C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20210628-28)
Bien de interés cultural – Decreto 80/2021, de 23 de junio, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid la pintura titulada “Las virtudes cardinales”, de Mariano Salvador Maella
5 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOCM
LUNES 28 DE JUNIO DE 2021
B.O.C.M. Núm. 152
La Prudencia lleva el espejo de la introspección, símbolo del conocimiento de uno mismo, y la serpiente, como símbolo de la sagacidad.
La Justicia viste de oro y blanco; el color dorado le confiere la condición real, que se potencia aquí con la corona y el color blanco como emblema de pureza. En una de sus manos
sostiene la balanza con la que pesa los méritos y acciones buenas frente a los delitos y malas
acciones de los hombres y en la otra mano levanta la espada desnuda con la que castiga.
La Fortaleza aparece representada con armadura y casco, en actitud de combatir al vicio.
La Templanza, con el freno que modera las pasiones y los vasos que aluden a la sobriedad.
En el lienzo aparecen representados otros símbolos alegóricos asociados a las Virtudes; en la parte inferior, dos pequeños ángeles llevan las fasces consulares, uno de los más
antiguos símbolos de la justicia. Al pie de la composición aparecen un fragmento de columna y una rama de encina, así como un león; todos ellos aludiendo a la Fortaleza.
En la parte superior sobrevuelan también pequeños ángeles, uno de ellos con corona
de laurel y otro con una condecoración, alusivos a los premios de virtud; un tercero porta
una antorcha encendida como símbolo, entre otros, de esclarecimiento. Un gran rayo de luz
desciende del cielo hacia las Virtudes.
En biografías de Maella se data el fresco de “Las virtudes cardinales” en 1786; sin embargo, documentación inédita aportada en 2011 por J. M. de la Mano (Mariano Salvador
Maella, Poder e imagen en la España de la Ilustración p. 353), da testimonio de que el fresco se realizó un año antes, en 1785, pudiéndose datar el boceto en ese mismo año.
Maella asimiló las enseñanzas de Mengs y adoptó, como otros discípulos, sus métodos
de trabajo, mediante el cual se partía de un planteamiento inicial basado en dibujos y esbozos hasta la plasmación final en el muro. El boceto de presentación forma parte una serie
de actuaciones previas que el pintor lleva a cabo hasta finalizar en la decoración al fresco
de la bóveda de la estancia del cuarto del infante.
“Las virtudes cardinales” es un trabajo vinculado a la decoración del Palacio Nuevo de
Madrid, el más importante levantado en el siglo XVIII, que forma parte del proceso creativo, del que se conservan otros trabajos preparatorios. Se conoce la existencia de otro boceto de “Las virtudes cardinales”, de medidas ligeramente superiores (63 × 31,5 centímetros),
fechado en 1785, que apareció en el mercado de subastas de París en septiembre de 2018,
dos meses antes del bien objeto de consideración (diciembre 2018); también, un dibujo preparatorio para el fresco de “Las virtudes cardinales”, que forma parte de los Álbumes de dibujos de Fernando VII (t. II, f. 43, dib. 63) se conserva en la Real Biblioteca de Palacio; realizado a lápiz y aguada de 230 × 145 milímetros.
Atendiendo al valor y la excepcionalidad, se puede considerar que la pintura tiene una
especial importancia histórica y artística. Es ejemplo de la calidad técnica y artística de su
autor, por su composición, sutileza de color y agilidad y destreza en el dibujo. Contribuye
a ilustrar el proceso creativo de su autor, un pintor de cámara que llegaría por su excelencia en la pintura mural a ser primer pintor del rey. Se trata de un bien de significación artística e histórica que forma parte de un programa decorativo alegórico, vinculado al principal palacio de la Corona, el nuevo Palacio Real de Madrid. La obra forma parte de los
trabajos realizados hasta llegar a la consecución del fresco definitivo que decora la bóveda
de una de las estancias del Cuarto del Infante Gabriel de Borbón en el mencionado palacio.
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos
por los que deberán regirse las futuras intervenciones
La pintura, ubicada en Madrid, se encuentra en general en buen estado de conservación.
En el examen organoléptico llevado a cabo se constata que la obra está estabilizada en
cuanto a soporte, pudiendo este estado modificarse ante cambios ambientales y oxidación,
ante los cuales habrá que prestar una especial atención. La película pictórica está bien adherida, limpia y protegida por barnices recientes.
Los criterios a aplicar en futuras intervenciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad, debiendo regirse, en cualquier caso, por lo establecido en el artículo 20 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
C) Valores que justifican la Declaración del Bien
El boceto de presentación de Maella es una muestra de excelencia, agilidad y maestría
de dibujo, así como de capacidad creativa y colorido, llenos de exquisitez. Se trata de un
boceto, labor en el cual el pintor de cámara se mostró más brillante y donde hizo más visible el desarrollo de su estilo. A la importante significación artística hay que unir la conno-
BOCM-20210628-28
Pág. 180
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 28 DE JUNIO DE 2021
B.O.C.M. Núm. 152
La Prudencia lleva el espejo de la introspección, símbolo del conocimiento de uno mismo, y la serpiente, como símbolo de la sagacidad.
