Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2024040023)
Decreto 15/2024, de 20 de febrero, por el que se declara Bien de Interés Cultural la "Iglesia Parroquial de San Juan Bautista" de la localidad de Berzocana (Cáceres), con categoría de Monumento.
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NÚMERO 39
Lunes 26 de febrero de 2024

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calles se localizan las tallas policromadas de los santos Fulgencio, vestido de obispo,
con mitra y báculo; y Santa Florentina, vestida con manto negro, babero dorado
y portando báculo. El retablo apoya en una predela en la que aparecen talladas y
policromadas, en altorrelieve, las imágenes de san Hemenegildo; ¿san Isidoro de
Sevilla?; santa Teodosia; un militar romano con una cruz, tal vez Recaredo; y una
posible imagen de san Leandro.


El retablo apoya sobre un banco cuyo frontal de cerámica talaverana, de hacia 1590,
en el que se encuentran representados, ante un paisaje: san Isidoro, san Leandro,
san Hermenegildo y santa Theodosia, madre de Hermenegildo y hermana de los
otros. San Fulgencio y santa Florentina eran hermanos de san Leandro y san Isidoro,
y tíos, por tanto, de san Hermenegildo. Cada santo lleva una cartela con su nombre.
En el zócalo de la capilla y en la contrahuella de la grada también son visibles más
azulejos, en este caso del siglo XVII.



Entre las tallas de bulto redondo de san Fulgencio y santa Florentina hay un pequeño Cristo crucificado de comienzos del siglo XVII, que apoya la cruz sobre un Monte
Gólgota.

a.2) Retablo de los Santos: este retablo, en originen, se situaba en la planta superior
de la capilla de los Santos, pero fue trasladado al testero de la nave de la epístola
tras su restauración en 2000-2003. Aunque datable en la tercera década del siglo
XVIII, contiene elementos de otros períodos históricos. Consta de un cuerpo central
flanqueado por dos columnas salomónicas con ramos de vid.


En el centro del retablo se ubica una estructura rectangular horizontal con cuatro
puertas que, al abrirse, permitían acceder al arca de las reliquias. Las dos puertas
centrales están decoradas con calaveras y tibias; y las laterales, con bustos de los
santos, datables a finales del siglo XVI, por lo que son previas a la construcción del
retablo barroco. Encima y debajo de las tapas, destinadas originalmente a proteger
las reliquias, es visible una tupida maraña de roleos. En el ático se sitúa un gran
pelícano, símbolo cristífero, pues según la leyenda, alimenta a sus polluelos con su
sangre igual que hizo Jesús con sus hijos mediante su sacrificio. Encima del pelícano
hay colocado una especie de dosel perteneciente a otra zona del templo. Concretamente, antes del lugar donde se encuentra actualmente el mismo, se situaba en el
presbiterio, encima del Crucificado.



El retablo asienta sobre un banco con zócalo cerámico moderno. También se conservan elementos cerámicos en el zócalo situado en el muro junto al retablo y en
el pavimento, datables en torno a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, con