C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20250530-44)
Bien interés cultural – Decreto 32/2025, de 28 de mayo, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural del Patrimonio Inmaterial de la Comunidad de Madrid el Hilado Tradicional del Esparto
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BOCM
VIERNES 30 DE MAYO DE 2025
B.O.C.M. Núm. 128
ANEXO
A) Descripción del bien objeto de la declaración
A.1. Identificación del objeto de la declaración. Denominación:
El bien inmaterial objeto de declaración es el Hilado Tradicional del Esparto, una técnica artesanal tradicional que consiste en el trabajo de las fibras de esparto de forma manual, o con ayuda de mecanismos manuales, para la obtención de hilos, niñuelos o filetes a
partir de los cuales formar diferentes productos de cordelería que han sido usados en diferentes actividades económicas y constructivas en la región, por lo que se reconoce como
parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comunidad de Madrid.
El Hilado del Esparto se enmarca dentro de la Cultura del Esparto, declarada Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de acuerdo con lo que se establece en el Real Decreto 295/2019, de 22 de abril. En él se considera la Cultura del Esparto
como una de las manifestaciones inmateriales más importantes y representativas, por su
alto valor cultural y medioambiental. Así mismo, se encuadra en uno de los ámbitos en los
que se manifiesta el Patrimonio Cultural Inmaterial, según lo establece la UNESCO, concretamente en aquél que se define en el artículo 2.2.e), técnicas artesanales tradicionales, de
la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Por otro lado, según lo recogido en el artículo 17 de la Ley 8/2023, de 30 de marzo, de
Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, el hilado del esparto se enmarca dentro
de las siguientes categorías de los bienes culturales inmateriales, que se interrelacionan entre sí: “técnicas artesanales tradicionales” y “tradiciones y expresiones orales”, al haberse
desarrollado un vocabulario específico y reflejarse localmente en manifestaciones folclóricas, como la jota.
A.2. Delimitación del área territorial en la que se manifiesta el hecho cultural. Localización:
Si bien durante muchos años era una actividad productiva desarrollada fundamentalmente en la Comarca de las Vegas, al sureste de la Comunidad de Madrid, en una zona semiárida colmada de atochares y albardinales, en la actualidad sigue manifestándose principalmente en los municipios de Colmenar de Oreja y Villarejo de Salvanés.
A.3. Introducción histórica:
Desde que el hombre descubrió la posibilidad de fabricar cables sólidos utilizando pelos o fibras vegetales, paralelizándolos y retorciéndolos a mano, en forma de haces, ha empleado estos materiales para dar respuesta a sus necesidades más inmediatas, como el vestido, el calzado o el almacenamiento, la construcción y el transporte. Existen evidencias
arqueológicas al respecto desde el Neolítico, cuando se introdujeron el huso y la tornera, facilitando la creación de los hilos; así se formaban las madejas de lana y se producían las
cuerdas de cáñamo, lino o esparto. A la espectacularidad de materiales de esparto como los
hallados en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol, en Granada, se suman otros que ayudan a identificar las cuerdas o productos del esparto como algo cotidiano en las sociedades
que poblaban la Comunidad de Madrid desde época calcolítica, habiéndose identificado cerámicas con improntas de esparto hilado en yacimientos como El Ventorro (Villaverde
Bajo) o Las Salinas de Espartinas (Ciempozuelos), de la Edad del Bronce.
El uso del esparto hilado ha sido algo constante a lo largo de la historia, pero en la Comunidad de Madrid hemos de señalar que la explotación del esparto destaca entre las poblaciones del sudeste madrileño y proviene de una antigua tradición que aprovecha la abundancia de plantas productoras de esta fibra vegetal en los cerros del entorno. Las referencias
sobre la industria de sogas de esparto en nuestra región son explícitas a partir del siglo XVIII.
Las Respuestas Generales del Catastro del Marques de la Ensenada nos hablan de sogueros
de esparto en Colmenar de Oreja, Estremera, Valdaracete o Villarejo de Salvanés. Las Memorias Políticas y Económicas de Eugenio Larruga (1787) señalan la existencia del gremio
de esparteros-estereros de Madrid, que hacía sogas y ataderos; en Brea de Tajo hacían sogas; en Fuentidueña, maromas y sogas carreteras y novilleras; en Villarejo de Salvanés, sobrecargas, maromillas y cuerdas. La Encyclopedia Metódica de 1770 describe la manera
manual de hilar los espartos, que no difiere mucho de aquella que siguen manteniendo en
la actualidad algunos miembros de las comunidades portadoras contemporáneas; la diferencia estriba en los mecanismos usados en la preparación de las fibras: no se contaba entonces con molinos adecuados para machacar el esparto, utilizándose para ello un mazo de dos
pies de largo, apoyado en cualquier piedra lisa adecuada para recibir el golpe, así se produ-
BOCM-20250530-44
Pág. 224
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
VIERNES 30 DE MAYO DE 2025
B.O.C.M. Núm. 128
ANEXO
A) Descripción del bien objeto de la declaración
A.1. Identificación del objeto de la declaración. Denominación:
El bien inmaterial objeto de declaración es el Hilado Tradicional del Esparto, una técnica artesanal tradicional que consiste en el trabajo de las fibras de esparto de forma manual, o con ayuda de mecanismos manuales, para la obtención de hilos, niñuelos o filetes a
partir de los cuales formar diferentes productos de cordelería que han sido usados en diferentes actividades económicas y constructivas en la región, por lo que se reconoce como
parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comunidad de Madrid.
