Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2024063437)
Resolución de 11 de octubre de 2024, de la Consejera, por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, a favor de la "Gasolinera del Tiro de Pichón o de CEPANSA" de la localidad de Mérida (Badajoz), con categoría de Monumento.
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NÚMERO 205
Lunes 21 de octubre de 2024
52705
Historia del bien.
La gasolinera de Mérida se construyó en un punto estratégico, en el cruce de las carreteras
Nacional V (Madrid-Badajoz) y Nacional 630 (Gijón-Sevilla), lo que justificó su diseño arquitectónico destacado. Según el Archivo Histórico Municipal de Mérida (Expediente 55, año
1952, legajo 3746, carpeta 9), el promotor del proyecto fue Francisco Martín Delgado, y la estación comenzó a operar en 1953. Aunque no se menciona explícitamente al arquitecto en el
expediente, la firma del arquitecto pacense Luis Morcillo Villar (1902-1963) es visible. Según
el investigador Francisco Barbudo Gironza en su obra “La transformación urbana de Mérida”
(Badajoz, 2020), Morcillo Villar trabajó como arquitecto provincial y, brevemente, como arquitecto municipal en Mérida, y llevó a cabo proyectos importantes como mercados de abastos,
el teatro-cine “Alcazaba” (ya derribado) y la “Ciudad de la Beneficencia” en Badajoz. También
construyó el Teatro Menacho, en Badajoz, y el teatro-cine de Los Santos de Maimona. De igual
modo, trabajó con su hermano José María utilizando un estilo racionalista desde la década de
los años treinta, pero evolucionando después hacia lenguajes más eclécticos, regionalistas y
tradicionales.
Finalmente, hay que mencionar que el contratista de la obra fue Miguel Calvo Ruiz, y que la
misma fue ejecutada por los oficiales Vicente Prieto y Vicente Contreras; y por los peones
Hipólito García, Eusebio López y Agustín Molina.
Descripción y contextualización histórica del bien.
El edificio de la gasolinera tiene una planta trapezoidal orientada hacia la marquesina y la
carretera. Consta de un cuerpo central y dos alas laterales. El cuerpo central funcionaba como
vestíbulo distribuidor, mientras que las alas laterales se utilizaban como sala de espera, oficina y despacho de repuestos. Además, el conjunto contaba con una zona de servicios, un
pequeño almacén y una habitación para compresores y motores. Sobre el cuerpo central se
erige una torre de gran altura que originalmente albergaba un depósito de agua y servía como
espacio para anuncios y señales luminosas.
La marquesina o “porche de doble andén” se encuentra frente a estos elementos, y bajo ella
se ubicaban los surtidores de gasolina. El cuerpo central actúa como una fachada-telón, con
los cuerpos laterales ligeramente retranqueados y dispuestos en ángulo para integrarse con
la marquesina, otorgando a la planta la mencionada forma trapezoidal.
La fachada presenta tres arcos de medio punto: el arco central da acceso al cuerpo principal
y los arcos laterales permiten la entrada a los cuerpos anexos. Este tipo de huecos es típico
de la arquitectura “tradicional” de los años 50 y de los poblados de colonización. Ejemplos
similares pueden encontrarse en la hostería del “Matadero Regional” de Mérida.
Lunes 21 de octubre de 2024
52705
Historia del bien.
La gasolinera de Mérida se construyó en un punto estratégico, en el cruce de las carreteras
Nacional V (Madrid-Badajoz) y Nacional 630 (Gijón-Sevilla), lo que justificó su diseño arquitectónico destacado. Según el Archivo Histórico Municipal de Mérida (Expediente 55, año
1952, legajo 3746, carpeta 9), el promotor del proyecto fue Francisco Martín Delgado, y la estación comenzó a operar en 1953. Aunque no se menciona explícitamente al arquitecto en el
expediente, la firma del arquitecto pacense Luis Morcillo Villar (1902-1963) es visible. Según
el investigador Francisco Barbudo Gironza en su obra “La transformación urbana de Mérida”
(Badajoz, 2020), Morcillo Villar trabajó como arquitecto provincial y, brevemente, como arquitecto municipal en Mérida, y llevó a cabo proyectos importantes como mercados de abastos,
el teatro-cine “Alcazaba” (ya derribado) y la “Ciudad de la Beneficencia” en Badajoz. También
construyó el Teatro Menacho, en Badajoz, y el teatro-cine de Los Santos de Maimona. De igual
modo, trabajó con su hermano José María utilizando un estilo racionalista desde la década de
los años treinta, pero evolucionando después hacia lenguajes más eclécticos, regionalistas y
tradicionales.
Finalmente, hay que mencionar que el contratista de la obra fue Miguel Calvo Ruiz, y que la
misma fue ejecutada por los oficiales Vicente Prieto y Vicente Contreras; y por los peones
Hipólito García, Eusebio López y Agustín Molina.
Descripción y contextualización histórica del bien.
El edificio de la gasolinera tiene una planta trapezoidal orientada hacia la marquesina y la
carretera. Consta de un cuerpo central y dos alas laterales. El cuerpo central funcionaba como
vestíbulo distribuidor, mientras que las alas laterales se utilizaban como sala de espera, oficina y despacho de repuestos. Además, el conjunto contaba con una zona de servicios, un
pequeño almacén y una habitación para compresores y motores. Sobre el cuerpo central se
erige una torre de gran altura que originalmente albergaba un depósito de agua y servía como
espacio para anuncios y señales luminosas.
La marquesina o “porche de doble andén” se encuentra frente a estos elementos, y bajo ella
se ubicaban los surtidores de gasolina. El cuerpo central actúa como una fachada-telón, con
los cuerpos laterales ligeramente retranqueados y dispuestos en ángulo para integrarse con
la marquesina, otorgando a la planta la mencionada forma trapezoidal.
La fachada presenta tres arcos de medio punto: el arco central da acceso al cuerpo principal
y los arcos laterales permiten la entrada a los cuerpos anexos. Este tipo de huecos es típico
de la arquitectura “tradicional” de los años 50 y de los poblados de colonización. Ejemplos
similares pueden encontrarse en la hostería del “Matadero Regional” de Mérida.
