III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2021-4392)
Decreto 80/2020, de 23 de diciembre, por el que se declara el Convento de la Madre de Dios de Valverde de Leganés (Badajoz) como bien de interés cultural, con la categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 68
Sábado 20 de marzo de 2021
Sec. III. Pág. 32091
Los observantes se amparan en el ideal de unidad, en el escándalo que comporta la
desunión, en la necesidad de cortar abusos, que cargan de modo inmisericorde e injusto
sobre los descalzos.
Así, sin casas en España ni en Portugal, se refugiaron en una isleta del río Guadiana,
llamada Isla de la Contienda, por ser libre y exenta de los reinos de España y Portugal.
Aquí vivieron los descalzos en la más extrema pobreza, vestidos de zaleas y pieles,
hasta conseguir que las aguas volvieran a su cauce. En 1503 y en 1504 el pontífice firma
el documento en el que confirma la aprobación de la nueva reforma, le conceden la
facultad de edificar conventos, de recibir frailes y mandan que se les restituyan los
conventos sustraídos. En 1504, la ejecución de los mandatos pontificios tropieza con
resistencias y recursos administrativos.
En 1508, los observantes consiguen que el Papa Julio II revoque y anule todo lo
expedido a favor de los descalzos, desatando una gran ofensiva contra la descalcez. A
mediados de ese año, el Papa aprobó la concordia hecha entre conventuales, observantes
y descalzos.
En 1510 los pocos descalzos castellanos que quedaban firmaron un documento en el
que manifiestan que sólo buscan servir a Dios sin escándalos de nadie y bajo la obediencia
del provincial de los conventuales.
No será hasta 1515, cuando el Papa León X apruebe la constitución de la custodia
llamada antes del Santo Evangelio y ahora de Extremadura. Y, en 1517, promulga la bula
que divide en dos la Orden Franciscana: observantes y conventuales, así la provincia de
San Gabriel quedó bajo la Autoridad General de los Observantes y la de La Piedad, bajo
la de los Claustrales.
Esta separación no logró la uniformación de los diferentes grupos reformados. Para
ello el Papa ordenó que se redactasen las constituciones generales, pero, no fueron
acatadas, y se produce el distanciamiento progresivo de las dos ramas y la inestabilidad
que caracterizará la evolución de la Orden en los siglos XVI y XVII.
La Descalcez es símbolo de interioridad, humildad, penitencia y pobreza, entendida
como disponibilidad evangélica total.
La pobreza afecta a edificios, vestido, rezo del oficio divino y culto conventual, celda,
limosna… y, sobre todo, la armonía entre cuerpo y espíritu, a la conquista de las pasiones
y señorío del yo, sin olvidar la solicitud por los pobres.
En Extremadura, la Descalcez franciscana se inicia en un momento de gran efusión
espiritual, fruto de la depuración eclesiástica, efectuada por los monarcas o el Cardenal
Cisneros a finales de mil cuatrocientos.
Situado en un bello paraje, alejado de la población de Valverde de Leganés, y dentro
de los límites de la finca «La China», en el término municipal de Valverde de Leganés, se
construyó el convento franciscano de Madre de Dios, también conocido como de la
Encarnación, su fundación se remonta a mediados del siglo XVI.
El convento está formado por una unidad, bien definida, donde se incluye tanto las
dependencias conventuales, es decir, la iglesia, el convento y arquitecturas añadidas (la
hospedería), como la zona de huerta donde se encuentran estructuras vinculadas a la
explotación de la huerta por los monjes franciscanos (aljibes, restos de la noria, fuentelavadero, alberca, muros de contención de las terrazas de cultivo, pasos perpendiculares
para acceder de unas terrazas, pasos de agua). También el propio cercado de mampostería
que cierra el conjunto. Tanto el conjunto constructivo, así como el propio paraje donde se
insertan todos estos elementos, se perciben con los valores históricos y culturales que
hacen que este conjunto conventual pueda ser considerado como uno de los bienes más
relevantes del patrimonio cultural extremeño.
Las construcciones siguen las ideas fundamentales de los conventos franciscanos. De
proporciones contenidas, la iglesia se ubica al norte, orientada, de este a oeste y
comunicada con el convento a través de una puerta en su muro meridional. Pieza
destacada de la edificación es el claustro, elemento organizador de todas las dependencias
cve: BOE-A-2021-4392
Verificable en https://www.boe.es
Descripción del bien.
