III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANTABRIA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-228)
Resolución de 9 de noviembre de 2021, de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, de la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deportes, por la que se incoa procedimiento para dar nueva configuración al bien de interés cultural declarado Ciudad Romana de Julióbriga, en Retortillo (Campoo de Enmedio), definiendo, con precisión, su delimitación, otorgándole una nueva clasificación mediante la categoría de zona arqueológica y delimitando su entorno de protección.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 3
Martes 4 de enero de 2022
Sec. III. Pág. 1054
Sectores definidos en la Ciudad Romana de Julióbriga
Los siguientes son los sectores necesarios para completar la descripción del bien:
El Foro.
El foro de la ciudad romana de Iulióbriga está situado en la parte más alta del
yacimiento, en una posición intermedia respecto al referido núcleo. Posteriormente, en
torno al siglo XII, se convirtió en el lugar donde se construyó la iglesia románica de Santa
María de Retortillo (declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento,
mediante Decreto 52/1993, de 30 de junio).
En las inmediaciones del foro confluían las dos principales arterias que articulan el
urbanismo de toda ciudad romana, el kardo maximus y el decumanus maximus. La
calle porticada de «La Llanuca» debió formar parte del trazado del decumanus maximus,
mientras que el kardo maximus enlazaba al sur con la calzada romana que entraba por
Peña Cutral y que se dirigía hacia el valle del Besaya. De este último se conservan
restos en las inmediaciones del foro de la ciudad romana y en su prolongación hacia al
norte por el trazado del antiguo camino de acceso a Retortillo.
Los datos obtenidos en el foro durante las campañas de 2001 a 2007 permitieron
situar su construcción en época Flavia, en torno a los años 80-90 d. C. Las excavaciones
practicadas en el interior de la iglesia en el año 2004, permitieron conocer, además, la
disposición de un nuevo espacio de planta rectangular, adosado al recinto foral en su
pórtico oriental, que debió de cumplir las funciones de curia o lugar de reunión de los
notables locales.
También en el sector de la iglesia se pudo comprobar las primeras fases de
ocupación de la ciudad (siglo I a. C. al último tercio del siglo I d. C.), posiblemente al final
de las guerras cántabras, momento al que pertenecen una serie de talleres y hornos
destinados al trabajo secundario del hierro, así como las fases de ocupación romana
más reciente, con la construcción y el uso del foro.
A un momento posterior a la construcción del foro corresponde un inmueble
localizado al exterior, en su flanco noroeste. El edificio debió de estar en funcionamiento
entre los siglos II y IV d. C. Como el sector anterior, debió de tener un uso de tipo
artesanal, tabernae, ligado al trabajo del metal y otras actividades.
El trazado del vial, que viene a coincidir con el camino viejo de Retortillo, permite
identificarlo con la calzada romana que se dirigía hacia el interior en dirección a Peña
Cutral, es decir, funcionaba como kardo de acceso a la ciudad romana desde el sur.
La transformación del espacio forense en área funeraria tuvo lugar en el curso de la
Antigüedad tardía. Sobre este primer espacio funerario se dispuso posteriormente una
extensa necrópolis altomedieval. La excavación de los niveles superficiales del foro ha
permitido reconocer diferentes tipos de sepulturas, todas ellas de inhumación. El tipo
más antiguo es el de fosa para ataúd de madera, fechado entre los años finales del
siglo V y el siglo VII. Los enterramientos se disponen directamente sobre los suelos,
muros y zanjas de los edificios. Los restos de época medieval, también dispuestos sobre
las ruinas romanas del área del foro y del horizonte previo de tumbas de fosa, son
sepulturas del tipo de «cista de lajas», así como un reducido número de sarcófagos
antropomorfos. La cronología de este horizonte funerario puede situarse entre los
siglos X y XIII, con una variación en el tiempo de uno o dos siglos más.
De forma paralela a los hallazgos romanos, se han identificado en las cotas más
profundas de excavación, tanto en el entorno de la iglesia como en el sector de «La
Llanuca», cerámicas y objetos metálicos de la segunda Edad del Hierro (IV-III a. C. y el I
a. C.) similares a los usados en los poblados prerromanos del entorno de Iuliobriga, lo
que hace pensar en la existencia de un pequeño núcleo de análogas características
previo a la fundación romana. No obstante, la ausencia de evidencias constructivas
impide conocer aún la entidad del mismo.
cve: BOE-A-2022-228
Verificable en https://www.boe.es
1.
