3. Otras disposiciones. . (2023/516-1)
Decreto 120/2023, de 6 de junio, por el que se inscriben en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, las Actividades de Interés Etnológico denominadas la Danza de los Locos y el Baile del Oso en el término municipal de Fuente Carreteros, la Danza de San Isidro Labrador en el término municipal de Fuente Tójar y la Danza de las Espadas en el término municipal de Obejo (Córdoba).
19 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOJA

Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
Extraordinario núm. 16 - Viernes, 9 de junio de 2023

página 10103/9

II.IV. Datos Históricos y Etnológicos.
El origen de la danza se remonta popularmente a un pasado indefinido y lejano,
ligado en ocasiones al origen mismo de la población. También se citan supuestas génesis
precristianas relacionadas con rituales sanatorios y de invocaciones encaminados
a proteger a la comunidad. Otros autores señalan que las introdujeron los nuevos
repobladores cristianos, tras la expulsión de los musulmanes, a partir del siglo XIII. Hay
autores que la remontan al siglo XV, vinculada a la hermandad de San Isidro. Finalmente,
otras investigaciones sitúan sus inicios en los siglos XVI y XVII, entroncada con los bailes
de verdiales de la zona malagueña. La Hermandad de San Isidro desapareció tras la
ocupación francesa para surgir después, a finales del siglo XIX, unida ya a la Hermandad
de la Virgen del Rosario. Tras la Guerra Civil, se independiza de la misma, aprobándose
sus estatutos en el año 1942. Se desconoce cuándo fue erigido el santo labrador como
patrón de la comunidad. No obstante, su festividad ya era organizada por mayordomos
y celadores, elegidos cada año, según algunas reseñas que aparecen en los archivos
parroquiales, ocupándose estos cargos de recolectar el dinero y el grano de la rifasubasta, que se celebraba durante la mencionada celebración.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X

https://www.juntadeandalucia.es/eboja

00285126

víspera de la fiesta, aunque sin vestir sus tradicionales trajes. Componen el grupo ocho
hombres que llevan diferentes instrumentos musicales: el maestro inicia el baile al toque
de su pandereta sin piel, un violinista, el guitarrista y los cinco miembros restantes tocan
castañuelas.
La danza es profundamente reiterativa y de un destacado hieratismo externo,
particularidad que hace que le dé una singular belleza y aire antiguo. Una media hora
antes del inicio de la procesión, los danzantes, sonando sus instrumentos, parten desde
la puerta del Ayuntamiento y caminan a paso ordinario en dos filas de a cuatro hasta llegar
a la iglesia. El maestro (número uno), tanto en esta ocasión como en todo el trayecto,
encabeza el desfile situándose en la columna de la derecha. Tras él marchan el número
dos (castañuelas), el tres (violín) y el cuatro (castañuelas). En la hilera de la izquierda,
lo hacen el número cinco (castañuelas, este danzante actúa de segundo maestro), el
seis (castañuelas), el siete (guitarra) y el ocho, que también lleva castañuelas. El maestro
bate la pandereta elevando y bajando la mano derecha desde la altura de la cabeza
hasta la cintura. El guitarrista cuelga su instrumento con una cinta de seda que lleva a la
espalda. Quienes tocan las castañuelas lo hacen con los brazos doblados a la altura de
los hombros, a la vez que sus manos, enfrentadas, sujetan las castañuelas con una cinta
de seda que circunda el dedo corazón.
El primer baile se ejecuta en el interior de la iglesia en la que entran cubiertos y,
después de darle la vuelta a la imagen, salen a la puerta, momento en el que cesan de
bailar iniciándose la procesión. Posteriormente, se realizan siete representaciones durante
el recorrido procesional, siempre precediendo al Santo. Se ejecutan tres variedades
coreográficas dentro de la propia danza, si bien el ritmo y la melodía permanecen
invariables, «los cruzaos y vuelta al Santo», en una ocasión, «los cruzaos», en cinco
ocasiones y, finalmente, «los cruzaos» y el «reondillo». Salvo ciertas modificaciones,
en cuanto a la colocación de los protagonistas principales durante la procesión de San
Isidro, no ha habido cambios sustanciales en la danza. Al contrastar viejas fotografías
de la procesión que se conservan con otras actuales se concluye que se han producido
ciertas modificaciones, tanto en la ubicación de los danzantes como en la del abanderado
y plana mayor de la cofradía. En el primer caso, han permutado el lugar ciertos danzantes
(los que más llaman la atención son el de la guitarra y el del violín), durante la marcha
procesional, sin que ello haya afectado a la melodía, ritmo y movimientos del baile. En
cuanto al hermano mayor y miembros de la Hermandad, hasta finales de los años setenta
marchaban detrás de San Isidro, pasadas esas fechas lo vienen haciendo delante. Por lo
que respecta a la danza en sí, no debió ser diferente antaño de cómo ha llegado hasta
nuestros días, merced a la transmisión que se viene haciendo de padres a hijos.