C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20210712-16)
Bien de interés cultural – Decreto 152/2021, de 7 de julio, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid la pintura titulada “Vista de Madrid con el Palacio Real y el Patio de Armas en construccion”, atribuida a Antonio Joli
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BOCM
B.O.C.M. Núm. 164
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 12 DE JULIO DE 2021
Pág. 53
A la izquierda del lienzo, fuera del recinto urbano, se sitúa la antigua Puerta de San Vicente, encargo del entonces corregidor de la villa, Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre,
marqués de Vadillo, a Pedro de Ribera en 1726. Se levanta en un paseo arbolado, y se pueden apreciar sus tres arcos. Debido a un reordenamiento posterior, la puerta fue derribada
en 1770. En la margen izquierda del río, paralelo al mismo, se dispone otro paseo arbolado; en un extremo se levanta la ermita de la Virgen del Puerto, obra de Pedro de Ribera, iniciada su construcción en 1716, por encargo del mismo corregidor.
El puente de Segovia, obra de Juan de Herrera construida por mandato de Felipe II en 1582,
instalada ya la corte en Madrid, se levanta como gran eje de comunicación que daba acceso a la
ciudad. En los márgenes del Manzanares aparecen construcciones de traza sencilla, en contraposición a las grandes arquitecturas. Al lado del puente, en el margen izquierdo del río, aparecen los cultivos geométricamente ordenados. El pintor muestra también a ambos lados del río
los populares tenderetes de ropa de las lavanderas.
Esta obra muestra un espacio en constante afluencia de personas, acompañadas o solas, en calesa, a caballo o caminando, figuras en distintas actitudes que se distribuyen por
distintos planos. Se trata de un paisaje social y urbano.
El pintor se sirve de sugestivos recursos del paisajismo, como son los bellos efectos de
la luz del sol. Con esta obra se muestra como pintor de vedute, con una gran capacidad para
el planteamiento del paisaje urbano y la vista topográfica. Llevó a cabo otras vistas similares de esta pintura con algunas diferencias en el tamaño o disposición de las figuras. El Palacio Real de Nápoles conserva una de ellas, de menores dimensiones.
La composición está ideada en un amplio espacio con numerosas perspectivas. Es una
vista real de construcciones palaciegas y edificios urbanos. El italiano muestra un escenario de Madrid con las reformas y magnificencia de la ciudad borbónica, como puede verse
con el nuevo palacio, puertas monumentales y paseos arbolados, que proyectaron a Madrid
al rango de otras urbes europeas.
Las suaves tonalidades ocres y azuladas confieren a la obra un aire de recuerdo o evocación, reforzado por el hecho de la pérdida de muchos de sus los elementos como es la
Puerta de san Vicente, desaparecida pocos años después de su construcción o la ya mayor
parte inexistente de torres y cúpulas del periodo de los Austrias, así como la transformación
del Puente de Segovia y la Ermita de la Virgen del Puerto.
Atendiendo a los valores histórico-artísticos de la obra, se trata de una pintura de calidad técnica y artística que representa una vista urbana, género artístico que en Italia tuvo
una enorme difusión, no tanto en España, y que está ejecutada por uno de los mejores pintores de vistas italiano, escasamente representado en España y en sus colecciones públicas.
Se considera una de las versiones de mayor calidad y tamaño con este tema, de la que al
menos se conservan tres.
La pintura muestra una imagen irrepetible: una de las escasas vistas del siglo XVIII, la
de un Madrid Barroco, que Antonio Joli llevó a cabo desde el río Manzanares y el viejo
Puente de Segovia. El autor une a la silueta de las antiguas torres, campanarios y cúpulas,
los nuevos paseos, puertas monumentales y el nuevo palacio -una imagen monumental que
vino propiciada por la nueva dinastía borbónica- y todo lo que acontece en el mismo. La
memoria de un espacio social, religioso e histórico de este periodo.
Esta pieza formó parte de la Exposición “Ventura Rodríguez. Arquitecto de la Ilustración”, celebrada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 2017.
Se puede considerar, por los motivos expuestos anteriormente, que la pintura posee
una especial importancia para el Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.
En el examen organoléptico de la pintura se comprueba su buen estado de conservación. La obra está en un estado latente de equilibrio en cuanto al soporte, siendo necesaria
una especial vigilancia sobre la oxidación del tejido y los movimientos por cambios ambientales, que podrían provocar fatiga y elongación.
En cuanto a la película pictórica, se encuentra bien adherida, limpia y protegida por los
barnices recientes, que aparecen homogéneos y sin presentar alteraciones.
