Disposiciones generales. Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos. (2022/203-2)
Decreto-ley 9/2022, de 18 de octubre, por el que se modifican la Ley 9/2021, de 23 de diciembre, por la que se crean la Agencia Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico (TRADE) y la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA) y la Ley 3/2018, de 8 de mayo, Andaluza de Fomento del Emprendimiento.
14 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
Número 203 - Viernes, 21 de octubre de 2022
página 16551/2
Es preciso recordar que, desde un enfoque estructural, el tejido empresarial de
Andalucía es menos compacto que el del conjunto de España. Dicho de otro modo, el
número de empresas según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del INE, en relación
a la población resulta, históricamente, más reducido en Andalucía que en los promedios
nacional y europeo. Así, el total de empresas en Andalucía era de 622.240 en 2021, de las
que 621.463 tienen menos de 250 trabajadores, es decir el 99,8% son pymes.
Debe tenerse en cuenta que la limitada presencia de grandes empresas tiene como
resultado que el efecto arrastre beneficioso de estas corporaciones de mayor tamaño sea
muy escaso, con una menor creación de nuevas pymes en su área de influencia, desde un
punto de vista comercial y logístico. Precisamente, estas pequeñas y medianas empresas
son las que manifiestan, en general, tener un mayor problema de acceso a la financiación.
En este contexto de mayor atomización del tejido empresarial de Andalucía
en relación con el entorno europeo, en el que aún las pymes no han recuperado los
niveles prepandemia, y en el que el acceso a la financiación tiene también mayores
dificultades que en otros países de la Zona Euro, los resultados empresariales se han
visto especialmente afectados en los dos años de pandemia.
Estos rasgos de cierta fragilidad que caracterizan al conjunto empresarial en
Andalucía –y que hace más vulnerable a nuestro tejido productivo– vienen a sumarse a
otras debilidades estructurales en el espacio regional, que básicamente se manifiestan
en una menor renta per cápita y una baja productividad, variables estas que también se
relacionan con los niveles reducidos de competitividad regional.
Por todo ello resulta imprescindible que Andalucía aborde como prioridad el
incremento de la producción de bienes y servicios innovadores de alto valor añadido,
así como la incorporación de tecnologías y formas organizativas más eficientes, que
contribuyan a generar ganancias en productividad. Sin olvidar unos mayores esfuerzos
en disponer de un capital humano con una formación acorde a las necesidades de los
sectores productivos. Todos estos aspectos, que forman parte de la competitividad
estructural, son imprescindibles para converger y mejorar en la capacidad para atraer
nuevas inversiones e incrementar el potencial de crecimiento de nuestra economía, así
como los niveles de bienestar social.
Sin duda, este contexto resulta coincidente en el tiempo con la asunción de nuevos
retos económicos y sociales, en concordancia con los objetivos de transición hacia una
sociedad más ecológica, digital e inclusiva, que comparte los criterios de la Unión Europea
y del Plan de Recuperación (Next Generation). Así, el Gobierno de la Junta de Andalucía
entiende que es el momento de repensar las estrategias regionales pasadas y futuras
para orientar las actuaciones en materia de innovación, digitalización, transformación
económica y apoyo a las pequeñas y medianas empresas (objetivo primero de la política
de cohesión para el periodo 2021-2027), en el marco del Pacto Verde Europeo y en línea
con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
La constitución del nuevo Gobierno de Andalucía, tras la celebración de las
elecciones al Parlamento de Andalucía del pasado 19 de junio, requirió aprobar una
reestructuración de las Consejerías de la Junta de Andalucía, que respondía a una nueva
distribución de competencias. Así, el Decreto del Presidente 10/2022, de 25 de julio, sobre
reestructuración de Consejerías, se justifica por la necesidad de acompasar la actividad y
organización de la Administración de la Junta de Andalucía con la ejecución del conjunto
de políticas públicas que conforman el programa político del Gobierno. Esta redistribución
de las competencias de las Consejerías busca siempre la máxima eficiencia posible en el
empleo de los recursos públicos para hacer frente a las circunstancias de orden político,
económico y social en las que se encuentra inmersa, en la actualidad, la Comunidad
Autónoma de Andalucía.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00269820
II
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
Número 203 - Viernes, 21 de octubre de 2022
página 16551/2
Es preciso recordar que, desde un enfoque estructural, el tejido empresarial de
Andalucía es menos compacto que el del conjunto de España. Dicho de otro modo, el
número de empresas según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del INE, en relación
a la población resulta, históricamente, más reducido en Andalucía que en los promedios
nacional y europeo. Así, el total de empresas en Andalucía era de 622.240 en 2021, de las
que 621.463 tienen menos de 250 trabajadores, es decir el 99,8% son pymes.
