3. Otras disposiciones. . (2025/89-32)
Resolución de 25 de abril de 2025, de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Málaga, por la que se incoa el procedimiento para la inscripción, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, de la actividad de interés etnológico denominada Carpintería de Ribera en la provincia de Málaga.
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Número 89 - Martes, 13 de mayo de 2025
página 6527/4
otras embarcaciones similares de diferentes áreas litorales del Mediterráneo y con una
tradición que se remonta a la Antigüedad.
La jábega, o barca de jábega, ha sido reconocida desde hace décadas como elemento
representativo de la provincia de Málaga. Su presencia en las playas ha otorgado
identidad propia a la franja litoral y, de hecho, la Diputación Provincial de Málaga eligió
en 1973 la jábega como símbolo provincial, dando su nombre a una revista cultural. El
paso del tiempo ha reforzado el papel de la barca como seña de identidad de Málaga. La
carpintería de ribera tradicional se ha conservado, sobre todo, gracias a la adaptación de
las jábegas a la actividad lúdica y la competición deportiva, proceso que se ha producido
de manera natural, por la sustitución de los antiguos jabegotes pescadores por nuevas
generaciones de hombres y mujeres que practican el remo como medio de ocio, con
fines de ejercicio físico y sociabilidad.
La buceta.
La buceta es una embarcación tradicional simétrica, de doble proa, que deriva de
la lancha aunque su eslora es menor (5 metros aproximadamente) y su ancho más
uniforme. Su diseño funcional se debe precisamente a que su manga es corta en relación
a su eslora presentando un característico casco alargado y ligeramente curvo y lanzado
en los extremos. También se reconoce la buceta por la ausencia de cubierta, solo lleva
bancos y dos pequeñas cubiertas en los extremos que refuerzan y estabilizan el casco.
Su construcción es ligera y sencilla con elementos clave como los bancos.
El sardinal.
Las embarcaciones para manejar el arte del sardinal (de deriva) eran de dos tipos
casi iguales, las barquillas y los barcos. Tenían de 6 a 8 metros de eslora y entre 1,5 y 2
toneladas de arqueo, iban aparejadas con vela latina, aunque siempre llevaban remos,
con tripulaciones entre 5 y 7 hombres. Tenían quilla normal y dos carenotes para facilitar
la varada. Contaban con cubierta y el palo, inclinado hacia delante, sostenía la percha o
verga formada por dos piezas: el car y la entena. La roda de proa era alta, coronada por
un gorrete. También llevaban imágenes de mujeres o sirenas, y algunas también ojos
como las jábegas, aunque no todas.
La chalana.
Según la publicación de Pablo Portillo Stempel, el Diccionario Marítimo Español de
1831 recoge la chalana como un «bote chico de proa aguda, popa cortada y fondo plano,
capaz de solo de cinco o seis hombres, que sirve para uso de la maestranza en sus
pequeños trabajos al costado de los buques, y particularmente en los diques de carena,
cuando tienen agua». Embarcación menor, semejante a un cajón rectangular planuda y
de proa y popa cortadas a pique, que comúnmente se hace caminar a la sirga, sirve para
transportar efectos y gentes en los parajes de poco fondo dentro de los puertos y ríos y
también hace de botes de algunos barcos de cabotaje.
De madera y con escaso mantenimiento, este tipo de embarcación está consolidada,
toda vez que provista de motor fuera borda, su construcción es bastante sencilla y
económica. El material empleado para su manufactura es el chapón fenólico o la tabla
de madera, incluso ambos materiales. Ello hace que estos barcos sean muy livianos. Con
popa de espejo y un rebaje a popa para adosar el motor, tienen una eslora entre 4,5 y 7 m
aproximadamente. La manga no alcanza más de 1,40 m. No dispone de cuadernas, en todo
caso algunas varengas espaciadas para dar consistencia al casco, es de pantoque recto y
tiene un pequeño arrufo. La proa no es muy lanzada. El puntal varía bastante, pues las hay
con una altura escasa -70 cm- mientras en otras se acerca a los 90 cm. Igualmente dispone
de corredores en ambas bandas con imbornales, y los escálamos son 4 o 6, anclados en
la regala. De medianía a proa existe una escotilla o hueco -cubierto o abatible- con un
cuartel. Poseen entre dos y tres bancos y una cubierta curvada, con una brusca de bao
de unos 15 cm aproximadamente. A popa suelen estar provistas de otro hueco o buchín,
que aloja tanto el depósito metálico movible de combustible del fuera borda como la goma
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00320127
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
página 6527/4
otras embarcaciones similares de diferentes áreas litorales del Mediterráneo y con una
tradición que se remonta a la Antigüedad.