Los criterios a aplicar en futuras intervenciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad, debiendo regirse, en cualquier caso, por lo establecido en el artículo 20 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
BOCM-20210712-16
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las
futuras intervenciones
B.O.C.M. Núm. 164
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 12 DE JULIO DE 2021
Pág. 53
A la izquierda del lienzo, fuera del recinto urbano, se sitúa la antigua Puerta de San Vicente, encargo del entonces corregidor de la villa, Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre,
marqués de Vadillo, a Pedro de Ribera en 1726. Se levanta en un paseo arbolado, y se pueden apreciar sus tres arcos. Debido a un reordenamiento posterior, la puerta fue derribada
en 1770. En la margen izquierda del río, paralelo al mismo, se dispone otro paseo arbolado; en un extremo se levanta la ermita de la Virgen del Puerto, obra de Pedro de Ribera, iniciada su construcción en 1716, por encargo del mismo corregidor.
El puente de Segovia, obra de Juan de Herrera construida por mandato de Felipe II en 1582,
instalada ya la corte en Madrid, se levanta como gran eje de comunicación que daba acceso a la
ciudad. En los márgenes del Manzanares aparecen construcciones de traza sencilla, en contraposición a las grandes arquitecturas. Al lado del puente, en el margen izquierdo del río, aparecen los cultivos geométricamente ordenados. El pintor muestra también a ambos lados del río
los populares tenderetes de ropa de las lavanderas.
Esta obra muestra un espacio en constante afluencia de personas, acompañadas o solas, en calesa, a caballo o caminando, figuras en distintas actitudes que se distribuyen por
distintos planos. Se trata de un paisaje social y urbano.
El pintor se sirve de sugestivos recursos del paisajismo, como son los bellos efectos de
la luz del sol. Con esta obra se muestra como pintor de vedute, con una gran capacidad para
el planteamiento del paisaje urbano y la vista topográfica. Llevó a cabo otras vistas similares de esta pintura con algunas diferencias en el tamaño o disposición de las figuras. El Palacio Real de Nápoles conserva una de ellas, de menores dimensiones.
La composición está ideada en un amplio espacio con numerosas perspectivas. Es una
vista real de construcciones palaciegas y edificios urbanos. El italiano muestra un escenario de Madrid con las reformas y magnificencia de la ciudad borbónica, como puede verse
con el nuevo palacio, puertas monumentales y paseos arbolados, que proyectaron a Madrid
al rango de otras urbes europeas.
Las suaves tonalidades ocres y azuladas confieren a la obra un aire de recuerdo o evocación, reforzado por el hecho de la pérdida de muchos de sus los elementos como es la
Puerta de san Vicente, desaparecida pocos años después de su construcción o la ya mayor
parte inexistente de torres y cúpulas del periodo de los Austrias, así como la transformación
del Puente de Segovia y la Ermita de la Virgen del Puerto.
Atendiendo a los valores histórico-artísticos de la obra, se trata de una pintura de calidad técnica y artística que representa una vista urbana, género artístico que en Italia tuvo
una enorme difusión, no tanto en España, y que está ejecutada por uno de los mejores pintores de vistas italiano, escasamente representado en España y en sus colecciones públicas.
Se considera una de las versiones de mayor calidad y tamaño con este tema, de la que al
menos se conservan tres.
La pintura muestra una imagen irrepetible: una de las escasas vistas del siglo XVIII, la
de un Madrid Barroco, que Antonio Joli llevó a cabo desde el río Manzanares y el viejo
Puente de Segovia. El autor une a la silueta de las antiguas torres, campanarios y cúpulas,
los nuevos paseos, puertas monumentales y el nuevo palacio -una imagen monumental que
vino propiciada por la nueva dinastía borbónica- y todo lo que acontece en el mismo. La
memoria de un espacio social, religioso e histórico de este periodo.
Esta pieza formó parte de la Exposición “Ventura Rodríguez. Arquitecto de la Ilustración”, celebrada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 2017.
Se puede considerar, por los motivos expuestos anteriormente, que la pintura posee
una especial importancia para el Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.
En el examen organoléptico de la pintura se comprueba su buen estado de conservación. La obra está en un estado latente de equilibrio en cuanto al soporte, siendo necesaria
una especial vigilancia sobre la oxidación del tejido y los movimientos por cambios ambientales, que podrían provocar fatiga y elongación.
En cuanto a la película pictórica, se encuentra bien adherida, limpia y protegida por los
barnices recientes, que aparecen homogéneos y sin presentar alteraciones.
Los criterios a aplicar en futuras intervenciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad, debiendo regirse, en cualquier caso, por lo establecido en el artículo 20 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
BOCM-20210712-16
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las
futuras intervenciones