Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Deportes. (2024040127)
Decreto 81/2024, de 23 de julio, por el que se regula el deporte de alto rendimiento en Extremadura.
62 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
NÚMERO 146
Lunes 29 de julio de 2024
37595
8 de enero, ha sufrido sucesivas actualizaciones en los años 2014, 2016 y 2018. Todas ellas
han permitido que la norma alcanzase sus propósitos en la determinación objetiva de los
méritos deportivos.
El deporte de alto rendimiento es un factor esencial en el desarrollo deportivo de la comunidad
autónoma, puesto que constituye un estímulo para el fomento del deporte de base y tiene
una clara función representativa de toda la sociedad en las competiciones oficiales, bajo el
prisma del principio de la igualdad de oportunidades para permitir a las mujeres alcanzar su
potencial de actuación deportiva, asegurándoles que todas las actividades y programas relacionados con el mejoramiento de la actuación tengan en cuenta las necesidades específicas
de las deportistas.
No obstante, el deporte de alto rendimiento es también sinónimo de una alta exigencia para
sus protagonistas. Se trata de personas que deben hacer una arriesgada apuesta al dedicar
unos años determinados de su vida a una práctica deportiva a un nivel altamente acaparador
sin la seguridad de ningún resultado.
La calificación de alto rendimiento en Extremadura abarca no solo a las personas deportistas,
sino que se extiende también al personal técnico deportivo y arbitral, a los que se otorgan,
junto a las personas deportistas, apoyos de diversa índole con objeto de que puedan aumentar su dedicación y así mejorar la competencia en las funciones que desarrollan: los primeros,
en la formación y entrenamiento de deportistas; y los segundos, en el desarrollo de labores
de arbitraje en las competiciones deportivas.
Para que los poderes públicos puedan cumplir su obligación de reconocer, fomentar y proteger
el deporte de alto rendimiento resulta necesaria la existencia de una norma reglamentaria de
desarrollo de la Ley 2/1995, de 6 de abril, del Deporte de Extremadura, que regule minuciosamente qué se entiende por deporte de alto rendimiento y que concrete las condiciones que
lo definen, los requisitos técnicos de acceso, los beneficios y las obligaciones que comporta
la calificación de alto rendimiento y la duración de los mismos, asegurando que las oportunidades de competir, los premios, los incentivos, el reconocimiento, el patrocinio, la promoción
y otras formas de apoyo estén provistos justa y equitativamente tanto a las mujeres como a
los hombres.
En este punto resulta indispensable que esta regulación tenga un alcance amplio que incluya
no solo ayudas económicas concretas, sino también actuaciones que fomenten que las personas calificadas como de alto rendimiento deportivo no deban escoger entre su formación
educativa y su formación deportiva, o que vean mermadas sus posibilidades en el mercado
laboral o en el ámbito social.
Lunes 29 de julio de 2024
37595
8 de enero, ha sufrido sucesivas actualizaciones en los años 2014, 2016 y 2018. Todas ellas
han permitido que la norma alcanzase sus propósitos en la determinación objetiva de los
méritos deportivos.
El deporte de alto rendimiento es un factor esencial en el desarrollo deportivo de la comunidad
autónoma, puesto que constituye un estímulo para el fomento del deporte de base y tiene
una clara función representativa de toda la sociedad en las competiciones oficiales, bajo el
prisma del principio de la igualdad de oportunidades para permitir a las mujeres alcanzar su
potencial de actuación deportiva, asegurándoles que todas las actividades y programas relacionados con el mejoramiento de la actuación tengan en cuenta las necesidades específicas
de las deportistas.
No obstante, el deporte de alto rendimiento es también sinónimo de una alta exigencia para
sus protagonistas. Se trata de personas que deben hacer una arriesgada apuesta al dedicar
unos años determinados de su vida a una práctica deportiva a un nivel altamente acaparador
sin la seguridad de ningún resultado.
La calificación de alto rendimiento en Extremadura abarca no solo a las personas deportistas,
sino que se extiende también al personal técnico deportivo y arbitral, a los que se otorgan,
junto a las personas deportistas, apoyos de diversa índole con objeto de que puedan aumentar su dedicación y así mejorar la competencia en las funciones que desarrollan: los primeros,
en la formación y entrenamiento de deportistas; y los segundos, en el desarrollo de labores
de arbitraje en las competiciones deportivas.
Para que los poderes públicos puedan cumplir su obligación de reconocer, fomentar y proteger
el deporte de alto rendimiento resulta necesaria la existencia de una norma reglamentaria de
desarrollo de la Ley 2/1995, de 6 de abril, del Deporte de Extremadura, que regule minuciosamente qué se entiende por deporte de alto rendimiento y que concrete las condiciones que
lo definen, los requisitos técnicos de acceso, los beneficios y las obligaciones que comporta
la calificación de alto rendimiento y la duración de los mismos, asegurando que las oportunidades de competir, los premios, los incentivos, el reconocimiento, el patrocinio, la promoción
y otras formas de apoyo estén provistos justa y equitativamente tanto a las mujeres como a
los hombres.
En este punto resulta indispensable que esta regulación tenga un alcance amplio que incluya
no solo ayudas económicas concretas, sino también actuaciones que fomenten que las personas calificadas como de alto rendimiento deportivo no deban escoger entre su formación
educativa y su formación deportiva, o que vean mermadas sus posibilidades en el mercado
laboral o en el ámbito social.
