3. Otras disposiciones. . (2023/43-57)
Decreto 45/2023, de 1 de marzo, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de Interés Etnológico denominada Cetrería en Andalucía.
9 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Número 43 - Lunes, 6 de marzo de 2023

página 4185/6

siglo X del Museo Arqueológico Nacional de Londres. Sin embargo, el tema más repetido
es el halconero a caballo que lleva el halcón sujeto a su muñeca. Este motivo es, en el
mundo musulmán, símbolo de la realeza y de las clases nobles. En al-Ándalus también
se representó al halconero a pie. Este va vestido con larga túnica, con un halcón en su
antebrazo izquierdo y lo encontramos, por ejemplo, en piezas de ajedrez de marfil; un
símbolo, tanto el juego como el material, de poder. Acerca de los materiales, el halcón se
halla representado en el mundo medieval andalusí en muchos soportes y mediante varias
técnicas. Lo encontramos en piezas de cerámica (platos, fuentes o jarros), en objetos
de bronce, en tejidos, azulejos, marfil, madera y pinturas al fresco. Destaca también su
presencia en telas lujosas como el sudario de San Lázaro de la Catedral de Autun, donde
aparece un jinete a caballo con un halcón en el puño. Esta tela parece ser uno de los
tres fragmentos de una pieza realizada con bordados en hilo de oro para conmemorar la
victoria de Abd al Malik, hijo de Almanzor, sobre el conde Sancho García en el año 1007.
La cetrería parece haber sido un aliciente más para la conquista cristiana de
al-Ándalus. Así, hay autores que sostienen la idea de que una de las causas de la
conquista cristiana radicó en la posibilidad de apropiación de los afamados cotos de
caza musulmanes. Así, según Valverde, los reyes cristianos soñaban con los cazaderos
andaluces para sus aves de cetrería y en concreto con el área de Las Rocinas, ámbito
que posteriormente formará parte del Parque Nacional de Doñana, declarado Patrimonio
Mundial. Tanto es así que, en 1252, apenas cuatro años después de la conquista de
Sevilla, y recién coronado Alfonso X de Castilla, reúne el monarca a las cortes de Castilla
en Sevilla siendo una de las finalidades la regulación de la halconería y los cazaderos.
La influencia de la cetrería andalusí en los reinos cristianos tras la conquista es evidente.
Se mantuvo en las cortes el cargo de halconero mayor y además se legisló en temas de caza
y aves de presa. Un testimonio de ellos es el Fuero de Sepúlveda (1076 d.C.) que fue aplicado
a muchas villas conquistadas por el rey Alfonso IX de León que reguló la caza, protegiendo
a las especies de cetrería. Otro ejemplo es el edicto de 1433 de Enrique IV, en el Concejo de
Écija, ampliado en 1485, para la construcción del palacio en el Lomo del Grullo con la orden
textual: «non sean osados con una legua al derredor de los dichos palacios del Lomo del
Grullo de cazar, ni cacen de noche nin de día puercos, nin ciervos, nin liebre, nin conejo, ni
otras algunas salvajinas, nin cacen con falcone nin con otra cosa alguna perdiz, ni garza, ni
abutarda, ni lechuza ni alcaraván nin grua nin lavanco…». Felipe II siguió la tradición cetrera
de los reyes anteriores, las crónicas recogen textualmente: «con edad de trece años va un
día a la semana a cazar con los halcones y ha habido días de buenos vuelos. Aunque huelga
mucho en lo de la ballesta, cuando no puede gozar de aquello, huelga con los halcones y
de cualquier manera que sea en el campo. Desde por la mañana, que monta a caballo, no
vuelve hasta la noche, haga el tiempo que haga, y no cesa de volar sus aves de cetrería.
Y si el tiempo no es muy malo, hay ciento veinte halconeros y cada uno lleva un halcón de
los cuales maneja él casi siempre la mayor parte». Alonso Pérez de Guzmán y su esposa
Doña Ana Gómez de Silva acabaron sus días en el coto de las Rocinas, en lo que hoy es el
Parque Nacional de Doñana, que debe su nombre a la esposa del cazador y cetrero. El hijo
primogénito de ambos, Juan Manuel, recibió el título de duque de Medina Sidonia en 1615,
a la muerte de su padre y a la edad de veinte años fue nombrado Cazador Mayor del Reino
por Felipe III, al año de subir al trono. Fue don Juan Manuel Guzmán un apasionado cetrero,
haciendo honor a su nombramiento real, equivalente a Halconero Mayor, Maestro Cetrero
o Sahib al Bayazira. Luis de Góngora lo inmortalizó en sus barrocos poemas «Soledades»
cargados de metáforas cetreras. Felipe IV en 1649 incluyó en los puestos de la Caza de
Volatería a los hijos de sus halconeros: «mancebos mayores de 15 años, hábiles para
montar a caballo, cruzar ríos y buscar halcones perdidos». El cargo de Halconero Mayor,
teniente de Cazador Mayor de Volatería y todos los demás empleos subordinados de la
Real Caza de Volatería fueron abolidos al subir al trono Fernando VI. Los últimos cetreros
españoles cazaron con sus halcones y azores en tierras de Andalucía hasta que las tropas
francesas ocuparon España en 1808 y aplicaron la legislación francesa para decretar la
definitiva desaparición de la cetrería en España.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X

https://www.juntadeandalucia.es/eboja

00279260

BOJA

Boletín Oficial de la Junta de Andalucía