan dos escuelas de bordados de características
diferenciadas, a las que se adscriben el resto de los pueblos de la Sierra de Francia: la
escuela Albercana, caracterizada por composiciones menos abigarradas, con menor
horror vacui en la que predominan los tonos asalmonados y la de Mogarraz en la que
pervive la policromía de los colores tradicionales, a la que se fue sumando el salmón por
influencia de la escuela Albercana. Esta evolución diferenciada permite que se pueda
conocer, con cierta precisión, si un bordado procede de una u otra escuela.
Tejidos y materiales:
En la Sierra de Francia el cultivo del lino era una de las principales bases de la
economía familiar y su venta y exportación se encuentran íntimamente relacionadas con
la expansión y fama de los arrieros serranos.
El lino y la lana fueron los materiales básicos para la obtención del tejido. Entre el
siglo XI y XVII, el bordado serrano se realizaba en lienzo de lino –tafetán regular de
lino–, con las técnicas de «a dibujo», «hilos contados» y «al pasado», dando lugar a más
de 30 puntos diferentes, en función de la largura de la puntada, su inclinación y la
relación entre las propias puntadas, entre otras cosas.
Hasta el siglo XVII se empleaba la hebra de lana o el estambre fino, que
posteriormente será sustituido por la hebra de seda. En los últimos tiempos aparece el
algodón, el llamado moliné, que, junto con la seda, sigue siendo el material utilizado en
la actualidad.
Los distintos tejidos base del bordado eran creados en el telar tradicional, que es un
telar horizontal llamado telar de bajo lizo Hasta el siglo XIX los telares eran manuales,
llegando a contabilizarse en localidades como La Alberca alrededor de 40 telares y otros
tantos en el resto los pueblos del territorio comarcal. Desaparecidos los últimos telares
de lienzo a principios del siglo XX, se comenzaron a utilizar tejidos industriales realizados
con otras fibras.
Técnica:
El bordado popular serrano se realiza mediante la técnica conocida como mixta, ya
que utiliza dos procedimientos diferenciados dentro de un mismo ejemplar y en cada uno
de los motivos: «a hilos contados» y «a dibujo».
El bordado comienza con el dibujo de los motivos sobre el lienzo mediante un
cordoncillo negro que delimita los contornos. Posteriormente se pasa al rellenado del
motivo mediante una gran variedad de puntos, con la técnica de bordado «al pasado»,
donde el hilo recorre el derecho y el revés de la tela, y por la forma de disposición del
hilo «hilos contados», con diferentes puntos con nombres populares como «punto de
lomo», «punto media yema», «ojito entero», «espina de pez», «punto de ladrillo», «las
torrinas» y «asiento de la silla», contabilizándose hasta 34 diferentes.
El colorido tradicional está basado en el rojo, verde, amarillo y azul, combinados de
dos a dos siendo las combinaciones más comunes amarillo-azul, rojo-verde, azul y
negro.
En los bordados más antiguos que forman parte de colecciones museográficas,
escasean las policromías. El color negro, que se utilizaba para contornear los motivos,
es el color utilizado para bordar grandes composiciones de elementos florales y
zoomorfos y las mangas de las camisas galanas, especialmente las femeninas.
Desde mediados del siglo XX, se impone la policromía y se incorporan nuevos
colores, malvas, morados, verde hierba, azul cobalto, amarillo dorado, rojo fuego y el
salmón.
cve: BOE-A-2022-1012
Verificable en https://www.boe.es
Colores:
Núm. 18
Viernes 21 de enero de 2022
Sec. III. Pág. 7061
ello sin perder la unidad en su elaboración material y sus características propias en
cuanto a técnica, motivos, composición y color.
El bordado popular serrano tiene su centro en la actualidad en las localidades de La
Alberca y Mogarraz, donde se localizan dos escuelas de bordados de características
diferenciadas, a las que se adscriben el resto de los pueblos de la Sierra de Francia: la
escuela Albercana, caracterizada por composiciones menos abigarradas, con menor
horror vacui en la que predominan los tonos asalmonados y la de Mogarraz en la que
pervive la policromía de los colores tradicionales, a la que se fue sumando el salmón por
influencia de la escuela Albercana. Esta evolución diferenciada permite que se pueda
conocer, con cierta precisión, si un bordado procede de una u otra escuela.
Tejidos y materiales:
En la Sierra de Francia el cultivo del lino era una de las principales bases de la
economía familiar y su venta y exportación se encuentran íntimamente relacionadas con
la expansión y fama de los arrieros serranos.
El lino y la lana fueron los materiales básicos para la obtención del tejido. Entre el
siglo XI y XVII, el bordado serrano se realizaba en lienzo de lino –tafetán regular de
lino–, con las técnicas de «a dibujo», «hilos contados» y «al pasado», dando lugar a más
de 30 puntos diferentes, en función de la largura de la puntada, su inclinación y la
relación entre las propias puntadas, entre otras cosas.
Hasta el siglo XVII se empleaba la hebra de lana o el estambre fino, que
posteriormente será sustituido por la hebra de seda. En los últimos tiempos aparece el
algodón, el llamado moliné, que, junto con la seda, sigue siendo el material utilizado en
la actualidad.
Los distintos tejidos base del bordado eran creados en el telar tradicional, que es un
telar horizontal llamado telar de bajo lizo Hasta el siglo XIX los telares eran manuales,
llegando a contabilizarse en localidades como La Alberca alrededor de 40 telares y otros
tantos en el resto los pueblos del territorio comarcal. Desaparecidos los últimos telares
de lienzo a principios del siglo XX, se comenzaron a utilizar tejidos industriales realizados
con otras fibras.
Técnica:
El bordado popular serrano se realiza mediante la técnica conocida como mixta, ya
que utiliza dos procedimientos diferenciados dentro de un mismo ejemplar y en cada uno
de los motivos: «a hilos contados» y «a dibujo».
El bordado comienza con el dibujo de los motivos sobre el lienzo mediante un
cordoncillo negro que delimita los contornos. Posteriormente se pasa al rellenado del
motivo mediante una gran variedad de puntos, con la técnica de bordado «al pasado»,
donde el hilo recorre el derecho y el revés de la tela, y por la forma de disposición del
hilo «hilos contados», con diferentes puntos con nombres populares como «punto de
lomo», «punto media yema», «ojito entero», «espina de pez», «punto de ladrillo», «las
torrinas» y «asiento de la silla», contabilizándose hasta 34 diferentes.
El colorido tradicional está basado en el rojo, verde, amarillo y azul, combinados de
dos a dos siendo las combinaciones más comunes amarillo-azul, rojo-verde, azul y
negro.
En los bordados más antiguos que forman parte de colecciones museográficas,
escasean las policromías. El color negro, que se utilizaba para contornear los motivos,
es el color utilizado para bordar grandes composiciones de elementos florales y
zoomorfos y las mangas de las camisas galanas, especialmente las femeninas.
Desde mediados del siglo XX, se impone la policromía y se incorporan nuevos
colores, malvas, morados, verde hierba, azul cobalto, amarillo dorado, rojo fuego y el
salmón.
cve: BOE-A-2022-1012
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Colores: