El Escorial (BOCM-20250331-73)
Organización y funcionamiento. Reglamento Protocolo Institucional
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BOCM
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 31 DE MARZO DE 2025

B.O.C.M. Núm. 76

TÍTULO PRIMERO
SOBRE LA LEAL VILLA DE EL ESCORIAL: TRATAMIENTOS,
SÍMBOLOS, MEDALLAS Y EMBLEMAS
Preámbulo
La Leal Villa de El Escorial es un municipio cargado de historia, podríamos remontarnos a la época
de los celtíberos para conocer a sus primeros pobladores, pues en su entorno se han encontrado
yacimientos carpetanos y restos megalíticos. Pero las fuentes históricas escritas, donde aparece el
nombre de “escurial” nos llevan a la Edad Media, cuando los caballeros segovianos conquistaron al
pueblo musulmán el sur de la Sierra de Guadarrama, integrando al mismo dentro de su Comunidad
de Ciudad y Tierra. En 1563, el comienzo de las obras del Monasterio de San Lorenzo de El
Escorial, hicieron que la vida y las instituciones de la pequeña aldea de El Escorial cambiaran.
Felipe II, para llevar a cabo tan magna obra, dotó a El Escorial de ciertas instituciones que lo
vincularon con la administración de la Corona y del Monasterio. Así, mediante una serie de Reales
Privilegios y de Reales Cédulas transformó el pequeño poblado en una villa propiamente dicha,
separó a El Escorial de la jurisdicción de Segovia y, por primera, vez tuvo un Concejo formado por
un alcalde mayor y dos ordinarios, por dos regidores y dos mayordomos.
Desde que se colocó la primera piedra del Monasterio, el municipio se convirtió en un núcleo
importante de población: obreros, albañiles, canteros, carpinteros, arrieros, aparejadores, pintores,
maestros de toda índole, junto con el Rey y la Corte, formaron un bullicioso pueblo lleno de
actividad.
El Concejo debía abastecer a miles de personas, velar por el buen gobierno y fomentar el
crecimiento ordenado del municipio. Para ello se dotó de carnicería, de taberna, de tiendas, de
pósito, de médico y maestro.
Poblados y despoblados del entorno fueron comprados por la Hacienda Real para dar al
Monasterio medios suficientes para su abastecimiento y sufragar sus gastos. Así como, para
formar el gran coto de caza real, el Bosque Real, el cual estuvo delimitado por una cerca o pared
de piedra seca. La concentración de la propiedad en manos monacales impidió el desarrollo de
relaciones comerciales de los vecinos del municipio y aunque la villa mantuvo el cultivo y la
ganadería de subsistencia, se especializó en dar servicio al Monasterio, procurando el
abastecimiento del mismo, de la Corte y del Rey, durante las temporadas que estos pasaban en El
Escorial.
La vida de este municipio transcurrió tranquila y sin grandes altibajos durante casi toda la Edad
Moderna, hasta que en 1767 el Marqués de Grimaldi aprobó una Carta Orden de la Comunidad del
Monasterio que permitía construir casas en el entorno del mismo, con ella se pretendía terminar
con el problema de la falta de alojamiento de la Corte. De este modo, Juan de Villanueva,
arquitecto de Carlos III, diseñó y creó lo que en un futuro no muy lejano sería el casco urbano del
municipio que se llamaría San Lorenzo de El Escorial. En estos años al entorno del monasterio se
le conocía como Sitio Real de San Lorenzo de El Escorial y por Real Cédula de Carlos IV fechada
en 1793 se le dio jurisdicción propia, siendo administrado por un Gobernador Real. Así comenzó la
separación de los dos núcleos urbanos aledaños al monasterio, de tal manera, que a comienzos
del siglo XIX, tras la constitución de Cádiz, nos encontraremos con dos municipios y, por lo tanto,
con dos ayuntamientos.

En este siglo, El Escorial estaba empobrecido, no podía seguir viviendo del servicio al Monasterio,
los frailes fueron exclaustrados y la Corona, para sufragar las deudas de la nación, subastó los
Bosques Reales y las propiedades que con anterioridad habían servido para abastecer al
Monasterio. El declive económico y de población fue en aumento; hasta que en la segunda mitad
del siglo XIX la construcción del ferrocarril ayudó a revertir esta tendencia. Con el ferrocarril se
crearon nuevos puestos de trabajo: mozos, dependientes y factores, etc. El transporte de turistas
que venían a conocer el Monasterio, convirtió El Escorial en un municipio turístico, donde se

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En 1808, España se vio envuelta en la guerra de la Independencia frente al ocupador francés. La
actitud heroica de los habitantes de El Escorial durante la misma movió a D. Manuel Saiz Gómez del
Campo, natural de la villa, a enviar a Fernando VII un memorial en el que relataba lo acaecido
durante la guerra en el municipio y solicitaba que éste le concediera la merced de añadir a su
nombre el título de “Leal”; así como, que se le confirmaran todos los privilegios concedidos a la
misma desde tiempos de Felipe II. Tras lo cual, por un Real Privilegio dado en Madrid el 13 de
septiembre de 1815, Su Majestad confirmaba todos los privilegios, cédulas y concordias que tenía la
villa y le concedió la nueva merced de intitularse Leal villa de El Escorial.