Consejería De Educación, Ciencia Y Formación Profesional. Educación. Premios. (2023050228)
Orden de 12 de diciembre de 2023 por la que se convoca el III Concurso de Debate Escolar de Extremadura.
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NÚMERO 5
Lunes 8 de enero de 2024

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La formación en debate aumenta la curiosidad y la capacidad de concentración. Fomenta la
creatividad y la cooperación, y enseña a discernir las fuentes fiables de las que no lo son,
forjando el pensamiento crítico. Ayuda a elaborar mensajes más claros y mejora la capacidad
de escucha, llegando a entender mejor al que piensa de manera diferente. Pero, sobre todo,
debatir enseña a tomar la iniciativa, a formar y emitir opiniones, y, en consecuencia, ganar
confianza para vivir y hacer frente a los retos que nos plantea la sociedad en el día a día, sin
miedos, preguntando, aceptando nuestros errores y mejorándonos como ciudadanos. Debatir
permite obtener resultados por uno mismo simplemente por el hecho de intervenir. Debatir
nos convierte en personas involucradas con nuestro entorno. Debatir es construir, actuar y
aprender.
Las mejoras específicas que se aportan son:
— Creatividad. Cuando se aborda un debate, cada línea argumental es como un lienzo en
blanco. Los participantes deben investigar por sí mismos y, con la información obtenida,
conformar dos líneas que defiendan posturas encontradas. No hay un modo óptimo de
hacer tal cosa, por lo que se fomenta la imaginación y el pensamiento divergente.
— Cooperación. La preparación y ejecución de un debate es un trabajo en grupo. El reparto
de tareas es esencial: las distintas investigaciones, evaluación de argumentos, preparación de líneas y diseño de turnos son tareas que no se pueden acometer individualmente. Debatir requiere construir un equipo y confiar en los compañeros y compañeras.
— Pensamiento crítico. El proceso de investigación y diseño argumental obliga a reflexionar sobre los sesgos propios y nos obliga a desprendernos de prejuicios. En el propio
debate, nos vemos impelidos a buscar la mejor versión de lo que ha dicho el que defiende la postura opuesta, y eso nos hace ser más receptivos y ganar empatía.
—
Escucha activa. Debatir no es solo emitir discursos fundados, es también escuchar
honestamente a las personas de enfrente, conceder sus aciertos y proponer mejoras
argumentales. Esta labor enseña a separar la opinión de la persona y, en definitiva, a
que nuestras relaciones sean constructivas. Además, se desarrollan métodos para la
toma de notas, que permiten sintetizar mucha información, lo que favorece una mayor
participación en contextos análogos, como el aula, tanto por velocidad de comprensión
como por la propensión a preguntar si tienen dudas.
— Argumentación. Si no el primordial, uno de los objetivos principales del aprendizaje es
el de conseguir que el alumnado aprenda a ver el mundo con ojos propios, que sepa
formarse una opinión, que sepa darse razones antes de actuar. Ese es, directamente, el
objetivo principal del ejercicio de debate. La formación de argumentos y la estructuración clara del pensamiento son tan esenciales para participar en un debate como para
el día a día en el aula.