Debe tenerse en cuenta que la limitada presencia de grandes empresas tiene como
resultado que el efecto arrastre beneficioso de estas corporaciones de mayor tamaño sea
muy escaso, con una menor creación de nuevas pymes en su área de influencia, desde un
punto de vista comercial y logístico. Precisamente, estas pequeñas y medianas empresas
son las que manifiestan, en general, tener un mayor problema de acceso a la financiación.
En este contexto de mayor atomización del tejido empresarial de Andalucía
en relación con el entorno europeo, en el que aún las pymes no han recuperado los
niveles prepandemia, y en el que el acceso a la financiación tiene también mayores
dificultades que en otros países de la Zona Euro, los resultados empresariales se han
visto especialmente afectados en los dos años de pandemia.
Estos rasgos de cierta fragilidad que caracterizan al conjunto empresarial en
Andalucía –y que hace más vulnerable a nuestro tejido productivo– vienen a sumarse a
otras debilidades estructurales en el espacio regional, que básicamente se manifiestan
en una menor renta per cápita y una baja productividad, variables estas que también se
relacionan con los niveles reducidos de competitividad regional.
Por todo ello resulta imprescindible que Andalucía aborde como prioridad el
incremento de la producción de bienes y servicios innovadores de alto valor añadido,
así como la incorporación de tecnologías y formas organizativas más eficientes, que
contribuyan a generar ganancias en productividad. Sin olvidar unos mayores esfuerzos
en disponer de un capital humano con una formación acorde a las necesidades de los
sectores productivos. Todos estos aspectos, que forman parte de la competitividad
estructural, son imprescindibles para converger y mejorar en la capacidad para atraer
nuevas inversiones e incrementar el potencial de crecimiento de nuestra economía, así
como los niveles de bienestar social.
Sin duda, este contexto resulta coincidente en el tiempo con la asunción de nuevos
retos económicos y sociales, en concordancia con los objetivos de transición hacia una
sociedad más ecológica, digital e inclusiva, que comparte los criterios de la Unión Europea
y del Plan de Recuperación (Next Generation). Así, el Gobierno de la Junta de Andalucía
entiende que es el momento de repensar las estrategias regionales pasadas y futuras
para orientar las actuaciones en materia de innovación, digitalización, transformación
económica y apoyo a las pequeñas y medianas empresas (objetivo primero de la política
de cohesión para el periodo 2021-2027), en el marco del Pacto Verde Europeo y en línea
con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
La constitución del nuevo Gobierno de Andalucía, tras la celebración de las
elecciones al Parlamento de Andalucía del pasado 19 de junio, requirió aprobar una
reestructuración de las Consejerías de la Junta de Andalucía, que respondía a una nueva
distribución de competencias. Así, el Decreto del Presidente 10/2022, de 25 de julio, sobre
reestructuración de Consejerías, se justifica por la necesidad de acompasar la actividad y
organización de la Administración de la Junta de Andalucía con la ejecución del conjunto
de políticas públicas que conforman el programa político del Gobierno. Esta redistribución
de las competencias de las Consejerías busca siempre la máxima eficiencia posible en el
empleo de los recursos públicos para hacer frente a las circunstancias de orden político,
económico y social en las que se encuentra inmersa, en la actualidad, la Comunidad
Autónoma de Andalucía.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00269820
II