Consejería De Infraestructuras, Transporte Y Vivienda. Planeamiento. (2023AC0082)
Acuerdo de 27 de junio de 2023, de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Extremadura, sobre aprobación definitiva del Plan General Municipal "simplificado" de Trujillanos.
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NÚMERO 217
57471
Lunes 13 de noviembre de 2023
Las soluciones en escollera o gaviones, en este orden, son más compatibles ambientalmente
que
las
de
hormigón,
aunque
tengan
un
chapado
en
piedra.
Ambas
evitan
la
impermeabilización y permiten así la colonización con vegetación acuática y riparia,
manteniéndose la continuidad biológica de las márgenes del ecosistema fluvial y sustituyen la
consolidación de la obra de hormigón, por raíces y manto vegetal.
Finalmente, cuando el Dominio Público Hidráulico lo permita, los taludes o pendientes resultantes
de la canalización deben ser suaves o tendidos, para facilitar su estabilidad y su revegetación
espontánea o con tierra vegetal reextendida, evitando descolgar ostensiblemente la capa
freática en las riberas.
Piscinas naturales.
En el alzado o base del azud de apoyo se deben distinguir tres secciones: 1) una no
desmontable, la de estribos o defensa de las márgenes; y otras dos desmontables: 2) la de
caudales ordinarios, 3) y la de estiaje o cauce inscrito. Esta última debe asegurar la continuidad
para el paso de peces (como orden de magnitud orientativo serían 25-50 cm de calado y
velocidades de corriente no superiores a 1 m/s en época de desove) al quedar su cota por
debajo o rasante a la de lecho natural. El azud no debe emplazarse o sumarse a una zona de
rápidos o salto ya existente que amplifique los efectos de erosión y barrera aguas abajo del
mismo.
Charcas.
Las charcas con uso de abrevadero, riego o incendios pueden convertirse en reservorios
involuntarios de peces no autóctonos (percasoles y peces gato fundamentalmente). Para evitar
repoblaciones involuntarias de estas especies, desde las charcas hacia los arroyos o ríos
próximos aguas abajo, por extravasamiento de las aguas en época de lluvias, conviene que las
charcas o balsas cuenten con dispositivos de vaciado que permitan eliminar mediante secado
completo las especies invasoras. Sin costes energéticos, en las charcas de muro, (donde el nivel
más bajo de las aguas queda normalmente por encima de la rasante del terreno), el dispositivo
de mayor eficiencia es la instalación de un desagüe de fondo durante la construcción de la
charca. Sin desagüe de fondo cabe la utilización de un sifón invertido, viable aproximadamente
hasta los 5 m de profundidad. Los costes por combustible de los bombeos con motor, tanto en
las charcas de muro como en las de gua (única alternativa), limitan la viabilidad de esta opción.
Abastecimiento y riegos.
En los planes de abastecimiento y regadíos, se debe preservar la calidad de las aguas
superficiales,
evaluado
previamente
las
alternativas
que
constituyan
una
opción
medioambiental significativamente mejor a partir de aguas muy modificadas o aguas artificiales
ya existentes. En cualquier caso se deberían proscribir nuevas derivaciones a partir de aguas
corrientes en los meses de caudales bajos (junio, julio, agosto y septiembre) de carácter limitante
57471
Lunes 13 de noviembre de 2023
Las soluciones en escollera o gaviones, en este orden, son más compatibles ambientalmente
que
las
de
hormigón,
aunque
tengan
un
chapado
en
piedra.
Ambas
evitan
la
impermeabilización y permiten así la colonización con vegetación acuática y riparia,
manteniéndose la continuidad biológica de las márgenes del ecosistema fluvial y sustituyen la
consolidación de la obra de hormigón, por raíces y manto vegetal.
Finalmente, cuando el Dominio Público Hidráulico lo permita, los taludes o pendientes resultantes
de la canalización deben ser suaves o tendidos, para facilitar su estabilidad y su revegetación
espontánea o con tierra vegetal reextendida, evitando descolgar ostensiblemente la capa
freática en las riberas.
Piscinas naturales.
En el alzado o base del azud de apoyo se deben distinguir tres secciones: 1) una no
desmontable, la de estribos o defensa de las márgenes; y otras dos desmontables: 2) la de
caudales ordinarios, 3) y la de estiaje o cauce inscrito. Esta última debe asegurar la continuidad
para el paso de peces (como orden de magnitud orientativo serían 25-50 cm de calado y
velocidades de corriente no superiores a 1 m/s en época de desove) al quedar su cota por
debajo o rasante a la de lecho natural. El azud no debe emplazarse o sumarse a una zona de
rápidos o salto ya existente que amplifique los efectos de erosión y barrera aguas abajo del
mismo.
Charcas.
Las charcas con uso de abrevadero, riego o incendios pueden convertirse en reservorios
involuntarios de peces no autóctonos (percasoles y peces gato fundamentalmente). Para evitar
repoblaciones involuntarias de estas especies, desde las charcas hacia los arroyos o ríos
próximos aguas abajo, por extravasamiento de las aguas en época de lluvias, conviene que las
charcas o balsas cuenten con dispositivos de vaciado que permitan eliminar mediante secado
completo las especies invasoras. Sin costes energéticos, en las charcas de muro, (donde el nivel
más bajo de las aguas queda normalmente por encima de la rasante del terreno), el dispositivo
de mayor eficiencia es la instalación de un desagüe de fondo durante la construcción de la
charca. Sin desagüe de fondo cabe la utilización de un sifón invertido, viable aproximadamente
hasta los 5 m de profundidad. Los costes por combustible de los bombeos con motor, tanto en
las charcas de muro como en las de gua (única alternativa), limitan la viabilidad de esta opción.
Abastecimiento y riegos.
En los planes de abastecimiento y regadíos, se debe preservar la calidad de las aguas
superficiales,
evaluado
previamente
las
alternativas
que
constituyan
una
opción
medioambiental significativamente mejor a partir de aguas muy modificadas o aguas artificiales
ya existentes. En cualquier caso se deberían proscribir nuevas derivaciones a partir de aguas
corrientes en los meses de caudales bajos (junio, julio, agosto y septiembre) de carácter limitante