C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20221229-29)
Bien de interés cultural –  Decreto 131/2022, de 21 de diciembre, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Monumento, el Convento de la Encarnación (RR. Clarisas), en Griñón (Madrid)
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BOCM
B.O.C.M. Núm. 310

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
JUEVES 29 DE DICIEMBRE DE 2022

Pág. 241

ANEXO
«A) DESCRIPCIÓN DEL BIEN OBJETO DE LA DECLARACIÓN
1. Identificación y localización
El bien objeto de declaración comprende los edificios construidos (iglesia, claustros, convento y huerto), que se ubican en el ámbito delimitado por el polígono irregular definido como
parcelas catastrales n.o 6 y 15 de la manzana catastral 74198 (refs. 7419806VK2571N0001LK
y 7419815VK2571N0001RK) del catastro de Griñón vigente.
El convento se encuentra situado en el borde suroeste del casco antiguo de Griñón, entre la trama urbana. Su presencia no destaca en la perspectiva del entorno. Presenta fachadas exteriores a la Avenida de La Salle n.o 2, al sur; a la calle de la Inmaculada n.o 1, al este,
y las fachadas interiores norte y oeste que dan a las huertas del convento. El resto del límite del convento está formado por los muros de la antigua huerta, completando el cerramiento tanto en las calles como con las fincas colindantes.

Aunque parece probable que la fundación de Griñón corresponda a la etapa de repoblación posterior a la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, no existen datos documentales ni restos arqueológicos que avalen la presencia de un núcleo de población de esta época.
El documento más antiguo conservado que hace referencia a la aldea de Griñón está
sellado por Alfonso VIII y datado el 13 de diciembre de 1208.
En el último tercio del siglo XIV, las aldeas de Griñón y Cubas pasan a manos de D.
Juan Ramírez de Guzmán, caballero toledano muy relacionado con la comunidad judía de
Toledo. A mediados del siglo XV, el rey Juan II donó la villa de Griñón a su servidor D.
Luís de la Cerda, III conde de Medinaceli, quien la vendió en 1450 a D. Alonso Álvarez de
Toledo. Tras pasar sucesivamente por herencia por diversos propietarios, lo heredó don Alfonso de Mendoza y Toledo. En este momento (1580), las Relaciones Topográficas de Felipe II informan que fue nombrada villa desde época del rey Felipe III (1390-1406), que tenía ciento ochenta vecinos más o menos, aunque anteriormente fue mucho mayor, y que
pertenecía al arzobispado de Toledo y arciprestazgo de Madrid. En ella se hacían buenos
vinos y tenía muchas huertas. Las casas eran de tapial, la cal procedía de Pinto y el yeso de
Moralzarzal, el ladrillo y la teja se hacían en Griñón.
En 1599 murió don Alfonso de Mendoza, sucediéndole en el señorío varios de sus hijos,
hasta que se vendió a don Enrique Dávila y Guzmán, marqués de Povar. A lo largo de los siglos XVII y XVIII permaneció en la casa de Povar y Malpica, hasta la abolición de los señoríos en 1813. La reorganización de los territorios iniciada por el ministro Javier de Burgos la
situará administrativamente dentro de la provincia de Madrid. Desde ese momento se construyen en la villa numerosas casas pertenecientes a la nobleza que eran utilizadas por los vecinos de Madrid como estancias de veraneo; lo que le otorgó un aire señorial y aristocrático.
El convento de Clarisas de la Encarnación fue fundado por Don Rodrigo de Vivar, canónigo de Zamora, de quien las Relaciones de Felipe II dicen que era “hombre hidalgo, clérigo, natural de esta tierra, fue persona muy noble en letras, santidad, vida e costumbres”.
La Crónica y Historia (…) de la Provincia de Castilla de la Orden de San Francisco,
escrita por el padre Pedro Salazar y publicada en 1612 indica sobre el convento de Griñón
que fue fundado en el año de 1523.
En la escritura de fundación y datación, fechada en 1530 (traslado de 1760 conservado en el Archivo Municipal de Griñón), don Rodrigo de Vivar estableció las condiciones
necesarias para la fundación de una congregación femenina de la Orden Terciaria de San
Francisco, con el nombre de Nuestra Señora de la Salutación, siendo sus primeras moradoras hermanas procedentes del convento de Nuestra Señora de los Llanos de Almagro. En el
capítulo décimo expone los bienes donados (heredades en el término de Palomero, en Moratalaz, en Navalcarnero y en Griñón un huerto, un olivar, viñas, una arboleda), y “todo lo
que he edificado en el dicho monasterio al cual edifiqué en mis propias casas es lo siguiente: Primeramente todo el edificio del dicho monasterio. Así capilla y retablo e iglesia y coro
alto y bajo y plata y ornamentos necesarios para el culto divino con todas las oficinas necesarias, claustro, refectorio y dormitorios y casa de labor, paneras, bodega y cueva y vergel
y huerta y todo lo necesario para que las religiosas que en el estuvieren puedan vivir sin necesidad de hacer otro edificio alguno”. En su testamento, también de 1530, hace igualmente referencia al convento.

BOCM-20221229-29

2. Introducción histórica