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Bien de interés cultural – Resolución de 26 de octubre de 2022, de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, por la que se incoa el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural de la escultura “Venus y Cupido”, realizada por Giovanni Bandini
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BOCM
B.O.C.M. Núm. 272
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2022
Pág. 213
Se trata de la representación romana de la diosa griega Afrodita, una de las imágenes
más veneradas de la Antigüedad Clásica. La tipología de Venus proviene de la Afrodita de
Cnido (h. 350 a. C.), del griego Praxíteles, escultura que representaba a la diosa totalmente desnuda.
El tema de Venus fue retomado por los artistas del Renacimiento. Bandini, inmerso en
el Manierismo, realizó un estudio de la Antigüedad Clásica, sirviéndose de la diosa Venus.
La escultura está documentada desde los primeros años del siglo XVII en los jardines
de la casa sevillana del poeta y mecenas Juan de Arguijo (Sevilla 1567-1622), relevante
personaje de la Sevilla del Siglo de Oro. El mecenas amparaba a poetas y artistas y acogía
en su casa palacio una tertulia de intelectuales, pintores, poetas y eruditos. El palacio estaba embellecido con esculturas y pinturas de reconocidos artistas traídos de Italia, entre las
que se encuentran dos que merecieron la atención de Lope de Vega (Madrid 1562-1635),
Venus y Cupido y Adonis, en mármol blanco, a las que dedicó sendos sonetos.
Hacia 1602 Lope de Vega habría visitado a su amigo sevillano, pudiendo observar las
esculturas. E incluiría en La hermosura de Angélica con otras rimas, el soneto CXX titulado y dedicado A don Juan de Arguijo, por un Adonis, Venus y Cupido de mármol. En el soneto, Lope hace ver la procedencia genovesa y alaba la belleza y naturalismo de ambas esculturas, Venus y Cupido y Adonis. El soneto CCXXI lo dedica A la Venus de mármol,
mostrando su gusto por las artes visuales.
José María Asensio (1829-1905), bibliófilo sevillano, en su monografía sobre Juan de
Arguijo, de 1883, alude a los mármoles y estatuas, entre ellas Venus y Cupido y Adonis, que
Arguijo hizo traer de Italia y cuya belleza Lope de Vega consagra en el soneto.
La última noticia de la obra es de 1914, cuando el historiador José Gestoso y Pérez (Sevilla 1852-1917) publica dos fotos de la escultura Venus y Cupido. En su artículo “La casa
de D. Juan de Arguijo”, escribe sobre el grave incendio que sufrió la casa y cuenta cómo algunos de sus bienes, en concreto el techo y la escultura, habían sido trasladados hacia 1860
por el Marqués de la Granja a su casa de la calle Monsalves. Asimismo, narra en el artículo que consiguió dar con el paradero de la estatua de mármol de Venus y Cupido en Madrid,
en el palacio de José de Figueroa, Vizconde de Irueste, pariente del marqués. Gestoso además expone cómo, mediante las gestiones realizadas por el Conde de Almenas, consiguió
las dos fotografías de la escultura que se publican en el artículo, y varios datos de la misma, como su altura, 1,69 metros, y la firma de su autor “Iohes Bandinus Florentinus F”.
La evaluación del estado de conservación de la escultura se llevó a cabo mediante análisis organoléptico, sin ayuda de material técnico específico, con luz artificial suficiente
para una correcta observación.
Se constató que estructuralmente la escultura empieza a desarrollar una fisura ascendente en la zona de la peana y presenta como punto problemático una beta con alto contenido en contaminación metálica en la figura de Cupido, en cadera y brazo, aunque en principio no afecta a la estabilidad.
La obra ha sufrido pérdida de volumen escultórico. Debido a la exposición a la intemperie presenta las zonas horizontales erosionadas por el golpeo del agua. Sin embargo, no
presenta escorrentías de material importantes, salvo la acumulación de suciedad. Lo más
destacable es la pérdida de material en el hocico del delfín. La superficie está bastante porosa provocando que la suciedad se acumule y cree un tono grisáceo característico. Destaca además el problema de la oxidación de elementos metálicos, normal en el mármol blanco, dando tonos amarillentos más o menos densos en algunas zonas.
La obra conserva restos de policromía en los ojos. Por otra parte, los orificios negros
distribuidos por la superficie pueden ser debidos a mediciones en la factura escultórica.
Los criterios a aplicar en futuras intervenciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad, debiendo regirse, en cualquier caso, por lo establecido en el artículo 20 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
C) Valores que justifican la declaración del bien
Bandini destaca fundamentalmente por haber logrado combinar con equilibrio el clasicismo all’antica y la investigación naturalista. Su especialidad fue la elaboración de retratos en busto y figura entera all’antica, inspirados en la escultura imperial romana, que realizó para los grandes duques de la Toscana y el duque de Urbino. Por tanto, la obra Venus
BOCM-20221115-41
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las
futuras intervenciones
B.O.C.M. Núm. 272
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2022
Pág. 213
Se trata de la representación romana de la diosa griega Afrodita, una de las imágenes
más veneradas de la Antigüedad Clásica. La tipología de Venus proviene de la Afrodita de
Cnido (h. 350 a. C.), del griego Praxíteles, escultura que representaba a la diosa totalmente desnuda.
