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Bien de interés cultural –  Resolución de 23 de mayo de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Zona Arqueológica, del yacimiento de “El Rebollar”, en El Boalo (Madrid)
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B.O.C.M. Núm. 132

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 5 DE JUNIO DE 2023

cio a mediados del siglo VII que se mantiene ocupado hasta finales del VIII d. C.,
con una primera reforma realizada en algún momento de esa ocupación, y a la que
le sucede un periodo prolongado de abandono y alguna frecuentación del edificio
en el siglo IX d. C.; una reconstrucción del edificio llevada a cabo en época bajomedieval, entre finales del siglo XIV e inicios del XV, momento en que el edificio
se ocupa hasta finales del siglo XV; su reforma en época moderna, fechada a comienzos del XVI cuando se mantiene en uso hasta finales del XVI; y una reocupación temporal con una función diferente, más orientada a lugar de reunión, a partir
del siglo XVII hasta el primer tercio del siglo XVIII, hasta su posterior abandono
definitivo. Las continuas reformas han dado lugar a una excavación compleja con
numerosas unidades estratigráficas.
La excepcionalidad de este yacimiento, a diferencia de otras iglesias rurales conocidas, es que las tumbas excavadas en su interior no se hallan expoliadas y mantienen un excelente estado de conservación. Presenta una estratigrafía de ocupación de la nave inalterada y perfectamente registrada, que nos permite datar la fase
original del edificio y las posteriores reformas
La clara relación entre las tumbas y la estructura del edificio, perfectamente orientadas y dispuestas en hileras con respecto a los muros perimetrales de la nave, llevan a plantear la datación de la iglesia rural en la segunda mitad del siglo VII d. C.
Edificio 2:
En las campañas de 2020-2022 se localizan los restos correspondientes a una posible iglesia situada al sur de la anterior que se fecharía a partir del siglo XVII.
Cuenta con tres naves separadas por tres pies derechos a cada lado que sujetarían
la estructura de cubierta. Dispone de dos suelos de mortero de cal fratasado: uno
localizado a 30 cm de profundidad y un segundo, bajo este, de mortero de cal con
la superficie grisácea y dos capas de aporte. En frente de lo que parece ser el ábside, se localiza la tumba 13 que tipológicamente parece anterior, del periodo visigodo. La iglesia se halla muy arrasada, conservando apenas una hilada de muros
y la cimentación. Bajo el suelo, se extiende la necrópolis, habiéndose documentado, además de la tumba en la posición central durante la campaña de 2020, una
nueva sepultura con cubierta de laja única labrada a dos aguas en la esquina sureste del edificio.
Edificio 3:
Durante la campaña de 2022 se abre una nueva área de excavación al sur de las parcelas. Coincidiendo con una alteración marcada por el georradar, se descubre un
edificio con orientación norte-sur de 4,5 m de anchura y, al menos, 7 m de largo
posiblemente afectado en su lado sur por la construcción de la tapia de la finca. El
grosor de sus muros es de entre 0,65-0,70 m en los tramos norte y oeste y 0,80 m
el este. El muro este se prolonga 0,50 m hacia el norte y está rematado por un bloque que abarca la anchura del muro, lo que podría indicar la presencia de un vano
o de otra estancia hacia este lado.
La tipología edilicia es claramente diferente al edificio 2, pero parece que mantiene la fábrica de mampostería, aunque con un alto grado de arrasamiento y cuenta
con suelos de mortero de cal, que abarcan el espacio interior, y se ha constatado
que han sido reparados al menos en una ocasión. Se instala el mortero sobre una
base de fragmentos de tejas como base que, en algún caso, apoya sobre las losas
de tumbas inferiores que no serían coetáneas el edificio. La cronología de este
nuevo edificio sería posterior a la fase de enterramientos que tiene debajo. La ocupación del espacio funerario es intensa.
b) Necrópolis.
El georradar señaló la presencia de al menos 37 tumbas en la parcela, de las que se
han documentado ya 23 gracias a la intervención arqueológica. De diferentes tipologías, contienen tanto enterramientos infantiles como de adultos, y su estudio
ha permitido documentar diversos detalles de los rituales funerarios de época visigoda.
Una parte de las tumbas documentadas se corresponden con un uso funerario de la
nave de la iglesia tardoantigua (edificio 1). Asociadas a esta cronología se han localizado en el interior de la nave catorce tumbas perfectamente orientadas en el
sentido de la nave y alineadas con los muros perimetrales. El suelo de la iglesia se

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