El Hilado del Esparto se enmarca dentro de la Cultura del Esparto, declarada Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de acuerdo con lo que se establece en el Real Decreto 295/2019, de 22 de abril. En él se considera la Cultura del Esparto
como una de las manifestaciones inmateriales más importantes y representativas, por su
alto valor cultural y medioambiental. Así mismo, se encuadra en uno de los ámbitos en los
que se manifiesta el Patrimonio Cultural Inmaterial, según lo establece la UNESCO, concretamente en aquél que se define en el artículo 2.2.e), técnicas artesanales tradicionales, de
la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Por otro lado, según lo recogido en el artículo 17 de la Ley 8/2023, de 30 de marzo, de
Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, el hilado del esparto se enmarca dentro
de las siguientes categorías de los bienes culturales inmateriales, que se interrelacionan entre sí: “técnicas artesanales tradicionales” y “tradiciones y expresiones orales”, al haberse
desarrollado un vocabulario específico y reflejarse localmente en manifestaciones folclóricas, como la jota.
A.2. Delimitación del área territorial en la que se manifiesta el hecho cultural. Localización:
Si bien durante muchos años era una actividad productiva desarrollada fundamentalmente en la Comarca de las Vegas, al sureste de la Comunidad de Madrid, en una zona semiárida colmada de atochares y albardinales, en la actualidad sigue manifestándose principalmente en los municipios de Colmenar de Oreja y Villarejo de Salvanés.
A.3. Introducción histórica:
Desde que el hombre descubrió la posibilidad de fabricar cables sólidos utilizando pelos o fibras vegetales, paralelizándolos y retorciéndolos a mano, en forma de haces, ha empleado estos materiales para dar respuesta a sus necesidades más inmediatas, como el vestido, el calzado o el almacenamiento, la construcción y el transporte. Existen evidencias
arqueológicas al respecto desde el Neolítico, cuando se introdujeron el huso y la tornera, facilitando la creación de los hilos; así se formaban las madejas de lana y se producían las
cuerdas de cáñamo, lino o esparto. A la espectacularidad de materiales de esparto como los
hallados en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol, en Granada, se suman otros que ayudan a identificar las cuerdas o productos del esparto como algo cotidiano en las sociedades
que poblaban la Comunidad de Madrid desde época calcolítica, habiéndose identificado cerámicas con improntas de esparto hilado en yacimientos como El Ventorro (Villaverde
Bajo) o Las Salinas de Espartinas (Ciempozuelos), de la Edad del Bronce.
El uso del esparto hilado ha sido algo constante a lo largo de la historia, pero en la Comunidad de Madrid hemos de señalar que la explotación del esparto destaca entre las poblaciones del sudeste madrileño y proviene de una antigua tradición que aprovecha la abundancia de plantas productoras de esta fibra vegetal en los cerros del entorno. Las referencias
sobre la industria de sogas de esparto en nuestra región son explícitas a partir del siglo XVIII.
Las Respuestas Generales del Catastro del Marques de la Ensenada nos hablan de sogueros
de esparto en Colmenar de Oreja, Estremera, Valdaracete o Villarejo de Salvanés. Las Memorias Políticas y Económicas de Eugenio Larruga (1787) señalan la existencia del gremio
de esparteros-estereros de Madrid, que hacía sogas y ataderos; en Brea de Tajo hacían sogas; en Fuentidueña, maromas y sogas carreteras y novilleras; en Villarejo de Salvanés, sobrecargas, maromillas y cuerdas. La Encyclopedia Metódica de 1770 describe la manera
manual de hilar los espartos, que no difiere mucho de aquella que siguen manteniendo en
la actualidad algunos miembros de las comunidades portadoras contemporáneas; la diferencia estriba en los mecanismos usados en la preparación de las fibras: no se contaba entonces con molinos adecuados para machacar el esparto, utilizándose para ello un mazo de dos
pies de largo, apoyado en cualquier piedra lisa adecuada para recibir el golpe, así se produ-
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID