3. Otras disposiciones. . (2025/58-44)
Acuerdo de 21 de marzo de 2025, de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Córdoba, por el que se da publicidad a la resolución de incoación del procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, de la actividad de interés etnológico denominada la Santería en Lucena (Córdoba).
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BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
Número 58 - Miércoles, 26 de marzo de 2025
página 4138/6
IV. Valores históricos y etnológicos.
Aunque los investigadores locales sitúan el origen de la santería en el siglo XIX,
constan preexistencias barrocas y dieciochescas en el siglo XVII y XVIII en que pueden
ser vistos aspectos directos de la santería. Ello muestra el importante valor histórico de
la institución social y su evolución a lo largo del tiempo, manteniendo en el presente una
idiosincrasia propia, al margen del influjo de los dos modelos procesionales (sevillano y
malagueño) que inciden en la mayor parte de municipios de la Subbética y la Campiña
cordobesas.
De cualquier modo, y a pesar de estas preexistencias, lo que hoy se conoce como
santería es el resultado de un proceso evolutivo que arranca en la primera mitad del
siglo XIX y parece consolidado hacia la década de 1920, fechas en las que se incorporan
a las cofradías históricas, la cofradía de Jesús Amarrado a la Columna y la cofradía del
Cristo de la Sangre. Se trata de un fenómeno sociocultural que, aunque tenga como
esencia el santear, no ha dejado de evolucionar hasta el presente, detectándose varias
etapas o fases a lo largo de la historia.
Del mismo modo que la religiosidad popular en Lucena no se concibe sin la santería,
tampoco la sociedad local se entiende sin ella. Como actividad social impregna no sólo a
los grupos sociales que la practican sino al conjunto de la sociedad en general. Muchas
son las familias que se involucran en los preparativos, la atención y la realización de la
santería cada año.
Por otra parte, el tipo de agrupación social que la caracteriza (cuadrillas temporales
y no permanentes) articula relaciones sociales que van más allá de la propia actividad.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00317741
miembros de la cuadrilla para confraternizar y estrechar los lazos en la santería. En ellas
se producen los procesos de enculturación y aprendizaje de los saberes y conocimientos
para la práctica. De la convivencia resultan los valores que priman en la expresión cultural,
tales como la camaradería, el compañerismo y la amistad. El número de juntas es variable.
Depende de lo que considere el manijero, aunque hay dos que son fijas y permanentes:
las juntas de sitios y las juntas de marca, verdaderos ritos internos para el santero. Otros
actos rituales en este ciclo son: el vestirse de santero antes de la procesión, el paseíllo,
atar la almohadilla al varal; la propia procesión que marca la práctica, el «refresco» que
se produce al finalizar la procesión, y el «gasto», última reunión que organiza el manijero
para disolver la cuadrilla.
Indumentaria e instrumentos.
Las cuadrillas de santeros (santeros, tamboreros, y torralbos) van uniformadas con
indumentaria específica. En las santerías de Pasión consiste en una túnica corta y
capirote corto echado hacia atrás sin cubre-rostro, del color de la cofradía. Bajo la túnica
viste camisa sin cuello y pañuelo blancos, pantalón de medio ancho, faja y cinto, y botas
o botines negros. En las santerías de la Virgen de Araceli la indumentaria de los santeros
cambia. En la Bajada y Subida en Romería los santeros llevan pantalón de medio ancho,
botas negras, camisa blanca, cinto, pañuelo blanco, faja con el color del vestido de la
Virgen y el escudo de la Real Archicofradía en el pecho. En el día de la procesión los
santeros van uniformados con túnica blanca sobre pantalón de medio ancho y capirote
blanco. En las santerías de gloria, la indumentaria viene diferenciada por el color del
capirote; marrón para las procesiones de la Virgen del Carmen, rojo en las de Santiago,
celeste en las de la Virgen del Valle, marrón oscuro en las de Santa Teresa de Jesús, y
azul en las de la Virgen de la Aurora.
Para la práctica de la santería los santeros van provistos de almohadillas y horquillas
como único instrumental necesario. Las almohadillas son sacos de tela con cintas en sus
extremos, rellenos de lana que se amarran al varal envolviendo la cuña para amortiguar
el peso del trono sobre el hombro. Las horquillas son varas de madera o de hierro
rematadas con una pieza también de hierro con forma de «u» que sirven para soportar el
peso del trono cuando no está sobre los hombros.
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
Número 58 - Miércoles, 26 de marzo de 2025
página 4138/6
IV. Valores históricos y etnológicos.
Aunque los investigadores locales sitúan el origen de la santería en el siglo XIX,
constan preexistencias barrocas y dieciochescas en el siglo XVII y XVIII en que pueden
ser vistos aspectos directos de la santería. Ello muestra el importante valor histórico de
la institución social y su evolución a lo largo del tiempo, manteniendo en el presente una
idiosincrasia propia, al margen del influjo de los dos modelos procesionales (sevillano y
malagueño) que inciden en la mayor parte de municipios de la Subbética y la Campiña
cordobesas.
De cualquier modo, y a pesar de estas preexistencias, lo que hoy se conoce como
santería es el resultado de un proceso evolutivo que arranca en la primera mitad del
siglo XIX y parece consolidado hacia la década de 1920, fechas en las que se incorporan
a las cofradías históricas, la cofradía de Jesús Amarrado a la Columna y la cofradía del
Cristo de la Sangre. Se trata de un fenómeno sociocultural que, aunque tenga como
esencia el santear, no ha dejado de evolucionar hasta el presente, detectándose varias
etapas o fases a lo largo de la historia.
Del mismo modo que la religiosidad popular en Lucena no se concibe sin la santería,
tampoco la sociedad local se entiende sin ella. Como actividad social impregna no sólo a
los grupos sociales que la practican sino al conjunto de la sociedad en general. Muchas
son las familias que se involucran en los preparativos, la atención y la realización de la
santería cada año.
Por otra parte, el tipo de agrupación social que la caracteriza (cuadrillas temporales
y no permanentes) articula relaciones sociales que van más allá de la propia actividad.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00317741
miembros de la cuadrilla para confraternizar y estrechar los lazos en la santería. En ellas
se producen los procesos de enculturación y aprendizaje de los saberes y conocimientos
para la práctica. De la convivencia resultan los valores que priman en la expresión cultural,
tales como la camaradería, el compañerismo y la amistad. El número de juntas es variable.
Depende de lo que considere el manijero, aunque hay dos que son fijas y permanentes:
las juntas de sitios y las juntas de marca, verdaderos ritos internos para el santero. Otros
actos rituales en este ciclo son: el vestirse de santero antes de la procesión, el paseíllo,
atar la almohadilla al varal; la propia procesión que marca la práctica, el «refresco» que
se produce al finalizar la procesión, y el «gasto», última reunión que organiza el manijero
para disolver la cuadrilla.
Indumentaria e instrumentos.
Las cuadrillas de santeros (santeros, tamboreros, y torralbos) van uniformadas con
indumentaria específica. En las santerías de Pasión consiste en una túnica corta y
capirote corto echado hacia atrás sin cubre-rostro, del color de la cofradía. Bajo la túnica
viste camisa sin cuello y pañuelo blancos, pantalón de medio ancho, faja y cinto, y botas
o botines negros. En las santerías de la Virgen de Araceli la indumentaria de los santeros
cambia. En la Bajada y Subida en Romería los santeros llevan pantalón de medio ancho,
botas negras, camisa blanca, cinto, pañuelo blanco, faja con el color del vestido de la
Virgen y el escudo de la Real Archicofradía en el pecho. En el día de la procesión los
santeros van uniformados con túnica blanca sobre pantalón de medio ancho y capirote
blanco. En las santerías de gloria, la indumentaria viene diferenciada por el color del
capirote; marrón para las procesiones de la Virgen del Carmen, rojo en las de Santiago,
celeste en las de la Virgen del Valle, marrón oscuro en las de Santa Teresa de Jesús, y
azul en las de la Virgen de la Aurora.
Para la práctica de la santería los santeros van provistos de almohadillas y horquillas
como único instrumental necesario. Las almohadillas son sacos de tela con cintas en sus
extremos, rellenos de lana que se amarran al varal envolviendo la cuña para amortiguar
el peso del trono sobre el hombro. Las horquillas son varas de madera o de hierro
rematadas con una pieza también de hierro con forma de «u» que sirven para soportar el
peso del trono cuando no está sobre los hombros.