I. Disposiciones generales. PRESIDENCIA DEL GOBIERNO. Seguridad nacional. (BOE-A-2021-21884)
Real Decreto 1150/2021, de 28 de diciembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2021.
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No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 31 de diciembre de 2021
Sec. I. Pág. 167802
Libia y en su acercamiento a potencias con aspiraciones regionales como Turquía, India
o Irán.
Al mismo tiempo, el orden nuclear heredado de la guerra fría se ha visto erosionado
con el desmantelamiento de varios de los acuerdos de control de armas que limitaban la
carrera armamentística entre Estados Unidos y Rusia, como el Tratado sobre Fuerzas
Nucleares de Alcance Intermedio (INF). Sin embargo, Estados Unidos ha firmado un
acuerdo con Rusia que renueva el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas,
conocido como New START. Además, ha indicado su interés en un retorno al Plan de
Acción Integral Conjunto (PAIC) sobre el programa nuclear iraní, del que se retiró
en 2018.
Potencias regionales, como Irán o Turquía, también han reforzado su influencia
geopolítica en un contexto de fragmentación global y conflictos regionales, sobre todo en
Oriente Medio y el Mediterráneo. Es posible que los conflictos en Palestina, Israel, Libia,
Irak, Siria o Yemen continúen siendo escenarios de enfrentamiento entre diferentes
actores estatales y no estatales, tanto nacionales como extranjeros.
La retirada de Estados Unidos y de la OTAN de Afganistán tras 20 años de presencia
continua abre otro frente de competición geoestratégica, además de significar un posible
uso del territorio afgano como refugio y base de acciones terroristas por parte de grupos
yihadistas.
Por otro lado, la inestabilidad generada en el Mediterráneo oriental por las
prospecciones gasísticas en el mar territorial en disputa entre Turquía, Chipre y Grecia
muestra una tendencia a la unilateralidad en los litigios marítimos, dificulta una postura
común de la Unión Europea y aumenta la dificultad de consenso dentro de la OTAN.
África subsahariana se está convirtiendo en escenario de rivalidades entre distintas
potencias extrarregionales. En el Sahel, la desestabilización causada por el terrorismo
yihadista se solapa con conflictos intercomunitarios en Estados que carecen de fortaleza
institucional para hacer frente con éxito a este desafío múltiple. Todas estas dinámicas,
unidas a la pobreza y desigualdad, agudizan la inseguridad imperante en varios países
de la región.
Por su parte, la Unión Europea continúa su apuesta por una sólida relación
transatlántica, al tiempo que define su postura hacia China entre la competición y la
cooperación, en un ambiente de creciente inestabilidad en su vecindario oriental.
En este contexto multipolar y competitivo, se incrementa la necesidad de reforzar la
autonomía estratégica de la Unión Europea, tanto en términos de política comercial e
industrial comunitaria como en el desarrollo pleno de su Política Exterior y de Seguridad
Común. Para ello, tendrá que lograr un equilibrio acorde con los compromisos de
Derecho Internacional sobre la protección y garantía de los derechos humanos y con su
papel como defensora de la democracia, el libre comercio y el multilateralismo.
Escenario socio-económico
La pandemia de la COVID-19 desencadenó la peor crisis económica mundial desde
la Segunda Guerra Mundial, con una caída sin precedentes del Producto Interior Bruto
(PIB) y de la actividad laboral mundial. La magnitud de sus efectos ha sido muy desigual,
en función del tejido productivo de cada país, de los recursos económicos y de sus
niveles de endeudamiento.
La repercusión de la crisis sobre la economía global en términos de PIB ha sido
mayor que la de 2008, aunque ha estado seguida de un pronunciado repunte alcista. En
un contexto de reducido crecimiento de la productividad en Europa y Estados Unidos, el
impacto sobre las economías ha sido notable y podría acelerar el cambio en el equilibrio
de poder de oeste a este. China es la única economía del G20 que no sufrió una
recesión en 2020.