El tema de Venus fue retomado por los artistas del Renacimiento. Bandini, inmerso en
el Manierismo, realizó un estudio de la Antigüedad Clásica, sirviéndose de la diosa Venus.
La escultura está documentada desde los primeros años del siglo XVII en los jardines
de la casa sevillana del poeta y mecenas Juan de Arguijo (Sevilla 1567-1622), relevante
personaje de la Sevilla del Siglo de Oro. El mecenas amparaba a poetas y artistas y acogía
en su casa palacio una tertulia de intelectuales, pintores, poetas y eruditos. El palacio estaba embellecido con esculturas y pinturas de reconocidos artistas traídos de Italia, entre las
que se encuentran dos que merecieron la atención de Lope de Vega (Madrid 1562-1635),
Venus y Cupido y Adonis, en mármol blanco, a las que dedicó sendos sonetos.
Hacia 1602 Lope de Vega habría visitado a su amigo sevillano, pudiendo observar las
esculturas. E incluiría en La hermosura de Angélica con otras rimas, el soneto CXX titulado y dedicado A don Juan de Arguijo, por un Adonis, Venus y Cupido de mármol. En el soneto, Lope hace ver la procedencia genovesa y alaba la belleza y naturalismo de ambas esculturas, Venus y Cupido y Adonis. El soneto CCXXI lo dedica A la Venus de mármol,
mostrando su gusto por las artes visuales.
José María Asensio (1829-1905), bibliófilo sevillano, en su monografía sobre Juan de
Arguijo, de 1883, alude a los mármoles y estatuas, entre ellas Venus y Cupido y Adonis, que
Arguijo hizo traer de Italia y cuya belleza Lope de Vega consagra en el soneto.
La última noticia de la obra es de 1914, cuando el historiador José Gestoso y Pérez (Sevilla 1852-1917) publica dos fotos de la escultura Venus y Cupido. En su artículo “La casa
de D. Juan de Arguijo”, escribe sobre el grave incendio que sufrió la casa y cuenta cómo algunos de sus bienes, en concreto el techo y la escultura, habían sido trasladados hacia 1860
por el Marqués de la Granja a su casa de la calle Monsalves. Asimismo, narra en el artículo que consiguió dar con el paradero de la estatua de mármol de Venus y Cupido en Madrid,
en el palacio de José de Figueroa, Vizconde de Irueste, pariente del marqués. Gestoso además expone cómo, mediante las gestiones realizadas por el Conde de Almenas, consiguió
las dos fotografías de la escultura que se publican en el artículo, y varios datos de la misma, como su altura, 1,69 metros, y la firma de su autor “Iohes Bandinus Florentinus F”.
La evaluación del estado de conservación de la escultura se llevó a cabo mediante análisis organoléptico, sin ayuda de material técnico específico, con luz artificial suficiente
para una correcta observación.
Se constató que estructuralmente la escultura empieza a desarrollar una fisura ascendente en la zona de la peana y presenta como punto problemático una beta con alto contenido en contaminación metálica en la figura de Cupido, en cadera y brazo, aunque en principio no afecta a la estabilidad.
La obra ha sufrido pérdida de volumen escultórico. Debido a la exposición a la intemperie presenta las zonas horizontales erosionadas por el golpeo del agua. Sin embargo, no
presenta escorrentías de material importantes, salvo la acumulación de suciedad. Lo más
destacable es la pérdida de material en el hocico del delfín. La superficie está bastante porosa provocando que la suciedad se acumule y cree un tono grisáceo característico. Destaca además el problema de la oxidación de elementos metálicos, normal en el mármol blanco, dando tonos amarillentos más o menos densos en algunas zonas.
La obra conserva restos de policromía en los ojos. Por otra parte, los orificios negros
distribuidos por la superficie pueden ser debidos a mediciones en la factura escultórica.
Los criterios a aplicar en futuras intervenciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad, debiendo regirse, en cualquier caso, por lo establecido en el artículo 20 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
C) Valores que justifican la declaración del bien
Bandini destaca fundamentalmente por haber logrado combinar con equilibrio el clasicismo all’antica y la investigación naturalista. Su especialidad fue la elaboración de retratos en busto y figura entera all’antica, inspirados en la escultura imperial romana, que realizó para los grandes duques de la Toscana y el duque de Urbino. Por tanto, la obra Venus
BOCM-20221115-41
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las
futuras intervenciones
