B) Autoridades y Personal - CONSEJERÍA DE ECONOMÍA, HACIENDA Y EMPLEO (BOCM-20240110-7)
Plan de formación –  Resolución de 22 de diciembre de 2023, de la Directora General de Función Pública, por la que se aprueba y da publicidad al Plan de Formación para Empleados Públicos de la Comunidad de Madrid para 2024 y se abre el plazo de presentación de solicitudes de participación
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 10 DE ENERO DE 2024

B.O.C.M. Núm. 8

I. COMUNIDAD DE MADRID

B) Autoridades y Personal
Consejería de Economía, Hacienda y Empleo
RESOLUCIÓN de 22 de diciembre de 2023, de la Directora General de Función
Pública, por la que se aprueba y da publicidad al Plan de Formación para Empleados Públicos de la Comunidad de Madrid para 2024 y se abre el plazo de
presentación de solicitudes de participación.

La disposición de un capital humano técnicamente cualificado, constantemente actualizado en sus conocimientos, comprometido con sus objetivos, motivado, con capacidad de
iniciativa y de emprendimiento, y dotado de herramientas emocionales básicas tales como
empatía, proactividad, actitud cooperativa o resiliente, supone un elemento diferencial en
cualquier organización eficiente, pero es todavía más relevante en el caso de las Administraciones Públicas, dado, por un lado, que, por la amplia naturaleza de actividades que desarrolla, son particularmente intensivas en personal y, por otro, que el ejercicio de la función pública está especialmente vinculado a la vocación de servicio público de quienes
forman parte de la misma.
Resulta por ello de notoria relevancia el diseño de políticas de recursos humanos orientadas por las condiciones expuestas, dentro de las cuales tiene, sin duda, un papel nuclear
la estrategia de formación que se implante, la cual no constituye un fin en sí mismo, sino
que es en esencia una herramienta práctica destinada a contribuir en la labor de proporcionar a los diferentes centros directivos unos efectivos personales dotados de las habilidades
y destrezas, profesionales y personales, necesarias para el adecuado ejercicio de las competencias que tienen asignadas.
De igual modo, la política de formación es también un elemento clave en el diseño e
impulso de la carrera profesional de los empleados públicos, de manera que una actitud de
éstos proclive a su reciclaje continuo se configura como una de las piezas esenciales no solo
de su desarrollo individual, sino también de sus opciones de promoción laboral, a la vez que
ayuda a identificar y hacer aflorar el talento intento existente.
Esta doble perspectiva se encuentra en el centro mismo de la política de formación impulsada por la Administración de la Comunidad de Madrid, de la cual el plan anual de formación de los empleados públicos se erige como su instrumento de ejecución principal,
aunque en modo alguno único.
En este sentido, el presente plan responde a una línea de actuación implementada desde hace prácticamente una década, de modo que combina un conjunto de elementos nucleares que dotan de solidez y continuidad a la estrategia formativa, con la inclusión constante
de factores innovadores, ya sea en los ejes marcados como prioritarios en cada caso, ya sea
en las modalidades metodológicas, ya sea en las formas de impartición.
En el primer aspecto, esto es, entre los elementos que definen la marca propia de la política formativa implementada, este plan coincide con los precedentes en aspectos tales
como una vocación omnicomprensiva, que abarca la práctica totalidad de los ámbitos de actuación administrativa pero que a la vez apunta preferentemente a los sectores más directamente vinculados con la prestación de servicios esenciales a la ciudadanía; la amplia diversidad de contenidos, que atiende a los requerimientos destinados tanto a la adquisición de
conocimientos y técnicas profesionales como a la mejora y el desarrollo personales; la
vinculación de la acción formativa con el resto de las políticas de personal, en especial con
las que afectan a la selección, la promoción y la provisión de puestos de trabajo; el equilibrio entre las diferentes modalidades de impartición, si bien con una apuesta creciente por
la digitalización y por el empleo de herramientas tecnológicas en el proceso formativo, dadas sus amplias potencialidades en orden a proporcionar mayores posibilidades de flexibilidad e individualización de la actividad de formación; la confianza en el talento interno
para la impartición de las acciones formativas; o el esfuerzo colaborativo en la detección de
necesidades, otorgando un papel protagonista tanto a todos los centros directivos que conforman la Administración autonómica como a las organizaciones sindicales representantes
del personal, a partir del convencimiento de que la implicación de todos los actores es una
condición necesaria para la optimización en la consecución de los resultados pretendidos.

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