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Bien de interés cultural –  Resolución de 28 de octubre de 2022, de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, por la que se incoa el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Paisaje Cultural, de la Dehesa de Sotomayor y Casa de la Monta, en Aranjuez
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B.O.C.M. Núm. 272

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2022

ras fundamentales con el edificio conservado actualmente y, por tanto, el que fue aprobado
por una Real Orden emitida por Carlos III, con fecha 13 de agosto de 1761.
Por la documentación conservada en el Archivo General de Palacio se pueden conocer el desarrollo de las obras y las modificaciones e intervenciones que se han ido sucediendo a lo largo de los siglos. Las obras se iniciaron en 1761 y se prolongaron hasta 1766.
Se trata de un conjunto de planta cuadrangular de grandes dimensiones, constituido
por cuatro crujías de una planta, que conforman un gran espacio dividido por una crujía central en dos patios, uno principal cerrado y otro secundario semiabierto. El conjunto albergaba cuadras con sus distintas dependencias, así como las viviendas de los yegüeros, incluidos unos pabellones para los monarcas.
En febrero de 1766 Se puede pensar que por estas fechas estaría ya aposentada la yeguada en la Casa. Las últimas noticias datan de diciembre de ese año, indicando que en la
cuadra de caballos padre se ha de solar el piso desde la mitad hacia los pesebres de tablas
gruesas de álamo negro y la otra mitad de losas gruesas de piedra de Colmenar.
En 1804, Álvarez de Quindós describe la Casa de la Monta como “el más suntuoso edificio que había en Aranjuez de piedra de colmenar y ladrillo gramil, raspado a la italiana,
para el uso de la monta, con buenas quadras para los caballos padres… muy anchas y suntuosas, patios grandes, habitaciones, y todas las comodidades necesarias”.
En 1846 el duque de San Carlos, como director de la yeguada, llevó a cabo importantes obras de reparación en el edificio, y a este momento parecen corresponder las divisiones de madera y hierro forjado, así como el zócalo de azulejería, que dividen el espacio de
la cuadra de caballos padres.
Descripción del bien inmueble:
El conjunto está constituido por una estructura de planta rectangular de 109 x 95 metros, formada por tres crujías en la fachada principal (al norte) y laterales (al este y oeste)
más unas edificaciones menores adosadas a la fachada posterior (al sur). El espacio interior
se divide en dos grandes patios mediante una crujía central.
Las fachadas están construidas con fábrica de ladrillo gramil raspado a la italiana con
llagueado resaltado, con cadenas de sillares vistos dispuestos en cremallera en los ángulos.
Los muros se asientan sobre un zócalo de mampostería enfoscada, rematados en una cornisa moldurada de piedra caliza de Colmenar, en los que se abren numerosos vanos adintelados. Las cubiertas son a dos y cuatro aguas, con teja curva tendida sobre enripiado de madera sobre una estructura de par e hilera que conforman grandes y diáfanas naves utilizadas
como almacenes de grano; al exterior se abren buhardillas.
La fachada principal es la más destacada. Presenta una portada central adintelada, formada por sillares de gran tamaño. Remata en un frontón semicircular desarrollado a la altura de la cornisa, en cuyo interior se representan en alto relieve dos caballos de medio cuerpo flanqueando una cartela con una inscripción en latín: Vento/Gravidas/Ex prole/Putasis
(“A juzgar por sus potros os parecerán fecundados por el viento”). Según la documentación
fue realizada por el escultor Juan Reina, que pudiera tratarse de Juan Bautista Martínez Reina. A ambos lados de la portada se abren diez ventanas adinteladas a cada lado, actualmente decoradas con un fino recercado enfoscado en blanco; rematan con un dintel de gran tamaño formado por ladrillos dispuestos a sardinel.
El patio principal resulta un rectángulo de 30 × 80 metros, en el que se hallan dos pozos de piedra. A él tenían acceso tanto las viviendas de ambas crujías como las cuadras de
los caballos padres y napolitanos, así como desde el exterior la entrada principal. El segundo patio, de similares dimensiones, comunicaba con las edificaciones de la fachada sur, la
cuadra de destete, la enfermería y el patio pequeño situado en la crujía este de comunicación con al exterior.
La crujía de la fachada principal se divide en dos tramos por medio de un pasaje de acceso en el que se encuentra la fachada principal. En ella se encontraban las viviendas de los
yegüeros, constituidas por estancias cuadrangulares de distintas dimensiones. Entre 1939
y 1943, el arquitecto Diego Méndez llevó a cabo algunas obras en estas viviendas para destinarlas a otras finalidades, para lo cual se modificaron las dimensiones y distribución de
los espacios; no obstante, se conservan algunas estructuras y chimeneas originales.
La crujía central también se diseñó para viviendas de los empleados, con las mismas
características que las de la crujía principal. En los extremos se abrían dos pasajes que comunicaban ambos patios; en el de la derecha una escalera da acceso al bajo cubierta donde
se guardaba la paja. Actualmente se encuentran muy modificadas, ya que en los años cuarenta del siglo XX se efectuó una reforma de huecos y construcción de muretes de fábrica
para trojes, modificando por completo la distribución original. Sin embargo, se conservan

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