Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2022040199)
Decreto 135/2022, de 9 de noviembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural "La Trashumancia en Extremadura" con el carácter de Patrimonio Cultural Inmaterial.
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NÚMERO 219
Martes 15 de noviembre de 2022

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ANEXO
(Se publica, como anexo, un extracto de la Memoria técnica elaborada por los servicios técnicos de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural. La Memoria
técnica y documentación íntegros a la que hace referencia el acuerdo de incoación, constan
en el expediente administrativo correspondiente. Este expediente se podrá consultar en las
dependencias de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural (Avenida
Valhondo, s/n. Módulo 4, Planta 2ª, 06800 Mérida, Badajoz) por las personas interesadas en
el procedimiento, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 12 y siguientes de la Ley 19/2013,
de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno y el artículo 15 y siguientes de la Ley 4/2013, de 21 de mayo, de Gobierno Abierto de Extremadura.
“LA TRASHUMANCIA EN EXTREMADURA”
Entre la historia y la cultura.
Hay consenso en señalar que la trashumancia se sitúa en el paleolítico, en el que équidos,
bóvidos y cérvidos migraban desde la meseta sur en la que habían pastado durante el invierno
hacia el norte donde pasarían el verano. Esta actividad, una vez domesticados estos animales,
irá creciendo en importancia, teniendo punto referencial con la creación del Honrado Concejo
de la Mesta 1273.
La trashumancia, sostiene Salvador Rodríguez Becerra, es uno de los fenómenos económicos,
sociales y culturales que más identifican a Extremadura, dentro y fuera de ella. La trashumancia posibilita un complejo cultural, que descansa en el traslado cíclico del ganado desde
el norte peninsular a los pastos invernales extremeños.
Sobre unas determinadas coordenadas, que definen un ecosistema especialmente propicio
para esta actividad, se posibilitó un trasiego cultural por los caminos por los que discurría el
ganado. A estas alturas nadie duda que la trashumancia ha generado una organización territorial, unas relaciones sociales y una identidad cuya génesis hay que situarla en esa cultura
pastoril.
La relación entre la actividad humana y el paisaje es evidente, la impronta de la trashumancia
en Extremadura se constata en múltiples aspectos, en los que las vías pecuarias se constituyen en los ejes articuladores de un paisaje, definido por esos corredores naturales y caminos
en los que se va a mantener un continuo intercambio cultural.
Por su parte, Fernando Flores del Manzano, referente obligado en esta temática, llama la
atención sobre la importancia de la trashumancia más allá de unas meras coordenadas socioeconómicas, subrayando el sustantivo legado cultural que se genera en Extremadura como