C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20230104-31)
Bien de interés cultural – Decreto 134/2022, de 28 de diciembre, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Interés Industrial, la Nave de Molinos de la antigua Fábrica de Harinas “La Esperanza”, en Alcalá de Henares (Madrid)
8 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOCM
B.O.C.M. Núm. 3
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 4 DE ENERO DE 2023
Pág. 127
ANEXO
“A) DESCRIPCIÓN DEL BIEN OBJETO DE LA DECLARACIÓN
1. Identificación y localización del objeto de la declaración
La nave de molinos, edificio principal de la antigua Fábrica de harinas La Esperanza,
se localiza al oeste del núcleo urbano de Alcalá de Henares, en una manzana delimitada por
las calles Daoíz y Velarde, Infancia, Andrés Llorente y Luis Astrana Marín, hacia la que se
asoma la fachada principal de la fábrica. Su referencia catastral es
8719801VK6881N0001OH.
Esta fábrica es ejemplo de la transformación iniciada a mediados del siglo XIX en la
industria harinera, momento en el que se pasó del aprovechamiento de la energía hidráulica en ingenios formados por ruedas de molino al sistema austrohúngaro empleando en el
proceso molinos de cilindros que funcionaban mediante energía eléctrica. Progresivamente se fue implantando un sistema mecanizado de trituración y refinado de harinas, denominado austrohúngaro, ampliamente difundido por la casa suiza Daverio.
De esta forma, para la ubicación de los complejos harineros ya no sería determinante
la presencia de un cauce fluvial, pudiendo situar las fábricas próximas a instalaciones ferroviarias, en la periferia urbana, lo que fomentaría una adecuada red de transporte y distribución del producto.
La Fábrica de harinas la Esperanza fue fundada en 1916 por Sergio Real, quien encargó el inmueble al constructor madrileño Martín Lago Pérez. El proyecto preveía la creación
de una fábrica, un almacén y una vivienda. La ubicación de esa primera vivienda contemplada en el proyecto inicial se corresponde con el espacio del inmueble que alberga actualmente la conserjería de la Escuela Oficial de Idiomas, y por tanto está desaparecida en la
actualidad.
Sergio Real tenía una amplia experiencia en la fabricación de harinas y gestión de fábricas harineras. Animado por su amigo y proveedor Roberto Schatzmann (que era representante de la casa suiza de maquinaria y molinos Daverio, Henrici & Cie.), establece la Fábrica La Esperanza, constituyendo uno de los primeros ejemplos de electro harineras de la zona.
Para ello adquiere un solar perteneciente a la Compañía Eléctrica Complutense, en la
periferia urbana de la ciudad y próximo al trazado de la vía ferroviaria. Cuenta para su instalación con molinos de cilindros y plansichters (cernidores) de la marca Daverio, y con
motores eléctricos y transformadores Oerlikon, comprados a la empresa Schindler y Behn.
La fábrica arranca con una plantilla de seis empleados y en 1921 ya había solventado
todas las deudas económicas contraídas con la construcción del conjunto y puesta en marcha de la producción. La electrificación de la harinera era total, moliendo unos 12.000 kg
diarios, llegando a alcanzar en la década de los años 30 los 22.000 kg diarios, con una capacidad de almacenamiento de 1,5 millones de kg.
Al inicio de 1917 Sergio Real compró otra parcela que le permitió ampliar el conjunto. Hasta 1919 se sucederían diversas obras en las que se edificaron un silo, cocheras, nuevos almacenes y, una década después, la casa familiar que se conserva en la actualidad.
Dentro de estas adquisiciones destaca el edificio de la antigua Central Eléctrica Complutense que pasaría a ser utilizado como almacén (que se conserva en la actualidad) y que permitiría organizar todas las construcciones de la fábrica en torno a un gran patio de operaciones situado en el espacio libre entre la central y la nave de molinos.
Dentro de la fábrica el proceso productivo seguía un recorrido vertical. Comenzaba en
la parte superior con las operaciones de limpia en la que se eliminaban las impurezas de los
granos, para iniciar a continuación una primera molienda en la parte baja del edificio. Tras
la misma, el grano pasaba nuevamente al nivel superior donde se realizaba el cernido o tamizado separando por tamaño el producto procedente de la molturación. Posteriormente se
realizaban sucesivas moliendas hasta alcanzar el refinado de harina deseado. El sistema
contaba por tanto con maquinaria para la fase de limpia y cernido en la parte alta, como
plansichters y sasores, molinos de cilindros para la molienda del grano en la parte baja, y
máquinas para el ensacado e instalaciones complementarias como las poleas de distribución
de fuerza, conductos de distribución del grano y harinas, y depósitos.
La fábrica continuaría su funcionamiento en manos de los descendientes de Sergio
Real hasta la década de los años 70, cuando es adquirida por diversos particulares, cesando
definitivamente su funcionamiento en los años 80.
