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Bien de interés cultural –  Resolución de 3 de octubre de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural del Patrimonio Inmaterial de la Comunidad de Madrid, del Flamenco en la Comunidad de Madrid
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BOCM
B.O.C.M. Núm. 248

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 18 DE OCTUBRE DE 2023

Pág. 243

B.1. Justificación social y cultural:
Fue la prensa madrileña la que identificó por primera vez el Flamenco como género
musical y artístico, a mediados del siglo XIX. Desde entonces, hasta los últimos eventos celebrados, la continuidad histórica del flamenco en la Comunidad de Madrid es incuestionable. Y ello gracias a las posibilidades que ha ofrecido la capital a los artistas del género y a
la aceptación por parte del público, lo que ha permitido su evolución y valoración.
El flamenco ha sido programado en Madrid por entidades públicas y privadas, ofreciendo a los artistas interesantes oportunidades de trabajo. Su aceptación entre el público
de Madrid responde, entre otras razones, a la propia idiosincrasia de la sociedad madrileña,
amalgama antropológica única, conformada por personas que provienen de muchos lugares y condiciones distintos. Desde el siglo XIX el flamenco ha sido parte de la cultura de la
ciudad, generando un sentimiento de pertenencia en muchos inmigrantes y desheredados
por el sistema. En teatros, cafés cantantes, colmaos, peñas, tablaos o clubes de música, el
artista flamenco ha podido hacer uso de su libertad creativa, mostrando al público sus creaciones, tradicionales o mestizas, encontrando siempre público para ellas. El público siempre ha estado receptivo a la tradición, pero también ha sabido abrirse a nuevos códigos estéticos, desde los caracoles de Antonio Chacón de finales del XIX, al Sonido Caño Roto de
los años setenta o la voz de Camarón durante la movida madrileña.
Muchos locales históricos de la ciudad son símbolos de la historia del flamenco, como
el Tablao Flamenco 1911 (antiguo Villa Rosa), el Corral de la Morería o el Teatro Pavón;
los sucesos ocurridos en ellos ocupan un lugar destacado en la memoria colectiva: las grandes fiestas en los alrededores de la Plaza Santa Ana, los encuentros en las ventas a las afueras de la ciudad después de una noche de tablao o las fiestas en la Cueva del Candela. Sucesos que han marcado el carácter del género y de sus ejecutantes.
El artista flamenco que viene en la actualidad a Madrid sabe que puede acudir a lugares donde es posible la asociación con otros artistas, a centros de enseñanza y a salas donde tener la oportunidad de iniciar su carrera profesional.
En Madrid existen muchos tipos de públicos interesados en este arte, con expectativas
diversas con respecto a él. Los tablaos siguen siendo la escuela de muchos artistas, la peña
es un mecanismo de asociación ciudadana con el flamenco como foco de interés común, los
clubes de músicas acercan el flamenco a otros públicos y los grandes teatros siguen proyectando a los artistas flamencos de reconocimiento internacional. Anualmente surgen festivales o ciclos culturales donde el flamenco se integra, generando mayor afición entre la ciudadanía. Todo ello, refrendado por un uso privado del género entre una parte de la población,
que sigue construyendo sus lazos afectivos entorno a la práctica del flamenco de generación
en generación.
Con todo, el flamenco es relevante en la Comunidad de Madrid porque tiene un arraigo histórico documentado, porque ofrece trabajo diario a muchos artistas, porque sigue
siendo capital simbólico para varios barrios y distintas familias de madrileños y porque el
público sabe que el flamenco que se exhibe en las salas de Madrid es “flamenco purísimamente impuro”, siendo este el único flamenco posible.
B.2. Riesgos y medidas de salvaguarda:
El Flamenco es un elemento del patrimonio inmaterial de la Comunidad de Madrid de
indudable aceptación y consolidación entre los diferentes grupos y comunidades que lo celebran, tanto a nivel privado como profesional o asociativo. Pero actualmente se corre el
riesgo de perder el dinamismo y la creatividad que le caracteriza y engrandece. Por un lado,
porque las peñas y asociaciones flamencas, que registran los sonidos e interpretaciones más
puros del flamenco, adolecen de medios suficientes para el desarrollo de sus actividades, de
lo que resulta la pérdida de interés entre aficionados y jóvenes; por otro, porque los espectáculos que ofrecen los tablaos cuentan sobre todo con público extranjero, no local, pues su
dimensión turística es también importante y fuente de supervivencia económica.
En la Comunidad de Madrid, las diferentes administraciones implementan esfuerzos para
la salvaguardia de este arte, adoptando medidas como la convocatoria de ayudas a empresas de
artes escénicas, entre ellas los tablaos, o de espectáculos coreográficos, entre ellos de coreografía flamenca. Claras medidas de apoyo han sido la declaración de los tablaos flamencos como
Espacios Culturales de Especial Relevancia e Interés General para la ciudad de Madrid en el
año 2020, o la concesión de la Medalla Internacional de las Artes de la Comunidad de Madrid,
que en 2021 se otorgó a la Asociación de Tablaos Flamencos de Madrid.

BOCM-20231018-54

B. Justificación de los valores que lo hacen merecedor de su declaración
como Bien de Interés Cultural