La Justicia viste de oro y blanco; el color dorado le confiere la condición real, que se potencia aquí con la corona y el color blanco como emblema de pureza. En una de sus manos
sostiene la balanza con la que pesa los méritos y acciones buenas frente a los delitos y malas
acciones de los hombres y en la otra mano levanta la espada desnuda con la que castiga.
La Fortaleza aparece representada con armadura y casco, en actitud de combatir al vicio.
La Templanza, con el freno que modera las pasiones y los vasos que aluden a la sobriedad.
En el lienzo aparecen representados otros símbolos alegóricos asociados a las Virtudes; en la parte inferior, dos pequeños ángeles llevan las fasces consulares, uno de los más
antiguos símbolos de la justicia. Al pie de la composición aparecen un fragmento de columna y una rama de encina, así como un león; todos ellos aludiendo a la Fortaleza.
En la parte superior sobrevuelan también pequeños ángeles, uno de ellos con corona
de laurel y otro con una condecoración, alusivos a los premios de virtud; un tercero porta
una antorcha encendida como símbolo, entre otros, de esclarecimiento. Un gran rayo de luz
desciende del cielo hacia las Virtudes.
En biografías de Maella se data el fresco de “Las virtudes cardinales” en 1786; sin embargo, documentación inédita aportada en 2011 por J. M. de la Mano (Mariano Salvador
Maella, Poder e imagen en la España de la Ilustración p. 353), da testimonio de que el fresco se realizó un año antes, en 1785, pudiéndose datar el boceto en ese mismo año.
Maella asimiló las enseñanzas de Mengs y adoptó, como otros discípulos, sus métodos
de trabajo, mediante el cual se partía de un planteamiento inicial basado en dibujos y esbozos hasta la plasmación final en el muro. El boceto de presentación forma parte una serie
de actuaciones previas que el pintor lleva a cabo hasta finalizar en la decoración al fresco
de la bóveda de la estancia del cuarto del infante.
“Las virtudes cardinales” es un trabajo vinculado a la decoración del Palacio Nuevo de
Madrid, el más importante levantado en el siglo XVIII, que forma parte del proceso creativo, del que se conservan otros trabajos preparatorios. Se conoce la existencia de otro boceto de “Las virtudes cardinales”, de medidas ligeramente superiores (63 × 31,5 centímetros),
fechado en 1785, que apareció en el mercado de subastas de París en septiembre de 2018,
dos meses antes del bien objeto de consideración (diciembre 2018); también, un dibujo preparatorio para el fresco de “Las virtudes cardinales”, que forma parte de los Álbumes de dibujos de Fernando VII (t. II, f. 43, dib. 63) se conserva en la Real Biblioteca de Palacio; realizado a lápiz y aguada de 230 × 145 milímetros.
Atendiendo al valor y la excepcionalidad, se puede considerar que la pintura tiene una
especial importancia histórica y artística. Es ejemplo de la calidad técnica y artística de su
autor, por su composición, sutileza de color y agilidad y destreza en el dibujo. Contribuye
a ilustrar el proceso creativo de su autor, un pintor de cámara que llegaría por su excelencia en la pintura mural a ser primer pintor del rey. Se trata de un bien de significación artística e histórica que forma parte de un programa decorativo alegórico, vinculado al principal palacio de la Corona, el nuevo Palacio Real de Madrid. La obra forma parte de los
trabajos realizados hasta llegar a la consecución del fresco definitivo que decora la bóveda
de una de las estancias del Cuarto del Infante Gabriel de Borbón en el mencionado palacio.
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos
por los que deberán regirse las futuras intervenciones
La pintura, ubicada en Madrid, se encuentra en general en buen estado de conservación.
En el examen organoléptico llevado a cabo se constata que la obra está estabilizada en
cuanto a soporte, pudiendo este estado modificarse ante cambios ambientales y oxidación,
ante los cuales habrá que prestar una especial atención. La película pictórica está bien adherida, limpia y protegida por barnices recientes.
Los criterios a aplicar en futuras intervenciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad, debiendo regirse, en cualquier caso, por lo establecido en el artículo 20 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
C) Valores que justifican la Declaración del Bien
El boceto de presentación de Maella es una muestra de excelencia, agilidad y maestría
de dibujo, así como de capacidad creativa y colorido, llenos de exquisitez. Se trata de un
boceto, labor en el cual el pintor de cámara se mostró más brillante y donde hizo más visible el desarrollo de su estilo. A la importante significación artística hay que unir la conno-
BOCM-20210628-28
Pág. 180
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID