3. Otras disposiciones. . (2023/28-44)
Decreto 14/2023, de 7 de febrero, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de Interés Etnológico denominada Doma Vaquera en Andalucía.
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BOJA

Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
Número 28 - Viernes, 10 de febrero de 2023

página 2607/8

La montura tradicional vaquera tiene como principal elemento definitorio la zalea de
borreguillo natural que, con su almohadilla rellena de pelo, es la principal responsable de
la comodidad del asiento. Esta se amarra con agujetas de cuero y deja al descubierto la
perilla y la concha, que son partes fundamentales de esta silla, y que pueden ser lisas o
moteadas, de cuero o de seda. El baste se hace con lona de algodón y se rellena de pelo
y cerdas de caballo. De todo ello resulta un armazón único en adaptabilidad y flexibilidad
que proporciona tanto al jinete como al caballo la necesaria confortabilidad para aguantar
largas jornadas de trabajo. Aunque el color más tradicional y el que señala el reglamentario
es el negro, es frecuente también el avellana, que se oscurecerá con el uso.
En la parte delantera de la silla, entre las piernas del jinete y la perilla, se coloca la
manta estribera, doblada a lo largo y sujeta mediante dos agujetas. La manta estribera
debe llegar hasta la altura de los estribos, aunque en ocasiones se utilizan más cortas,
según el gusto del jinete. Debería ser de colores sufridos y con flecos a cada lado.
Un elemento más es la serreta, forrada o no de cuero, a la que van hebilladas las
falsas riendas cuando estas se usan. La baticola evita el desplazamiento hacia delante
de la montura, es pues un elemento necesario dada la cantidad de movimientos bruscos
que el jinete ha de realizar sobre el caballo y los terrenos que ha de pasear y galopar
en muchas ocasiones, sobre todo cuando se trashuma con ganado, subiendo y bajando
importantes pendientes.
Los estribos de hierro forman también parte de la montura para proteger al jinete de
embestidas, golpes, o caídas. Otro componente fundamental es la cincha mediante la cual
se ejerce la fuerza y se asegura la silla, elaborada en cuero, puede ostentar su color natural
o teñirse de negro. Con respecto a los arneses, la cabezada será la clásica vaquera con o
sin ahogadero. Llevará mosquero de cuero, cerda o seda y el hebillaje irá pavonado.
En las competiciones está prohibido portar cualquier elemento que pudiera considerarse
como ayuda: fustas (varas), chivatas, garrochas, etc, aunque estos elementos tradicionales
son usados en las cotidianas labores de campo con el ganado vacuno. Sin embargo, el
uso de la vara en las amazonas es obligatorio, siendo opcional en las pruebas de caballos
jóvenes. Las amazonas utilizarán la montura vaquera de cornetas.

El ganado vaquero.
El caballo de doma vaquera ha sido siempre la denominada «jaca de campo», caballo
de no mucha alzada, conocida como de «cerca de tierra», característica que le facilita
el revolverse sobre sus pies. De complexión fuerte, resistente, de raza hispanoárabe,
española, angloárabe o anglohispanoárabe (tres sangres). Casi siempre castrado, con
las crines entresacadas a tres o cuatro dedos, el tupé rapado y el maslo cortado. En
ocasiones se presenta con la cola recogida o atada en un nudo (nudo vaquero). Debe
tener una cavidad torácica grande, es decir mucha costilla para que respire bien y
aguante carreras largas. El cuello fino, que nazca alto. La cabeza elevada. El engarce
de cuello y cara despejado para que balancee bien la nuca y no se apoye con exceso en
la mano. Los hollares grandes para ventilar bien; la comisura de la boca amplia para que
lleve el bocado vaquero sin que le haga daño. El caballo vaquero debe de ser bondadoso,
enérgico, disciplinado, obediente y sumiso. Estas cualidades suelen darse en los caballos
de raza andaluza, descendientes de aquellos que se trajeron en la época islámica y que,
merced a los pastos de Andalucía y a un clima más benigno que en Arabia o el norte
de África, crecieron en volumen y dieron lugar al caballo andaluz que hoy conocemos
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X

https://www.juntadeandalucia.es/eboja

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Léxico propio.
La doma vaquera ha generado un léxico propio cuyo uso es prácticamente exclusivo
de los actores de esta actividad. En ese corpus terminológico encontramos tanto vocablos
de uso y significación general para la población andaluza, que en la doma vaquera
tienen un sentido distinto, como un argot particular de términos creados en la práctica
de la actividad que no tienen sentido más que para los colectivos vinculados a la doma
vaquera.