Núm. 3
Martes 4 de enero de 2022
Sec. III. Pág. 1054
Sectores definidos en la Ciudad Romana de Julióbriga
Los siguientes son los sectores necesarios para completar la descripción del bien:
El Foro.
El foro de la ciudad romana de Iulióbriga está situado en la parte más alta del
yacimiento, en una posición intermedia respecto al referido núcleo. Posteriormente, en
torno al siglo XII, se convirtió en el lugar donde se construyó la iglesia románica de Santa
María de Retortillo (declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento,
mediante Decreto 52/1993, de 30 de junio).
En las inmediaciones del foro confluían las dos principales arterias que articulan el
urbanismo de toda ciudad romana, el kardo maximus y el decumanus maximus. La
calle porticada de «La Llanuca» debió formar parte del trazado del decumanus maximus,
mientras que el kardo maximus enlazaba al sur con la calzada romana que entraba por
Peña Cutral y que se dirigía hacia el valle del Besaya. De este último se conservan
restos en las inmediaciones del foro de la ciudad romana y en su prolongación hacia al
norte por el trazado del antiguo camino de acceso a Retortillo.
Los datos obtenidos en el foro durante las campañas de 2001 a 2007 permitieron
situar su construcción en época Flavia, en torno a los años 80-90 d. C. Las excavaciones
practicadas en el interior de la iglesia en el año 2004, permitieron conocer, además, la
disposición de un nuevo espacio de planta rectangular, adosado al recinto foral en su
pórtico oriental, que debió de cumplir las funciones de curia o lugar de reunión de los
notables locales.
También en el sector de la iglesia se pudo comprobar las primeras fases de
ocupación de la ciudad (siglo I a. C. al último tercio del siglo I d. C.), posiblemente al final
de las guerras cántabras, momento al que pertenecen una serie de talleres y hornos
destinados al trabajo secundario del hierro, así como las fases de ocupación romana
más reciente, con la construcción y el uso del foro.
A un momento posterior a la construcción del foro corresponde un inmueble
localizado al exterior, en su flanco noroeste. El edificio debió de estar en funcionamiento
entre los siglos II y IV d. C. Como el sector anterior, debió de tener un uso de tipo
artesanal, tabernae, ligado al trabajo del metal y otras actividades.
El trazado del vial, que viene a coincidir con el camino viejo de Retortillo, permite
identificarlo con la calzada romana que se dirigía hacia el interior en dirección a Peña
Cutral, es decir, funcionaba como kardo de acceso a la ciudad romana desde el sur.
La transformación del espacio forense en área funeraria tuvo lugar en el curso de la
Antigüedad tardía. Sobre este primer espacio funerario se dispuso posteriormente una
extensa necrópolis altomedieval. La excavación de los niveles superficiales del foro ha
permitido reconocer diferentes tipos de sepulturas, todas ellas de inhumación. El tipo
más antiguo es el de fosa para ataúd de madera, fechado entre los años finales del
siglo V y el siglo VII. Los enterramientos se disponen directamente sobre los suelos,
muros y zanjas de los edificios. Los restos de época medieval, también dispuestos sobre
las ruinas romanas del área del foro y del horizonte previo de tumbas de fosa, son
sepulturas del tipo de «cista de lajas», así como un reducido número de sarcófagos
antropomorfos. La cronología de este horizonte funerario puede situarse entre los
siglos X y XIII, con una variación en el tiempo de uno o dos siglos más.
De forma paralela a los hallazgos romanos, se han identificado en las cotas más
profundas de excavación, tanto en el entorno de la iglesia como en el sector de «La
Llanuca», cerámicas y objetos metálicos de la segunda Edad del Hierro (IV-III a. C. y el I
a. C.) similares a los usados en los poblados prerromanos del entorno de Iuliobriga, lo
que hace pensar en la existencia de un pequeño núcleo de análogas características
previo a la fundación romana. No obstante, la ausencia de evidencias constructivas
impide conocer aún la entidad del mismo.
cve: BOE-A-2022-228
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