3. Otras disposiciones. . (2023/89-53)
Decreto 105/2023, de 9 de mayo, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de Interés Etnológico denominada Romería de Nuestra Señora del Rocío, en Almonte (Huelva).
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Número 89 - Viernes, 12 de mayo de 2023
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Real. La comitiva se compone de dos largas hileras de peregrinos con bengalas y está
presidida por el simpecado de la Hermandad Matriz, acompañado de las insignias de la
corporación, finalizando en el santuario.
El Domingo de Pentecostés se abre con una celebración eucarística en El Real a la
que acuden todas las hermandades en corporación. La misa pontifical, que anteriormente
se realizaba en el interior de la antigua ermita y desde el año 1954 en la plaza de la
Coronación de la Virgen, está presidida por la imagen del Monumento de la Coronación y
es oficiada habitualmente por el obispo de la Diócesis de Huelva, con el que concelebran
los capellanes de las hermandades filiales. Rodeando el altar se colocan todos los
simpecados de las hermandades rocieras y delante de los mismos los capellanes que
llegan en comitiva tras el obispo. En un lugar preferencial se sitúan la Junta de Gobierno
de la Hermandad Matriz y las autoridades. Durante la misa es habitual que algún coro
rociero cante en los momentos más significativos de la misma. En la celebración, al
ofertorio, los representantes de las hermandades hacen protestación de fe.
A la caída de la tarde, se celebra ante la Virgen del Rocío la misa de tamborileros,
carreteros y coheteros. Durante el acto, más de cien tamborileros tocan al unísono los
toques tradicionales del Rocío.
Por la noche las hermandades realizan el rezo del Rosario; los hermanos y hermanas
van acompañando a su simpecado hasta la Plaza de Doñana donde comienza el acto,
en el que participan todas las hermandades filiales por orden de antigüedad. Se trata de
un rito solemne, portando simpecados e insignias y presidido por la Hermandad Matriz.
La comitiva se organiza en dos hileras de hermanos y hermanas iluminados con velas y
bengalas en sus manos, recorriendo algunas de las calles principales de la aldea, cuyo
itinerario termina pasando por la puerta principal del Santuario del Rocío. Ya a partir de
aquí, cada una regresa a su casa hermandad, donde los devotos cantan una salve.
Terminado el rezo del rosario, en la madrugada del Lunes de Pentecostés, la multitud
rociera aguarda a que la Virgen del Rocío haga su esperada salida procesional por la
aldea, concentrándose en las inmediaciones de la ermita y en su interior, especialmente
en las proximidades de la verja del presbiterio, tras la que se encuentra la imagen en
sus andas; es la gente de Almonte quien, de forma mayoritaria, está presente en las
posiciones más cercanas a su patrona. Cuando se produce la llegada del simpecado
de la Hermandad Matriz, es un momento especialmente emotivo, dado que se entiende
como señal para el inicio de la procesión, es decir, para tomar la imagen y portarla a
hombros, una vez que se ha traspasado la reja que circunda el altar, que es abierta por
los santeros para facilitar el paso. El momento se vive con especial tensión, devoción y
alegría en el interior del santuario donde las personas congregadas, también las situadas
en la puerta y aledaños, estallan en gritos y palmas, animando a los portadores y dando
vivas a la Virgen del Rocío. Entre cientos de miles de devotos, comienza la procesión,
primero por el interior del santuario y luego por el exterior, constituyendo la salida de la
imagen, sobre los hombros almonteños, otro de los momentos cumbres de la celebración.
La imagen visita uno por uno a todos los simpecados y a las hermandades filiales.
Las hermandades que tienen su casa en El Real y calles aledañas, reciben a la Virgen
del Rocío en su propia casa, mientras que el resto se acerca con su simpecado hasta las
calles del recorrido, según organización realizada por la Delegación de Romería de la
Hermandad Matriz. Cuando la Virgen llega hasta el simpecado, el párroco de la población
a la que pertenezca la hermandad le reza una salve y la imagen continúa su camino
hacia la próxima hermandad. La primera hermandad que visita es la de Huévar que
tiene su sede muy cerca de la iglesia y la última hermandad la de Almonte. La procesión
es una concentración humana en torno a la imagen que no responde a ningún orden
preestablecido. En El Real también se acerca a la casa de la camarista donde se le
reza una salve. Desde El Real toma la calle de la Romería donde está la Hermandad
de Huelva y se dirige hacia la Plaza de Doñana donde esperan muchas filiales con sus
simpecados. En la esquina de la plaza, donde Gines tiene su casa de hermandad, da la
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00283430
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
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Real. La comitiva se compone de dos largas hileras de peregrinos con bengalas y está
presidida por el simpecado de la Hermandad Matriz, acompañado de las insignias de la
corporación, finalizando en el santuario.
