Servicio Extremeño De Salud. Subvenciones. (2023060369)
Resolución de 27 de diciembre de 2022, de la Dirección Gerencia, por la que se concede una subvención directa a la entidad Asociación Atabal para la atención y tratamiento de las adicciones, para el desarrollo del Programa "Mujer, adicción y violencia de género".
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NÚMERO 24
Viernes 3 de febrero de 2023
8077
de drogas, obviando que es el sistema de género el que establece unas condiciones que
aumentan su probabilidad de vivir violencias (Martínez-Redondo, 2009).
• La violencia de género sobre mujeres con TCS sobre la que existe más bibliografía
es la referida a la que ejerce la pareja/s o exparejas, es decir, la/s persona/s con las
que estas mujeres han mantenido o mantienen un vínculo afectivo. Las mujeres en
tratamiento por adicción son víctimas de violencias ejercidas por su pareja con una
incidencia tres veces superior a la de población de mujeres en general (Llopis et al.,
2005). Pero no hay que olvidar que en los contextos de uso/abuso de drogas, además
de los varones drogodependientes que son pareja de las mujeres, también hay otros
hombres conocidos, los clientes si hay comercio sexual, los traficantes, etc., que se
visibilizan como agresores.
• Los tipos de violencia de género más habituales que experimentan las mujeres con
problemas de adicción, a tenor de la literatura, son los de carácter físico y sexual.
• Un obstáculo para el cese del uso de drogas y un factor que contribuye a las recaídas
que se debe asumir entre profesionales que trabajan con mujeres usuarias que están
experimentando o han experimentado violencia es que se enfrentan a personas que
presentan múltiples problemas (Benoit et al., 2016). Algunos subgrupos de mujeres
que consumen drogas tienen necesidades particulares, sobre todo las mujeres que
han experimentado o están experimentando violencias, abusos, traumas, mujeres con
comorbilidad, mujeres embarazadas y/o con hijos, mujeres pertenecientes a minorías
étnicas, involucradas en el comercio sexual y / o en prisión.
A
menudo todas estas circunstancias se superponen entre estos grupos vulnerables y
las mujeres que se encuentran dentro de estas múltiples categorías presentan mayores
necesidades y mayores dificultades para ser atendidas.
En el caso que nos atañe, todos esos otros ejes de opresión actúan como elementos activos
y multiplicadores (porque no se trataría de la mera suma de opresiones, sino del resultado
diferente de la imbricación de unas circunstancias con otras) de desempoderamiento
que aumentan su nivel de vulnerabilidad y de riesgo de revictimización, de recaída, de
consumo y/o mantenimiento de otras conductas adictivas.
E
s por ello que este programa tiene un gran interés público, social y económico, además
de ser el único programa existente en la ciudad de Badajoz y su comarca.
Sexto. La Asociación Atabal para la atención y tratamiento de las Adicciones, con CIF
G06184782, inscrita con fecha 5 de abril de 1993 en el Registro de Asociaciones de la
Consejería de Administración Pública de la Junta de Extremadura con el n.º 1840; comenzó su
Viernes 3 de febrero de 2023
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de drogas, obviando que es el sistema de género el que establece unas condiciones que
aumentan su probabilidad de vivir violencias (Martínez-Redondo, 2009).
• La violencia de género sobre mujeres con TCS sobre la que existe más bibliografía
es la referida a la que ejerce la pareja/s o exparejas, es decir, la/s persona/s con las
que estas mujeres han mantenido o mantienen un vínculo afectivo. Las mujeres en
tratamiento por adicción son víctimas de violencias ejercidas por su pareja con una
incidencia tres veces superior a la de población de mujeres en general (Llopis et al.,
2005). Pero no hay que olvidar que en los contextos de uso/abuso de drogas, además
de los varones drogodependientes que son pareja de las mujeres, también hay otros
hombres conocidos, los clientes si hay comercio sexual, los traficantes, etc., que se
visibilizan como agresores.
• Los tipos de violencia de género más habituales que experimentan las mujeres con
problemas de adicción, a tenor de la literatura, son los de carácter físico y sexual.
• Un obstáculo para el cese del uso de drogas y un factor que contribuye a las recaídas
que se debe asumir entre profesionales que trabajan con mujeres usuarias que están
experimentando o han experimentado violencia es que se enfrentan a personas que
presentan múltiples problemas (Benoit et al., 2016). Algunos subgrupos de mujeres
que consumen drogas tienen necesidades particulares, sobre todo las mujeres que
han experimentado o están experimentando violencias, abusos, traumas, mujeres con
comorbilidad, mujeres embarazadas y/o con hijos, mujeres pertenecientes a minorías
étnicas, involucradas en el comercio sexual y / o en prisión.
A
menudo todas estas circunstancias se superponen entre estos grupos vulnerables y
las mujeres que se encuentran dentro de estas múltiples categorías presentan mayores
necesidades y mayores dificultades para ser atendidas.
En el caso que nos atañe, todos esos otros ejes de opresión actúan como elementos activos
y multiplicadores (porque no se trataría de la mera suma de opresiones, sino del resultado
diferente de la imbricación de unas circunstancias con otras) de desempoderamiento
que aumentan su nivel de vulnerabilidad y de riesgo de revictimización, de recaída, de
consumo y/o mantenimiento de otras conductas adictivas.
E
s por ello que este programa tiene un gran interés público, social y económico, además
de ser el único programa existente en la ciudad de Badajoz y su comarca.
Sexto. La Asociación Atabal para la atención y tratamiento de las Adicciones, con CIF
G06184782, inscrita con fecha 5 de abril de 1993 en el Registro de Asociaciones de la
Consejería de Administración Pública de la Junta de Extremadura con el n.º 1840; comenzó su