La jábega, o barca de jábega, ha sido reconocida desde hace décadas como elemento
representativo de la provincia de Málaga. Su presencia en las playas ha otorgado
identidad propia a la franja litoral y, de hecho, la Diputación Provincial de Málaga eligió
en 1973 la jábega como símbolo provincial, dando su nombre a una revista cultural. El
paso del tiempo ha reforzado el papel de la barca como seña de identidad de Málaga. La
carpintería de ribera tradicional se ha conservado, sobre todo, gracias a la adaptación de
las jábegas a la actividad lúdica y la competición deportiva, proceso que se ha producido
de manera natural, por la sustitución de los antiguos jabegotes pescadores por nuevas
generaciones de hombres y mujeres que practican el remo como medio de ocio, con
fines de ejercicio físico y sociabilidad.
La buceta.
La buceta es una embarcación tradicional simétrica, de doble proa, que deriva de
la lancha aunque su eslora es menor (5 metros aproximadamente) y su ancho más
uniforme. Su diseño funcional se debe precisamente a que su manga es corta en relación
a su eslora presentando un característico casco alargado y ligeramente curvo y lanzado
en los extremos. También se reconoce la buceta por la ausencia de cubierta, solo lleva
bancos y dos pequeñas cubiertas en los extremos que refuerzan y estabilizan el casco.
Su construcción es ligera y sencilla con elementos clave como los bancos.
El sardinal.
Las embarcaciones para manejar el arte del sardinal (de deriva) eran de dos tipos
casi iguales, las barquillas y los barcos. Tenían de 6 a 8 metros de eslora y entre 1,5 y 2
toneladas de arqueo, iban aparejadas con vela latina, aunque siempre llevaban remos,
con tripulaciones entre 5 y 7 hombres. Tenían quilla normal y dos carenotes para facilitar
la varada. Contaban con cubierta y el palo, inclinado hacia delante, sostenía la percha o
verga formada por dos piezas: el car y la entena. La roda de proa era alta, coronada por
un gorrete. También llevaban imágenes de mujeres o sirenas, y algunas también ojos
como las jábegas, aunque no todas.
La chalana.
Según la publicación de Pablo Portillo Stempel, el Diccionario Marítimo Español de
1831 recoge la chalana como un «bote chico de proa aguda, popa cortada y fondo plano,
capaz de solo de cinco o seis hombres, que sirve para uso de la maestranza en sus
pequeños trabajos al costado de los buques, y particularmente en los diques de carena,
cuando tienen agua». Embarcación menor, semejante a un cajón rectangular planuda y
de proa y popa cortadas a pique, que comúnmente se hace caminar a la sirga, sirve para
transportar efectos y gentes en los parajes de poco fondo dentro de los puertos y ríos y
también hace de botes de algunos barcos de cabotaje.
De madera y con escaso mantenimiento, este tipo de embarcación está consolidada,
toda vez que provista de motor fuera borda, su construcción es bastante sencilla y
económica. El material empleado para su manufactura es el chapón fenólico o la tabla
de madera, incluso ambos materiales. Ello hace que estos barcos sean muy livianos. Con
popa de espejo y un rebaje a popa para adosar el motor, tienen una eslora entre 4,5 y 7 m
aproximadamente. La manga no alcanza más de 1,40 m. No dispone de cuadernas, en todo
caso algunas varengas espaciadas para dar consistencia al casco, es de pantoque recto y
tiene un pequeño arrufo. La proa no es muy lanzada. El puntal varía bastante, pues las hay
con una altura escasa -70 cm- mientras en otras se acerca a los 90 cm. Igualmente dispone
de corredores en ambas bandas con imbornales, y los escálamos son 4 o 6, anclados en
la regala. De medianía a proa existe una escotilla o hueco -cubierto o abatible- con un
cuartel. Poseen entre dos y tres bancos y una cubierta curvada, con una brusca de bao
de unos 15 cm aproximadamente. A popa suelen estar provistas de otro hueco o buchín,
que aloja tanto el depósito metálico movible de combustible del fuera borda como la goma
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00320127
BOJA
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