El Domingo de Pentecostés se abre con una celebración eucarística en El Real a la
que acuden todas las hermandades en corporación. La misa pontifical, que anteriormente
se realizaba en el interior de la antigua ermita y desde el año 1954 en la plaza de la
Coronación de la Virgen, está presidida por la imagen del Monumento de la Coronación y
es oficiada habitualmente por el obispo de la Diócesis de Huelva, con el que concelebran
los capellanes de las hermandades filiales. Rodeando el altar se colocan todos los
simpecados de las hermandades rocieras y delante de los mismos los capellanes que
llegan en comitiva tras el obispo. En un lugar preferencial se sitúan la Junta de Gobierno
de la Hermandad Matriz y las autoridades. Durante la misa es habitual que algún coro
rociero cante en los momentos más significativos de la misma. En la celebración, al
ofertorio, los representantes de las hermandades hacen protestación de fe.
A la caída de la tarde, se celebra ante la Virgen del Rocío la misa de tamborileros,
carreteros y coheteros. Durante el acto, más de cien tamborileros tocan al unísono los
toques tradicionales del Rocío.
Por la noche las hermandades realizan el rezo del Rosario; los hermanos y hermanas
van acompañando a su simpecado hasta la Plaza de Doñana donde comienza el acto,
en el que participan todas las hermandades filiales por orden de antigüedad. Se trata de
un rito solemne, portando simpecados e insignias y presidido por la Hermandad Matriz.
La comitiva se organiza en dos hileras de hermanos y hermanas iluminados con velas y
bengalas en sus manos, recorriendo algunas de las calles principales de la aldea, cuyo
itinerario termina pasando por la puerta principal del Santuario del Rocío. Ya a partir de
aquí, cada una regresa a su casa hermandad, donde los devotos cantan una salve.
Terminado el rezo del rosario, en la madrugada del Lunes de Pentecostés, la multitud
rociera aguarda a que la Virgen del Rocío haga su esperada salida procesional por la
aldea, concentrándose en las inmediaciones de la ermita y en su interior, especialmente
en las proximidades de la verja del presbiterio, tras la que se encuentra la imagen en
sus andas; es la gente de Almonte quien, de forma mayoritaria, está presente en las
posiciones más cercanas a su patrona. Cuando se produce la llegada del simpecado
de la Hermandad Matriz, es un momento especialmente emotivo, dado que se entiende
como señal para el inicio de la procesión, es decir, para tomar la imagen y portarla a
hombros, una vez que se ha traspasado la reja que circunda el altar, que es abierta por
los santeros para facilitar el paso. El momento se vive con especial tensión, devoción y
alegría en el interior del santuario donde las personas congregadas, también las situadas
en la puerta y aledaños, estallan en gritos y palmas, animando a los portadores y dando
vivas a la Virgen del Rocío. Entre cientos de miles de devotos, comienza la procesión,
primero por el interior del santuario y luego por el exterior, constituyendo la salida de la
imagen, sobre los hombros almonteños, otro de los momentos cumbres de la celebración.
La imagen visita uno por uno a todos los simpecados y a las hermandades filiales.
Las hermandades que tienen su casa en El Real y calles aledañas, reciben a la Virgen
del Rocío en su propia casa, mientras que el resto se acerca con su simpecado hasta las
calles del recorrido, según organización realizada por la Delegación de Romería de la
Hermandad Matriz. Cuando la Virgen llega hasta el simpecado, el párroco de la población
a la que pertenezca la hermandad le reza una salve y la imagen continúa su camino
hacia la próxima hermandad. La primera hermandad que visita es la de Huévar que
tiene su sede muy cerca de la iglesia y la última hermandad la de Almonte. La procesión
es una concentración humana en torno a la imagen que no responde a ningún orden
preestablecido. En El Real también se acerca a la casa de la camarista donde se le
reza una salve. Desde El Real toma la calle de la Romería donde está la Hermandad
de Huelva y se dirige hacia la Plaza de Doñana donde esperan muchas filiales con sus
simpecados. En la esquina de la plaza, donde Gines tiene su casa de hermandad, da la
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
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