III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2021-19602)
Decreto 69/2021, de 3 de noviembre, por el que se declara bien de interés cultural con la categoría de monumento la obra de ingeniería civil del Viaducto de San Martín en Ortigosa de Cameros, y su entorno de protección.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 283
Viernes 26 de noviembre de 2021
Sec. III. Pág. 146027
El arco tiene una sección básica rectangular con una anchura aproximada de 3.40
metros y un canto variable de clave a arranques entre 0.60 y 0.85 metros. El arco
dispone ambos lados una visera-imposta que lo recorre longitudinalmente materializada
como un pequeño voladizo de sección cuadrada de 0.20 metros de lado.
El tablero sobre el arco se sostiene por medio de pares de pilastras unidas por vigas
transversales en pie y en cabeza y separadas longitudinalmente 3 metros. Los dos pares
de pilastras más altas de cada lado tienen además una viga de atado a mitad de altura.
El tablero del arco central es una losa de 20 cm de espesor con vigas de
transversales cada 3 metros, que se desarrollan hacia abajo, hasta sumar
aproximadamente 40 cm de canto total. En cambio, en los vanos de acceso el sistema
estructural se basa en vigas de borde con un canto total de un metro, de los que
aproximadamente son 20 cm por encima de la losa y 60 por debajo. A ambos lados del
tablero existe adosado monolíticamente un voladizo-imposta con moldura escalonada
sobre el que se asientan las barandillas.
El tablero se organiza en una anchura de 3.80 metros dividida en una calzada de
unos 2.40 metros y dos andenes estrechos de 0.60 metros, estando el resto del espacio
ocupado por las barandillas. Es, por tanto, un puente de una sola vía. Se puede señalar
que en la actualidad la calzada se halla prácticamente nivelada con las aceras, por lo
que no existe separación efectiva de tráfico rodado y peatonal.
Existen juntas de apoyo entre las diversas partes de la obra. El vano de acceso de la
margen derecha se apoya en el estribo y en la pila de arranque de arco por medio de
una lámina de cartón o, tal vez, de plomo. Igualmente ocurre con el vano biapoyado de la
margen izquierda. Además, las vigas de borde del tablero sobre el arco se apoyan, a
media madera, sobre las vigas de gran canto de los vanos de acceso. Se supone
igualmente una junta de cartón o un aparato de apoyo de plomo.
En la actualidad tiene un uso mixto vehicular y peatonal, siendo la carga máxima
expresamente señalizada a la entrada del puede de 1,5 Tn, por lo que sólo se admite el
uso por vehículos ligeros, dada la existencia actual de patologías por la corrosión de la
armadura embebida en el hormigón.
3.
Justificación excepcionalidad del Bien.
A.
El viaducto considerado en sí mismo y en relación con las obras:
B.
La adscripción del viaducto a un rico contexto histórico:
Además, este viaducto es singular por su situación atípica, en un pueblo de montaña
lejos de rutas principales, lo que encadena una serie de hechos anormales sobre el
origen de su concepción y financiación, totalmente privada, de mano de benefactores
indianos asturianos.
Aunque construido en pleno siglo XX, el viaducto de San Martín constituye un bien
inmueble representativo no sólo de la evolución histórica ortigosana, sino del territorio
cve: BOE-A-2021-19602
Verificable en https://www.boe.es
El valor de esta estructura se destaca contextualizándola dentro del marco
tecnológico de la época en la que fue construida, dentro del cual es un ejemplar singular
por su simple tamaño, ya que se trata del puente arco de hormigón de mayor luz que se
conserva de esa época. Aunque el ejemplar de San Román de Candamo, en Asturias,
tenía una luz incluso mayor, desafortunadamente, hoy no se conserva. De esta manera y
atendiendo al panorama nacional en su conjunto, el viaducto de San Martín constituye un
referente tecnológico insustituible de una época en la que el sistema de patentes
instaurado desde finales del siglo XIX dejaba paso a una utilización del hormigón armado
sobre bases analíticas.
El viaducto de San Martín en Ortigosa de Cameros es un ejemplar de puente de
hormigón armado del primer cuarto del siglo XX sobre el que apenas han existido
actuaciones de adición, reconstrucción o reparación. Eso significa que conserva de
forma íntegra los elementos originales con los que fue inaugurado en septiembre
de 1924.
