3. Otras disposiciones. . (2023/99-29)
Decreto 115/2023, de 23 de mayo, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de Interés Etnológico denominada La Cantería del mármol de Macael, en Macael (Almería).
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Número 99 - Viernes, 26 de mayo de 2023
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dibujaban las formas de los bloques a partir de las fisuras, estratificaciones, etc., que
presentaran las rocas y, de esta manera, se extraían bloques casi dimensionados. El
trabajo de arranque era manual, utilizando herramientas metálicas similares a las
empleadas por los romanos: picos, picas, piquetas, mazas, cuñas (también de madera
que humedecían), punteros y palancas. Parece ser que en la propia cantera desbastaban
los pedazos para cuadrar sus esquinas y vértices, darles sus dimensiones más reales y
aplanar y alisar sus caras.
Tras la conquista cristiana, las labores de cantería se siguieron realizando de la
misma manera que en épocas anteriores, con la significativa diferencia de que la
dirección del trabajo pasó a ser realizado por los maestros canteros, que contaban con
los conocimientos necesarios, sobre los ángulos, los radios y las dimensiones reales de
los sillares, para obtener plantillas y patrones a escala natural y reproducirlos infinidad
de veces. Con la llegada de la revolución industrial a la zona, en el siglo XIX, aparecen
nuevos métodos, tanto extractivos como para su posterior elaboración. Comienza el uso
de explosivos y de herramientas y sistemas mecanizados.
A partir de los años sesenta se produce paulatinamente la industrialización de las
canteras. El proyecto de electrificación de la sierra, supuso un hito importante, así
como la llegada del aire comprimido. La utilización de dinamita para cometer grandes
«despizarres», así como la llegada de las primeras retro excavadoras, facilitó en gran
medida la retirada de los estériles. Hoy en día, el explosivo normalmente utilizado es
la «nagolita», más fácil de usar y más segura. Una vez se accede al filón de mármol,
para separar los bloques de la montaña, se siguen utilizando técnicas anteriores como el
aprovechamiento de las micro fisuras y el uso de pólvora para desgajarlo de la bancada,
junto a rozadoras de cable adiamantado introducidas a principios de los años setenta.
4. El paisaje.
La explotación del mármol de Macael a lo largo de la historia ha ido conformando,
en el municipio de origen y en los alrededores, un paisaje único en el que las canteras
son las principales protagonistas. El mármol blanco excepcionalmente irrumpe y destaca
por encima de parajes. En este paisaje, la verticalidad destaca sobre la horizontalidad,
poniendo de manifiesto lo abrupto del terreno. En un espacio cambiante, canteras
históricas conviven actualmente con otras activas, reconocibles por la huella en forma de
retícula rectangular que deja la extracción de bloques de mármol con el hilo de diamante.
Canteras situadas en la Rambla Orica, el Cerro Arispe, la Australia, la Polonia, el Culebrón,
los Horcajos, las Canteras de la Reina, la Gran Parada, el Río, Plantones, la Puntilla,
el Pozo, etc. parajes cuya toponimia sirve a los canteros para situar perfectamente la
ubicación de sus concesiones.
Dentro de las canteras se encuentra la placeta con el acopio de materiales
clasificados: masas, bolos y piedra, además de la maquinaria pesada: dumpers, palas y
retroexcavadoras de dimensiones colosales. Otros elementos singulares son los cortijos
en los que los canteros guardan los materiales y se refugian de las inclemencias del
tiempo, además de las escombreras, en las que se acumula el estéril, formando nuevas
montañas, o las lagunas de aguas azules creadas por la lluvia acumulada en el fondo de
las explotaciones mineras. Algunas fábricas y fraguas sobreviven entre canteras, reflejo
del pasado, además de restos de aserraderos de mármol junto a los cursos de agua y los
caminos, la mayoría transitados por camiones transportando el mármol, aunque alguno
muestra aún las huellas dejadas por las carretas tiradas por bueyes. Al final de la zona
de las canteras se ubican las básculas municipales en las que los explotadores están
obligados a pesar el material extraído de la sierra antes de pagar el aforo de la mercancía.
En medio del área de explotación se encuentra el yacimiento arqueológico de Macael
Viejo, donde vivían los canteros que explotaban el mármol en época romana e islámica.
