C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20250205-37)
Bien de interés cultural – Decreto 2/2025, de 29 de enero, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Monumento, la iglesia parroquial de San Vicente Mártir en Braojos de la Sierra (Madrid)
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 5 DE FEBRERO DE 2025
B.O.C.M. Núm. 30
burgos, enmarcado por una moldura trilobulada, y flanqueado por columnas salomónicas
con decoración de pámpanos y uvas. En el ático una pintura al óleo representado a San José
con el Niño.
En la cabecera se ubica el retablo de San Vicente Mártir, del siglo XVIII realizado en
madera dorada y policromada con escultura en bulto redondo y elementos decorativos que
anuncian el estilo rococó. Se compone de banco, un cuerpo con tres calles y dos intercolumnios separados por columnas salomónicas de orden compuesto con elementos de pámpanos
y racimos de uvas. En la calle central se ubica un tabernáculo giratorio con la imagen de San
Vicente, en las calles laterales, las imágenes de San Esteban y San Lorenzo, y en el ático,
San Pedro y San Pablo.
Frente a la puerta de acceso, en el muro norte, se encuentra el Retablo de San Sebastián, de principios del siglo XVIII en madera dorada y policromada con escultura. Consta
de banco, un cuerpo con tres calles entre columnas salomónicas de orden corintio y fustes
decorados con pámpanos y racimos de uvas. Remata en un ático enmarcado por estípites,
volutas y jarrones. En la hornacina central se halla la figura de San Sebastián, en la calle lateral derecha, un santo obispo y en la izquierda, San Roque. En el ático, el Ángel de la Guarda, y en el banco, dos tablas hispanoflamencas de finales del siglo XV, atribuidas al Maestro de los Luna, representando a San Juan Evangelista en Patmos y a Santiago El Mayor.
Entre ambas un busto relicario de San Vicente.
La iglesia conserva también un conjunto de ornamentos litúrgicos de interés, así como
un conjunto de objetos litúrgicos de orfebrería de notable calidad. Destacan por su vinculación con la historia del templo: una custodia de sol de plata sobredorada, escuela madrileña del primer cuarto del siglo XVII, con punzones del marcador Esteban Pedrera, de platero Bartolomé Navarrete y de localidad de Madrid; un cáliz de plata sobredorada, con
esmaltes, escuela madrileña del segundo cuarto del siglo XVII, con punzones del marcador
Francisco Mudarra y de localidad de Madrid; y una cruz procesional de bronce, de escuela
madrileña del siglo XVII, con relieves representando a Cristo Crucificado y a la Inmaculada Concepción.
3.2. Análisis y evolución crono-constructiva:
Atendiendo al análisis estructural del edificio, de sus paramentos y elementos decorativos, la aportación documental conservada en el Archivo Parroquial y el Archivo Diocesano de Toledo, los informes de restauración de la iglesia (1989-1991), así como el estudio
del Dr. Carlos Hernández Gelabert, ha sido posible plantear una secuencia crono-constructiva del edificio.
En primer lugar, hay que mencionar las intervenciones realizadas en la iglesia de San
Vicente en los años 90 del siglo XX, en las que aparecieron restos de la cimentación de un
muro transversal al muro norte de la nave a la altura del coro, lo que dio lugar a pensar en
la existencia de una primitiva construcción de época medieval, posiblemente de la etapa de
repoblación, sin que se pueda determinar una cronología más precisa por la falta de datos
suficientes. Varios elementos permiten suponer una edificación que estaría formada por una
nave rectangular con cabecera semicircular o cuadrangular, que respondería a una tipología románica de carácter rural que se desarrolla en pequeñas poblaciones de la región castellana y concretamente madrileña, como Prádena del Rincón, Navalafuente, Venturada,
Valdelaguna o Navarredonda, en las que se conservan algunos restos.
En un momento posterior se añadió un tramo a los pies de la nave, también en mampostería, seguramente con la intención de agrandar la iglesia, derribando el muro occidental de la primera construcción. Sobre el muro oeste del nuevo tramo se levantó una espadaña, que posteriormente pasó a formar parte del cuerpo de la torre, que se realizó hacia
finales del siglo XV o principios del XVI. En la parte inferior del nuevo muro occidental se
abrió un acceso a la iglesia, que después pasó a comunicar el sotocoro con el cuerpo bajo
de la torre.
No se puede determinar en qué momento se produjo esta ampliación, ya que no existen suficientes datos para ello, pero tuvo que producirse con anterioridad a la construcción
de la torre, por tanto, en época bajomedieval. Algunos autores piensan que al mismo tiempo que se amplió la nave por los pies también se añadió la nave lateral junto a la fachada
sur, donde actualmente se encuentra el acceso a la iglesia.
En el muro que cierra el cuerpo añadido a la nave por su lado sur se puede ver una gran
ménsula de piedra con perfil de cuarto de esfera, y, a la misma altura y a una cierta distancia, un hueco donde se situaría otra ménsula, así como un vano abierto en la parte superior.
