C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20240509-16)
Bien de interés cultural –  Decreto 50/2024, de 30 de abril, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural del Patrimonio Inmaterial de la Comunidad de Madrid, la Cetrería
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BOCM
B.O.C.M. Núm. 110

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
JUEVES 9 DE MAYO DE 2024

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Por otra parte, hay que recordar que la Cetrería se utiliza en todos los aeropuertos del
mundo para controlar y erradicar las aves de las pistas y evitar accidentes. En España, la
Cetrería vinculada a la seguridad aérea, nace en 1967 en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid, con un proyecto pionero encabezado por Félix Rodríguez
de la Fuente. En la actualidad se practica en el aeropuerto de Madrid Barajas, bases aéreas
de Torrejón de Ardoz y Getafe y aeródromo de Cuatro Vientos.
Asimismo, desde el verano de 2009, también se utilizan aves de Cetrería en el sur de
la Comunidad de Madrid (zonas periurbanas de los municipios de Fuenlabrada, Leganés y
Getafe) para el control de fauna silvestre ante la aparición de casos de leishmaniosis.

La Cetrería es un arte de caza que consiste en adiestrar aves rapaces para cazar animales libres en su medio natural. Es un arte milenario con gran carga histórica basado en la
constancia, el conocimiento de la naturaleza y el respeto por los animales. En España es
además un deporte regulado por el Consejo Superior de Deportes.
Dentro de esta disciplina hay diferentes modalidades. Así, según la altura de vuelo de
cada especie se distinguen el alto vuelo o altanería y el bajo vuelo. En el alto vuelo el ave
(únicamente halcones) alcanza gran altura, realizando finalmente un picado para capturar a
la presa. Con esta modalidad solo es posible cazar aves y es la más compleja y espectacular. En el bajo vuelo las aves no adquieren mucha altura y es posible cazar tanto aves como
pequeños cuadrúpedos (conejos o liebres). Las rapaces utilizadas son también diurnas
(águilas, gavilanes, azores, etc.).
El adiestramiento de las aves consta de tres fases (que se conocen en el argot cetrero
como “afeitado”): el desvele, el placeo y la introducción al señuelo.
El desvele consiste en no dejar dormir al ave la primera noche que se la coge en el
guante, con la finalidad de que termine comiendo de la mano enguantada.
Una vez que come en presencia del cetrero se debe pasar a la segunda fase del adiestramiento, el placeo, que consiste en acostumbrarlo a la presencia de los seres humanos. Se
denomina placeo porque esta labor se llevaba a cabo en la Edad Media en las plazas de armas de los castillos, los lugares más concurridos. Ayudados por un trozo de carne en el
guante (denominado “roedero”) y con la cantidad de hambre adecuada, se le quita la caperuza y se le incita a comer delante de la gente.
Una vez que es manso, se introduce en el señuelo. El señuelo es un armadijo de cuero
donde se le ata, mediante unas correíllas, un trozo de carne y donde se le enseña a comer.
La función del señuelo es atraer al ave, poder recuperar al ave adiestrada una vez que vuela en libertad. Finalmente, se le enseña “el vivo”, operación que consiste en soltarle una presa precapturada (una codorniz, un conejo, una perdiz o una paloma, por ejemplo).
Una vez que el ave ha desarrollado todo su plumaje va a dejar de comer en su posadero para pasar a comer en el puño del cetrero o en el señuelo, al principio muy cerca del lugar habitual donde come y poco a poco cada vez más lejos hasta hacerlo a unos 15 o 20 metros para así empezar a ejercitar sus alas. Es este momento el que utiliza el cetrero para que
el ave de cetrería coma en presencia de otras personas y de los perros que serán sus compañeros de caza.
Conseguidos esos tres pasos satisfactoriamente se pasaría a introducirlos en la caza real.
Antiguamente los cetreros se proveían de aves procedentes de la naturaleza, pero en la
actualidad las aves de presa se encuentran protegidas en toda la Unión Europea, por lo que
solo pueden adquirirse en un centro o granja de cría autorizada. En España, la suspensión
del abastecimiento de jóvenes rapaces procedentes del medio natural en los años ochenta del
siglo XX, obligó a los cetreros a interesarse por la cría en cautividad, lo que ayudó notablemente a su desarrollo, y contribuyó a evitar la extinción de muchas especies. La cría de aves
de presa es un reservorio genético de indiscutible valor y la base y sustento de Cetrería.
La Cetrería es una caza sostenible ya que se considera que la incidencia predadora en
las poblaciones salvajes es prácticamente nula. Lo importante no es el número de capturas,
si no disfrutar de los vuelos, los picados y los arabescos de los pájaros.
En un principio el ser humano se sirvió de esta técnica para procurarse alimentos, pero
su evolución posterior hizo que adquiriera otros valores y se convirtiera en una actividad
social y recreativa, y también un medio de estrechar el vínculo del hombre con la naturaleza. Por ello, hoy en día está vinculado principalmente con la conservación de la naturaleza,
el patrimonio cultural y las actividades sociales de las comunidades.
La Cetrería es una actividad minoritaria por la complejidad de su práctica y porque requiere tiempo, dedicación y recursos. Un cetrero debe estar pendiente de sus pájaros todos

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A.4. Descripción y tipología de la manifestación