A continuación se ubica el actual pueblo de Macael, con los restos de numerosos talleres
de mármol situados, mayoritariamente, en lo que en la primera mitad del siglo XX eran las
afueras. Al otro lado de la carretera autonómica que conduce a Almería y divide el área de
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00284317
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
página 9289/6
dibujaban las formas de los bloques a partir de las fisuras, estratificaciones, etc., que
presentaran las rocas y, de esta manera, se extraían bloques casi dimensionados. El
trabajo de arranque era manual, utilizando herramientas metálicas similares a las
empleadas por los romanos: picos, picas, piquetas, mazas, cuñas (también de madera
que humedecían), punteros y palancas. Parece ser que en la propia cantera desbastaban
los pedazos para cuadrar sus esquinas y vértices, darles sus dimensiones más reales y
aplanar y alisar sus caras.
Tras la conquista cristiana, las labores de cantería se siguieron realizando de la
misma manera que en épocas anteriores, con la significativa diferencia de que la
dirección del trabajo pasó a ser realizado por los maestros canteros, que contaban con
los conocimientos necesarios, sobre los ángulos, los radios y las dimensiones reales de
los sillares, para obtener plantillas y patrones a escala natural y reproducirlos infinidad
de veces. Con la llegada de la revolución industrial a la zona, en el siglo XIX, aparecen
nuevos métodos, tanto extractivos como para su posterior elaboración. Comienza el uso
de explosivos y de herramientas y sistemas mecanizados.
A partir de los años sesenta se produce paulatinamente la industrialización de las
canteras. El proyecto de electrificación de la sierra, supuso un hito importante, así
como la llegada del aire comprimido. La utilización de dinamita para cometer grandes
«despizarres», así como la llegada de las primeras retro excavadoras, facilitó en gran
medida la retirada de los estériles. Hoy en día, el explosivo normalmente utilizado es
la «nagolita», más fácil de usar y más segura. Una vez se accede al filón de mármol,
para separar los bloques de la montaña, se siguen utilizando técnicas anteriores como el
aprovechamiento de las micro fisuras y el uso de pólvora para desgajarlo de la bancada,
junto a rozadoras de cable adiamantado introducidas a principios de los años setenta.
4. El paisaje.
La explotación del mármol de Macael a lo largo de la historia ha ido conformando,
en el municipio de origen y en los alrededores, un paisaje único en el que las canteras
son las principales protagonistas. El mármol blanco excepcionalmente irrumpe y destaca
por encima de parajes. En este paisaje, la verticalidad destaca sobre la horizontalidad,
poniendo de manifiesto lo abrupto del terreno. En un espacio cambiante, canteras
históricas conviven actualmente con otras activas, reconocibles por la huella en forma de
retícula rectangular que deja la extracción de bloques de mármol con el hilo de diamante.
Canteras situadas en la Rambla Orica, el Cerro Arispe, la Australia, la Polonia, el Culebrón,
los Horcajos, las Canteras de la Reina, la Gran Parada, el Río, Plantones, la Puntilla,
el Pozo, etc. parajes cuya toponimia sirve a los canteros para situar perfectamente la
ubicación de sus concesiones.
Dentro de las canteras se encuentra la placeta con el acopio de materiales
clasificados: masas, bolos y piedra, además de la maquinaria pesada: dumpers, palas y
retroexcavadoras de dimensiones colosales. Otros elementos singulares son los cortijos
en los que los canteros guardan los materiales y se refugian de las inclemencias del
tiempo, además de las escombreras, en las que se acumula el estéril, formando nuevas
montañas, o las lagunas de aguas azules creadas por la lluvia acumulada en el fondo de
las explotaciones mineras. Algunas fábricas y fraguas sobreviven entre canteras, reflejo
del pasado, además de restos de aserraderos de mármol junto a los cursos de agua y los
caminos, la mayoría transitados por camiones transportando el mármol, aunque alguno
muestra aún las huellas dejadas por las carretas tiradas por bueyes. Al final de la zona
de las canteras se ubican las básculas municipales en las que los explotadores están
obligados a pesar el material extraído de la sierra antes de pagar el aforo de la mercancía.
En medio del área de explotación se encuentra el yacimiento arqueológico de Macael
Viejo, donde vivían los canteros que explotaban el mármol en época romana e islámica.
A continuación se ubica el actual pueblo de Macael, con los restos de numerosos talleres
de mármol situados, mayoritariamente, en lo que en la primera mitad del siglo XX eran las
afueras. Al otro lado de la carretera autonómica que conduce a Almería y divide el área de
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
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