Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2021040050)
Decreto 40/2021, de 18 de mayo, por el que se declara el Puente del Conde, en los términos municipales de Aldeacentenera y Cabañas del Castillo (Cáceres) como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento.
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NÚMERO 98
Martes, 25 de mayo de 2021

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El puente
El puente está construido mediante fábrica de ladrillo y mampostería de pizarra. El inmueble
está catalogado en el Inventario de Puentes de Extremadura (Cáceres, 2011) con el número
01101.
El puente tiene planta recta y perfil alomado. Su longitud es de 65 m, mientras que su altura
máxima es de 9”5 m. Posee cinco ojos con sus bóvedas, cuatro de medio punto y una apuntada. El material de construcción es, sobre todo, la mampostería de pizarra, y también el ladrillo. Los ojos del puente se construyen mediante lajas de pizarra colocadas en sardinel a modo
de ladrillos. También posee tres aliviaderos adintelados, dos en la orilla sur, y uno en la norte,
cuestión importante si tenemos en cuenta que el río, como todos los de acusado régimen pluvial, experimenta crecidas irregulares en otoño e invierno. Los tímpanos son macizos, y los
pretiles rematan en albardillas de losas de pizarra. Los estribos tienen tajamares triangulares
y circulares, rematados con sombreretes piramidales y cónicos. La calzada, restaurada, es de
enrollado, realizada mediante cantos de río colocados de forma preciosista.
Es interesante que, bajo uno de los aliviaderos, en la orilla norte, se conservan las bases de
los estribos de lo que debió de ser parte de la obra original, destruida por alguna riada, o de
un pequeño puente de una etapa anterior del que no hay noticia.
También son visibles varias inscripciones de difícil lectura inscritas en mortero de cal, que
señalan varias fechas de restauraciones (entre ellas una de 1797, según Plaza Rodríguez),
correspondientes a reconstrucciones sucesivas.
El buen estado de conservación y el adecuado criterio de intervención que se siguió para su
restauración nos permite comprobar, al igual que con las construcciones anexas, el papel de
los materiales locales en el levantamiento de infraestructuras de la arquitectura tradicional. Al
igual que en los inmuebles más modestos, los materiales utilizados son la pizarra y los cantos
de río, además del mortero de tierra, proporcionando una sensación de armonía completa con
el entorno geológico.
En su lado norte, el puente desemboca en un camino con muros de cerramiento y suelo de
piedra, que conforma una única estructura con el puente (por lo que es parte del Bien), el cual
va a dar al molino. En la parte que mira al río, el talud que separa camino y río está revestido
de piedra, siendo esta una solución constructiva de gran valor y originalidad, característica de
la arquitectura civil y militar de los siglos XVII y XVIII.
En cuanto al entorno del bien, en la orilla norte se conservan diversos elementos de interés
patrimonial relacionados con la arquitectura vernácula, y vinculados al puente: un molino y
tres zahúrdas. También, restos del canal que alimentaba el molino.