Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2023060764)
Resolución de 27 de febrero de 2023, de la Consejera, por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural a favor del "Poblado de Zamarrillas", en el término municipal de Cáceres, con la categoría de Sitio Histórico.
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NÚMERO 47
14593
Jueves 9 de marzo de 2023
ANEXO I
CARACTERIZACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA DECLARACIÓN COMO BIEN
DE INTERÉS CULTURAL
Ubicación.
Al sudeste del término municipal de Cáceres, en la vega del río Salor y situado entre las dehesas de la Lagartera y la Zafra, se encuentra el hoy despoblado de Zamarrillas.
El terreno que ocupa es una prominencia rocosa, al filo de la llanura, que deja al sur la estribación meridional de la sierra de los Alcoces y el Arropé, por parte del Trasquilón, para ir
a morir al ribero del Salor, por esta zona embalsado por la presa de Valdesalor, que riega así
estas tierras, propicias por tanto para el ganado lanar y bovino que pasta en pradera. Hacia
Levante, y a una distancia de unos dos Kilómetros, comienza el término de Torreorgaz.
El “Poblado de Zamarrillas” es un caserío de edificaciones robustas, varias de ellas con empaque nobiliario, que están construidas a base de mampostería y piedra granítica en sillarejos,
y no muy mal conservadas, si exceptuamos algunas techumbres y el castillo que domina el
punto más alto, cuya traza se ha perdido en gran parte. También se han perdido o están en
completa ruina las edificaciones humildes, realizadas con material más deleznable que, en su
día, existirían y que no soportaron el abandono humano y los avatares de los tiempos históricos, ejecutadas incluyendo algunos episodios bélicos relativamente recientes.
Aspectos históricos.
Este núcleo de población, aunque pequeño, está documentado, siempre adscrito a la villa de
Cáceres, ya desde el siglo XIV. Sin embargo, el origen de este caserío, como de algunos otros
también desaparecidos, tal vez habría que adscribirlo en una época anterior, en las décadas
siguientes a la conquista leonesa (1229), cuando comenzaron a formarse los adehesamientos
reales, que tenían por finalidad la defensa de las cabañas ganaderas pertenecientes al Concejo y sus pastos para salvaguardarlas de las incursiones de los rebaños mesteños que bajaban
del reino de León. Esta facultad de acotamiento, recogida en los Fueros, fue posibilitando la
creación de cortijos o incipientes caseríos cuando el aprovechamiento agro-ganadero creciente por las repoblaciones permitió el asentamiento en estos pequeños núcleos que corrieron
suerte diversa, muchas veces efímera. El término de Cáceres era muy extenso, y se hacía
necesaria la creación de estos poblados, seguramente aprovechando, en ocasiones, antiguos
asentamientos romanos o árabes.
A la crisis demográfica del siglo XIV, por las epidemias de peste y la regresión en las repoblaciones podría achacarse la desaparición de algunos poblados dispersos situados en la tierra
14593
Jueves 9 de marzo de 2023
ANEXO I
CARACTERIZACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA DECLARACIÓN COMO BIEN
DE INTERÉS CULTURAL
Ubicación.
Al sudeste del término municipal de Cáceres, en la vega del río Salor y situado entre las dehesas de la Lagartera y la Zafra, se encuentra el hoy despoblado de Zamarrillas.
El terreno que ocupa es una prominencia rocosa, al filo de la llanura, que deja al sur la estribación meridional de la sierra de los Alcoces y el Arropé, por parte del Trasquilón, para ir
a morir al ribero del Salor, por esta zona embalsado por la presa de Valdesalor, que riega así
estas tierras, propicias por tanto para el ganado lanar y bovino que pasta en pradera. Hacia
Levante, y a una distancia de unos dos Kilómetros, comienza el término de Torreorgaz.
El “Poblado de Zamarrillas” es un caserío de edificaciones robustas, varias de ellas con empaque nobiliario, que están construidas a base de mampostería y piedra granítica en sillarejos,
y no muy mal conservadas, si exceptuamos algunas techumbres y el castillo que domina el
punto más alto, cuya traza se ha perdido en gran parte. También se han perdido o están en
completa ruina las edificaciones humildes, realizadas con material más deleznable que, en su
día, existirían y que no soportaron el abandono humano y los avatares de los tiempos históricos, ejecutadas incluyendo algunos episodios bélicos relativamente recientes.
Aspectos históricos.
Este núcleo de población, aunque pequeño, está documentado, siempre adscrito a la villa de
Cáceres, ya desde el siglo XIV. Sin embargo, el origen de este caserío, como de algunos otros
también desaparecidos, tal vez habría que adscribirlo en una época anterior, en las décadas
siguientes a la conquista leonesa (1229), cuando comenzaron a formarse los adehesamientos
reales, que tenían por finalidad la defensa de las cabañas ganaderas pertenecientes al Concejo y sus pastos para salvaguardarlas de las incursiones de los rebaños mesteños que bajaban
del reino de León. Esta facultad de acotamiento, recogida en los Fueros, fue posibilitando la
creación de cortijos o incipientes caseríos cuando el aprovechamiento agro-ganadero creciente por las repoblaciones permitió el asentamiento en estos pequeños núcleos que corrieron
suerte diversa, muchas veces efímera. El término de Cáceres era muy extenso, y se hacía
necesaria la creación de estos poblados, seguramente aprovechando, en ocasiones, antiguos
asentamientos romanos o árabes.
A la crisis demográfica del siglo XIV, por las epidemias de peste y la regresión en las repoblaciones podría achacarse la desaparición de algunos poblados dispersos situados en la tierra