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Inventario patrimonio cultural –  Resolución de 14 de diciembre de 2022, de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, para la inclusión en el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comunidad de Madrid de la técnica constructiva de la piedra seca en la Comunidad de Madrid
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BOCM
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
VIERNES 13 DE ENERO DE 2023

B.O.C.M. Núm. 11

2. Clasificación
Categoría: técnicas tradicionales. Aprovechamientos específicos de los paisajes naturales.
Calendario/periodicidad: se desarrolla en cualquier época del año, especialmente en
aquellos períodos en los que el trabajo del campo o la ganadería lo permiten.

Descripción extendida/desarrollo: la técnica constructiva de la piedra seca implica la
edificación de muros de piedra sin ningún tipo de argamasa de unión. Las piedras se sujetan en su lugar por gravedad y presión y se mantienen por la fuerza del frotamiento entre
ellas; los huecos que lo necesiten pueden rellenarse mediante ripios o pequeñas piedras. El
buen asiento de los muros depende de la destreza y experiencia de los obrantes.
Se trata de un sistema constructivo tradicional que, como toda arquitectura vernácula,
supone el aprovechamiento de las materias primas existentes en la zona. Es una arquitectura de subsistencia que implica la adaptación del hombre al entorno en el que se desenvuelve, así como la modificación del paisaje en el que se asienta para facilitar su aprovechamiento.
Las piedras normalmente proceden del despedregado del mismo suelo en el que se va
a construir y que se prepara para labores agrícolas; también puede proceder de canteras tradicionales, pero es menos habitual.
La construcción con piedra seca es una actividad generalmente muy apreciada por la
comunidad en la que se desarrolla, puesto que da respuesta a las necesidades de los individuos, facilita el desarrollo de las actividades productivas y forma comunidad, ya que es un
trabajo a llevar a cabo mediante la colaboración de varios actores.
Origen percibido: el origen de la técnica de la piedra seca es difícil de precisar. Según
F. Vela Cossío (2022), se encuentra documentada desde 1559, si bien podrían encontrarse
manifestaciones y construcciones con esta técnica desde la Edad del Bronce. Algunas de las
construcciones que se conservan en la Comunidad de Madrid podrían datar del siglo XIX,
cuando Juan de Villanueva publica su libro Arte de Albañilería (1827), en el que ya se dan
instrucciones básicas para realizar construcciones con esta técnica.
Procedimientos técnicos: si bien la técnica constructiva de la piedra seca depende, en
buena parte, del tipo y naturaleza de los materiales pétreos propios de la zona, en general
se pueden identificar varias fases en la construcción del muro de piedra seca:
— La primera de ellas es el acopio de material. Las piedras se van organizando por
formas y tamaños y seleccionando por lo adecuado de los tipos.
— Posteriormente se señalan los límites y puntos fundamentales de la construcción.
— Se excava una pequeña zanja de cimentación, que se rellena con las piedras de mayor tamaño, para garantizar un adecuado asiento.
— Sobre el cimiento se va levantando el muro, seleccionando cada piedra individualmente y la cara más plana de cada una de ellas para la cara vista del mismo. Se
procura ejecutar la superposición de hiladas (o hilos) sin que coincidan las juntas,
de manera que el muro quede bien trabado.
Los muros que se van levantando pueden ser únicamente de una línea de piedras o bien
estar formado de dos hojas o cortezas, que deben “atarse” mediante la disposición de piedras de forma trasversal para evitar desmoronamientos; estas piedras de atado reciben el
nombre de “llaves”. Las piedras con las que se construye la pared pueden colocarse todas
en la misma dirección (a soga), o bien formarse el muro colocándolas a soga y tizón, lo que
favorece su resistencia.
En función del tipo de estructura que se quiera construir, y cuando escasea la materia prima, se pueden disponer piezas de mayor dimensión hincadas verticalmente en el suelo, con lo
que se logra una mayor estabilidad del muro y un mejor aprovechamiento del material.
Construido el muro y alcanzada la altura deseada del cercado, se remata su coronación
para evitar filtraciones de agua y protegerlo de la acción de animales. Este remate se puede
realizar mediante varias técnicas: colocando piezas de mayor tamaño sobre el último hilo,
en disposición horizontal, de manera que sobrepasen el ancho del muro a modo de albardilla; colocando una hilada de piedras a cuchillo, verticalmente o inclinadas, en espiga; rematándola con elementos vegetales, o enrasándola con ripios.
En el caso de construcciones cubiertas, el espacio creado con los muros de piedra seca
se cierra con estructuras de madera, losas de piedra, fibra vegetal o bien ejecutando una falsa
bóveda por aproximación de hileras.

BOCM-20230113-22

3. Descripción