Núm. 283
Viernes 26 de noviembre de 2021
Sec. III. Pág. 146027
El arco tiene una sección básica rectangular con una anchura aproximada de 3.40
metros y un canto variable de clave a arranques entre 0.60 y 0.85 metros. El arco
dispone ambos lados una visera-imposta que lo recorre longitudinalmente materializada
como un pequeño voladizo de sección cuadrada de 0.20 metros de lado.
El tablero sobre el arco se sostiene por medio de pares de pilastras unidas por vigas
transversales en pie y en cabeza y separadas longitudinalmente 3 metros. Los dos pares
de pilastras más altas de cada lado tienen además una viga de atado a mitad de altura.
El tablero del arco central es una losa de 20 cm de espesor con vigas de
transversales cada 3 metros, que se desarrollan hacia abajo, hasta sumar
aproximadamente 40 cm de canto total. En cambio, en los vanos de acceso el sistema
estructural se basa en vigas de borde con un canto total de un metro, de los que
aproximadamente son 20 cm por encima de la losa y 60 por debajo. A ambos lados del
tablero existe adosado monolíticamente un voladizo-imposta con moldura escalonada
sobre el que se asientan las barandillas.
El tablero se organiza en una anchura de 3.80 metros dividida en una calzada de
unos 2.40 metros y dos andenes estrechos de 0.60 metros, estando el resto del espacio
ocupado por las barandillas. Es, por tanto, un puente de una sola vía. Se puede señalar
que en la actualidad la calzada se halla prácticamente nivelada con las aceras, por lo
que no existe separación efectiva de tráfico rodado y peatonal.
Existen juntas de apoyo entre las diversas partes de la obra. El vano de acceso de la
margen derecha se apoya en el estribo y en la pila de arranque de arco por medio de
una lámina de cartón o, tal vez, de plomo. Igualmente ocurre con el vano biapoyado de la
margen izquierda. Además, las vigas de borde del tablero sobre el arco se apoyan, a
media madera, sobre las vigas de gran canto de los vanos de acceso. Se supone
igualmente una junta de cartón o un aparato de apoyo de plomo.
En la actualidad tiene un uso mixto vehicular y peatonal, siendo la carga máxima
expresamente señalizada a la entrada del puede de 1,5 Tn, por lo que sólo se admite el
uso por vehículos ligeros, dada la existencia actual de patologías por la corrosión de la
armadura embebida en el hormigón.
3.
Justificación excepcionalidad del Bien.
A.
El viaducto considerado en sí mismo y en relación con las obras:
B.
La adscripción del viaducto a un rico contexto histórico:
Además, este viaducto es singular por su situación atípica, en un pueblo de montaña
lejos de rutas principales, lo que encadena una serie de hechos anormales sobre el
origen de su concepción y financiación, totalmente privada, de mano de benefactores
indianos asturianos.
Aunque construido en pleno siglo XX, el viaducto de San Martín constituye un bien
inmueble representativo no sólo de la evolución histórica ortigosana, sino del territorio
cve: BOE-A-2021-19602
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El valor de esta estructura se destaca contextualizándola dentro del marco
tecnológico de la época en la que fue construida, dentro del cual es un ejemplar singular
por su simple tamaño, ya que se trata del puente arco de hormigón de mayor luz que se
conserva de esa época. Aunque el ejemplar de San Román de Candamo, en Asturias,
tenía una luz incluso mayor, desafortunadamente, hoy no se conserva. De esta manera y
atendiendo al panorama nacional en su conjunto, el viaducto de San Martín constituye un
referente tecnológico insustituible de una época en la que el sistema de patentes
instaurado desde finales del siglo XIX dejaba paso a una utilización del hormigón armado
sobre bases analíticas.
El viaducto de San Martín en Ortigosa de Cameros es un ejemplar de puente de
hormigón armado del primer cuarto del siglo XX sobre el que apenas han existido
actuaciones de adición, reconstrucción o reparación. Eso significa que conserva de
forma íntegra los elementos originales con los que fue inaugurado en septiembre
de 1924.