Todo ello parece indicar que en origen este muro correspondía a una fachada exterior. Todos estos datos sugieren la posibilidad de que la nave lateral se tratase de un pórtico que
BOCM-20250205-37
BOCM
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burgos, enmarcado por una moldura trilobulada, y flanqueado por columnas salomónicas
con decoración de pámpanos y uvas. En el ático una pintura al óleo representado a San José
con el Niño.
En la cabecera se ubica el retablo de San Vicente Mártir, del siglo XVIII realizado en
madera dorada y policromada con escultura en bulto redondo y elementos decorativos que
anuncian el estilo rococó. Se compone de banco, un cuerpo con tres calles y dos intercolumnios separados por columnas salomónicas de orden compuesto con elementos de pámpanos
y racimos de uvas. En la calle central se ubica un tabernáculo giratorio con la imagen de San
Vicente, en las calles laterales, las imágenes de San Esteban y San Lorenzo, y en el ático,
San Pedro y San Pablo.
Frente a la puerta de acceso, en el muro norte, se encuentra el Retablo de San Sebastián, de principios del siglo XVIII en madera dorada y policromada con escultura. Consta
de banco, un cuerpo con tres calles entre columnas salomónicas de orden corintio y fustes
decorados con pámpanos y racimos de uvas. Remata en un ático enmarcado por estípites,
volutas y jarrones. En la hornacina central se halla la figura de San Sebastián, en la calle lateral derecha, un santo obispo y en la izquierda, San Roque. En el ático, el Ángel de la Guarda, y en el banco, dos tablas hispanoflamencas de finales del siglo XV, atribuidas al Maestro de los Luna, representando a San Juan Evangelista en Patmos y a Santiago El Mayor.
Entre ambas un busto relicario de San Vicente.
La iglesia conserva también un conjunto de ornamentos litúrgicos de interés, así como
un conjunto de objetos litúrgicos de orfebrería de notable calidad. Destacan por su vinculación con la historia del templo: una custodia de sol de plata sobredorada, escuela madrileña del primer cuarto del siglo XVII, con punzones del marcador Esteban Pedrera, de platero Bartolomé Navarrete y de localidad de Madrid; un cáliz de plata sobredorada, con
esmaltes, escuela madrileña del segundo cuarto del siglo XVII, con punzones del marcador
Francisco Mudarra y de localidad de Madrid; y una cruz procesional de bronce, de escuela
madrileña del siglo XVII, con relieves representando a Cristo Crucificado y a la Inmaculada Concepción.
3.2. Análisis y evolución crono-constructiva:
Atendiendo al análisis estructural del edificio, de sus paramentos y elementos decorativos, la aportación documental conservada en el Archivo Parroquial y el Archivo Diocesano de Toledo, los informes de restauración de la iglesia (1989-1991), así como el estudio
del Dr. Carlos Hernández Gelabert, ha sido posible plantear una secuencia crono-constructiva del edificio.
En primer lugar, hay que mencionar las intervenciones realizadas en la iglesia de San
Vicente en los años 90 del siglo XX, en las que aparecieron restos de la cimentación de un
muro transversal al muro norte de la nave a la altura del coro, lo que dio lugar a pensar en
la existencia de una primitiva construcción de época medieval, posiblemente de la etapa de
repoblación, sin que se pueda determinar una cronología más precisa por la falta de datos
suficientes. Varios elementos permiten suponer una edificación que estaría formada por una
nave rectangular con cabecera semicircular o cuadrangular, que respondería a una tipología románica de carácter rural que se desarrolla en pequeñas poblaciones de la región castellana y concretamente madrileña, como Prádena del Rincón, Navalafuente, Venturada,
Valdelaguna o Navarredonda, en las que se conservan algunos restos.
En un momento posterior se añadió un tramo a los pies de la nave, también en mampostería, seguramente con la intención de agrandar la iglesia, derribando el muro occidental de la primera construcción. Sobre el muro oeste del nuevo tramo se levantó una espadaña, que posteriormente pasó a formar parte del cuerpo de la torre, que se realizó hacia
finales del siglo XV o principios del XVI. En la parte inferior del nuevo muro occidental se
abrió un acceso a la iglesia, que después pasó a comunicar el sotocoro con el cuerpo bajo
de la torre.
No se puede determinar en qué momento se produjo esta ampliación, ya que no existen suficientes datos para ello, pero tuvo que producirse con anterioridad a la construcción
de la torre, por tanto, en época bajomedieval. Algunos autores piensan que al mismo tiempo que se amplió la nave por los pies también se añadió la nave lateral junto a la fachada
sur, donde actualmente se encuentra el acceso a la iglesia.
En el muro que cierra el cuerpo añadido a la nave por su lado sur se puede ver una gran
ménsula de piedra con perfil de cuarto de esfera, y, a la misma altura y a una cierta distancia, un hueco donde se situaría otra ménsula, así como un vano abierto en la parte superior.
Todo ello parece indicar que en origen este muro correspondía a una fachada exterior. Todos estos datos sugieren la posibilidad de que la nave lateral se tratase de un pórtico que
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