Núm. 68
Sábado 20 de marzo de 2021
Sec. III. Pág. 32091
Los observantes se amparan en el ideal de unidad, en el escándalo que comporta la
desunión, en la necesidad de cortar abusos, que cargan de modo inmisericorde e injusto
sobre los descalzos.
Así, sin casas en España ni en Portugal, se refugiaron en una isleta del río Guadiana,
llamada Isla de la Contienda, por ser libre y exenta de los reinos de España y Portugal.
Aquí vivieron los descalzos en la más extrema pobreza, vestidos de zaleas y pieles,
hasta conseguir que las aguas volvieran a su cauce. En 1503 y en 1504 el pontífice firma
el documento en el que confirma la aprobación de la nueva reforma, le conceden la
facultad de edificar conventos, de recibir frailes y mandan que se les restituyan los
conventos sustraídos. En 1504, la ejecución de los mandatos pontificios tropieza con
resistencias y recursos administrativos.
En 1508, los observantes consiguen que el Papa Julio II revoque y anule todo lo
expedido a favor de los descalzos, desatando una gran ofensiva contra la descalcez. A
mediados de ese año, el Papa aprobó la concordia hecha entre conventuales, observantes
y descalzos.
En 1510 los pocos descalzos castellanos que quedaban firmaron un documento en el
que manifiestan que sólo buscan servir a Dios sin escándalos de nadie y bajo la obediencia
del provincial de los conventuales.
No será hasta 1515, cuando el Papa León X apruebe la constitución de la custodia
llamada antes del Santo Evangelio y ahora de Extremadura. Y, en 1517, promulga la bula
que divide en dos la Orden Franciscana: observantes y conventuales, así la provincia de
San Gabriel quedó bajo la Autoridad General de los Observantes y la de La Piedad, bajo
la de los Claustrales.
Esta separación no logró la uniformación de los diferentes grupos reformados. Para
ello el Papa ordenó que se redactasen las constituciones generales, pero, no fueron
acatadas, y se produce el distanciamiento progresivo de las dos ramas y la inestabilidad
que caracterizará la evolución de la Orden en los siglos XVI y XVII.
La Descalcez es símbolo de interioridad, humildad, penitencia y pobreza, entendida
como disponibilidad evangélica total.
La pobreza afecta a edificios, vestido, rezo del oficio divino y culto conventual, celda,
limosna… y, sobre todo, la armonía entre cuerpo y espíritu, a la conquista de las pasiones
y señorío del yo, sin olvidar la solicitud por los pobres.
En Extremadura, la Descalcez franciscana se inicia en un momento de gran efusión
espiritual, fruto de la depuración eclesiástica, efectuada por los monarcas o el Cardenal
Cisneros a finales de mil cuatrocientos.
Situado en un bello paraje, alejado de la población de Valverde de Leganés, y dentro
de los límites de la finca «La China», en el término municipal de Valverde de Leganés, se
construyó el convento franciscano de Madre de Dios, también conocido como de la
Encarnación, su fundación se remonta a mediados del siglo XVI.
El convento está formado por una unidad, bien definida, donde se incluye tanto las
dependencias conventuales, es decir, la iglesia, el convento y arquitecturas añadidas (la
hospedería), como la zona de huerta donde se encuentran estructuras vinculadas a la
explotación de la huerta por los monjes franciscanos (aljibes, restos de la noria, fuentelavadero, alberca, muros de contención de las terrazas de cultivo, pasos perpendiculares
para acceder de unas terrazas, pasos de agua). También el propio cercado de mampostería
que cierra el conjunto. Tanto el conjunto constructivo, así como el propio paraje donde se
insertan todos estos elementos, se perciben con los valores históricos y culturales que
hacen que este conjunto conventual pueda ser considerado como uno de los bienes más
relevantes del patrimonio cultural extremeño.
Las construcciones siguen las ideas fundamentales de los conventos franciscanos. De
proporciones contenidas, la iglesia se ubica al norte, orientada, de este a oeste y
comunicada con el convento a través de una puerta en su muro meridional. Pieza
destacada de la edificación es el claustro, elemento organizador de todas las dependencias
cve: BOE-A-2021-4392
Verificable en https://www.boe.es
Descripción del bien.