Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2022040198)
Decreto 134/2022, de 9 de noviembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural, las "Fiestas Patronales de San Antonio Abad", de la localidad de Peloche, Herrera del Duque (Badajoz), con categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial.
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NÚMERO 219
Martes 15 de noviembre de 2022

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Con el dinero recaudado por las multas, más lo que sacan de otras cosas, los danzantes
celebran luego su fiesta particular el día 18, el “día de san Antón chico”.
Algunos años, finalmente, suelen perdonarse las multas, dejándolo todo en un acto simbólico. En 1991, les perdonaban las multas si encontraban una señal que el guía escondía
en un paquete de tabaco.
— La Danza.
El 14 empiezan a danzar dentro de la iglesia. Allí, a la izquierda del altar, delante de la imagen del santo, dejan libre, sin bancos, un pequeño espacio. También quedan reservados los
dos primeros bancos, para que se sienten el mayordomo y los danzantes.
Cuando la novena va ya por la mitad, entran los danzantes en la iglesia. Los primeros en
entrar en la iglesia son los dos “recaeros”: abren la puerta, entran, se quitan la boina con
la mano izquierda, van a la pila del agua bendita, cogen agua en el cuenco de su mano
derecha y se coloca cada uno a un lado de la puerta de la iglesia, por dentro, con la mano
del agua bendita hacia delante. En ese momento, empiezan a entrar, por orden, los demás
danzantes y el mayordomo, quienes cogen el agua bendita de la mano de los dos “recaeros”, se “presinan” y van a sentarse en los dos bancos que les han reservado. Allí esperan
a que termine la novena, para empezar la danza.
El orden en que entran en la iglesia y se van sentando en los dos bancos es el siguiente:
el primero en entrar es el guía, luego el danzante de delante que lleva la danza; después
su paralelo; más tarde los dos últimos (el último, “el Bartolo”); tras los danzantes, llega el
mayordomo; y, por último, los guitarristas.
La banda se suele cambiar el día 15. Son los mayordomos los que lo hacen, durante la
novena.
El día 16, la víspera de la fiesta grande, es una de las jornadas más agotadoras para los
danzantes. Por la mañana temprano, deben hacer la lumbre al mayordomo, después tienen que cortar la “iluminaria” para el santo, con la ayuda de la gente del pueblo (es decir,
preparar una enorme hoguera en la plaza, con grandes troncos de encina), danzar en la
novena y acostarse temprano, porque el día siguiente también será muy duro.
Para la danza en la novena, además de la boina y el pañuelo, los danzantes incorporan ya las
dos ligas con cascabeles en ambas piernas y los lazos de colores atados en los pantalones.
La música de la danza está marcada por uno o dos guitarristas que acompañan a los danzantes. Estos guitarristas se sientan en las gradas del altar, delante del pequeño espacio
libre donde hacen sus movimientos los danzantes.