BOCM-20230104-31
2. Contexto histórico
B.O.C.M. Núm. 3
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 4 DE ENERO DE 2023
Pág. 127
ANEXO
“A) DESCRIPCIÓN DEL BIEN OBJETO DE LA DECLARACIÓN
1. Identificación y localización del objeto de la declaración
La nave de molinos, edificio principal de la antigua Fábrica de harinas La Esperanza,
se localiza al oeste del núcleo urbano de Alcalá de Henares, en una manzana delimitada por
las calles Daoíz y Velarde, Infancia, Andrés Llorente y Luis Astrana Marín, hacia la que se
asoma la fachada principal de la fábrica. Su referencia catastral es
8719801VK6881N0001OH.
Esta fábrica es ejemplo de la transformación iniciada a mediados del siglo XIX en la
industria harinera, momento en el que se pasó del aprovechamiento de la energía hidráulica en ingenios formados por ruedas de molino al sistema austrohúngaro empleando en el
proceso molinos de cilindros que funcionaban mediante energía eléctrica. Progresivamente se fue implantando un sistema mecanizado de trituración y refinado de harinas, denominado austrohúngaro, ampliamente difundido por la casa suiza Daverio.
De esta forma, para la ubicación de los complejos harineros ya no sería determinante
la presencia de un cauce fluvial, pudiendo situar las fábricas próximas a instalaciones ferroviarias, en la periferia urbana, lo que fomentaría una adecuada red de transporte y distribución del producto.
La Fábrica de harinas la Esperanza fue fundada en 1916 por Sergio Real, quien encargó el inmueble al constructor madrileño Martín Lago Pérez. El proyecto preveía la creación
de una fábrica, un almacén y una vivienda. La ubicación de esa primera vivienda contemplada en el proyecto inicial se corresponde con el espacio del inmueble que alberga actualmente la conserjería de la Escuela Oficial de Idiomas, y por tanto está desaparecida en la
actualidad.
Sergio Real tenía una amplia experiencia en la fabricación de harinas y gestión de fábricas harineras. Animado por su amigo y proveedor Roberto Schatzmann (que era representante de la casa suiza de maquinaria y molinos Daverio, Henrici & Cie.), establece la Fábrica La Esperanza, constituyendo uno de los primeros ejemplos de electro harineras de la zona.
Para ello adquiere un solar perteneciente a la Compañía Eléctrica Complutense, en la
periferia urbana de la ciudad y próximo al trazado de la vía ferroviaria. Cuenta para su instalación con molinos de cilindros y plansichters (cernidores) de la marca Daverio, y con
motores eléctricos y transformadores Oerlikon, comprados a la empresa Schindler y Behn.
La fábrica arranca con una plantilla de seis empleados y en 1921 ya había solventado
todas las deudas económicas contraídas con la construcción del conjunto y puesta en marcha de la producción. La electrificación de la harinera era total, moliendo unos 12.000 kg
diarios, llegando a alcanzar en la década de los años 30 los 22.000 kg diarios, con una capacidad de almacenamiento de 1,5 millones de kg.
Al inicio de 1917 Sergio Real compró otra parcela que le permitió ampliar el conjunto. Hasta 1919 se sucederían diversas obras en las que se edificaron un silo, cocheras, nuevos almacenes y, una década después, la casa familiar que se conserva en la actualidad.
Dentro de estas adquisiciones destaca el edificio de la antigua Central Eléctrica Complutense que pasaría a ser utilizado como almacén (que se conserva en la actualidad) y que permitiría organizar todas las construcciones de la fábrica en torno a un gran patio de operaciones situado en el espacio libre entre la central y la nave de molinos.
Dentro de la fábrica el proceso productivo seguía un recorrido vertical. Comenzaba en
la parte superior con las operaciones de limpia en la que se eliminaban las impurezas de los
granos, para iniciar a continuación una primera molienda en la parte baja del edificio. Tras
la misma, el grano pasaba nuevamente al nivel superior donde se realizaba el cernido o tamizado separando por tamaño el producto procedente de la molturación. Posteriormente se
realizaban sucesivas moliendas hasta alcanzar el refinado de harina deseado. El sistema
contaba por tanto con maquinaria para la fase de limpia y cernido en la parte alta, como
plansichters y sasores, molinos de cilindros para la molienda del grano en la parte baja, y
máquinas para el ensacado e instalaciones complementarias como las poleas de distribución
de fuerza, conductos de distribución del grano y harinas, y depósitos.
La fábrica continuaría su funcionamiento en manos de los descendientes de Sergio
Real hasta la década de los años 70, cuando es adquirida por diversos particulares, cesando
definitivamente su funcionamiento en los años 80.
BOCM-20230104-31
2. Contexto histórico