Si bien se espera que las consecuencias económicas negativas sean transitorias y
que estén seguidas de tasas de crecimiento relativamente elevadas, se prevé un periodo
cve: BOE-A-2021-21884
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 314
Viernes 31 de diciembre de 2021
Sec. I. Pág. 167802
Libia y en su acercamiento a potencias con aspiraciones regionales como Turquía, India
o Irán.
Al mismo tiempo, el orden nuclear heredado de la guerra fría se ha visto erosionado
con el desmantelamiento de varios de los acuerdos de control de armas que limitaban la
carrera armamentística entre Estados Unidos y Rusia, como el Tratado sobre Fuerzas
Nucleares de Alcance Intermedio (INF). Sin embargo, Estados Unidos ha firmado un
acuerdo con Rusia que renueva el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas,
conocido como New START. Además, ha indicado su interés en un retorno al Plan de
Acción Integral Conjunto (PAIC) sobre el programa nuclear iraní, del que se retiró
en 2018.
Potencias regionales, como Irán o Turquía, también han reforzado su influencia
geopolítica en un contexto de fragmentación global y conflictos regionales, sobre todo en
Oriente Medio y el Mediterráneo. Es posible que los conflictos en Palestina, Israel, Libia,
Irak, Siria o Yemen continúen siendo escenarios de enfrentamiento entre diferentes
actores estatales y no estatales, tanto nacionales como extranjeros.
La retirada de Estados Unidos y de la OTAN de Afganistán tras 20 años de presencia
continua abre otro frente de competición geoestratégica, además de significar un posible
uso del territorio afgano como refugio y base de acciones terroristas por parte de grupos
yihadistas.
Por otro lado, la inestabilidad generada en el Mediterráneo oriental por las
prospecciones gasísticas en el mar territorial en disputa entre Turquía, Chipre y Grecia
muestra una tendencia a la unilateralidad en los litigios marítimos, dificulta una postura
común de la Unión Europea y aumenta la dificultad de consenso dentro de la OTAN.
África subsahariana se está convirtiendo en escenario de rivalidades entre distintas
potencias extrarregionales. En el Sahel, la desestabilización causada por el terrorismo
yihadista se solapa con conflictos intercomunitarios en Estados que carecen de fortaleza
institucional para hacer frente con éxito a este desafío múltiple. Todas estas dinámicas,
unidas a la pobreza y desigualdad, agudizan la inseguridad imperante en varios países
de la región.
Por su parte, la Unión Europea continúa su apuesta por una sólida relación
transatlántica, al tiempo que define su postura hacia China entre la competición y la
cooperación, en un ambiente de creciente inestabilidad en su vecindario oriental.
En este contexto multipolar y competitivo, se incrementa la necesidad de reforzar la
autonomía estratégica de la Unión Europea, tanto en términos de política comercial e
industrial comunitaria como en el desarrollo pleno de su Política Exterior y de Seguridad
Común. Para ello, tendrá que lograr un equilibrio acorde con los compromisos de
Derecho Internacional sobre la protección y garantía de los derechos humanos y con su
papel como defensora de la democracia, el libre comercio y el multilateralismo.
Escenario socio-económico
La pandemia de la COVID-19 desencadenó la peor crisis económica mundial desde
la Segunda Guerra Mundial, con una caída sin precedentes del Producto Interior Bruto
(PIB) y de la actividad laboral mundial. La magnitud de sus efectos ha sido muy desigual,
en función del tejido productivo de cada país, de los recursos económicos y de sus
niveles de endeudamiento.
La repercusión de la crisis sobre la economía global en términos de PIB ha sido
mayor que la de 2008, aunque ha estado seguida de un pronunciado repunte alcista. En
un contexto de reducido crecimiento de la productividad en Europa y Estados Unidos, el
impacto sobre las economías ha sido notable y podría acelerar el cambio en el equilibrio
de poder de oeste a este. China es la única economía del G20 que no sufrió una
recesión en 2020.
Si bien se espera que las consecuencias económicas negativas sean transitorias y
que estén seguidas de tasas de crecimiento relativamente elevadas, se prevé un periodo
cve: BOE-A-2021-21884
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 314