Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2021040050)
Decreto 40/2021, de 18 de mayo, por el que se declara el Puente del Conde, en los términos municipales de Aldeacentenera y Cabañas del Castillo (Cáceres) como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento.
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NÚMERO 98
Martes, 25 de mayo de 2021

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Además de estas características geomorfológicas, la escasa feracidad de los suelos, sumada
a los veranos cálidos y secos mediterráneos, provoca que la vegetación circundante del área
se componga de especies como el acebuche, las jaras y las retamas, además de las dehesas
de encina de los terrenos cercanos con pendiente menos acusada.
En base a estos condicionantes, las formas de vida de estos lugares, en lo que se refiere a la
economía de subsistencia que pervivió hasta los años sesenta del pasado siglo, se basaban
en el cultivo de cereales recios (centeno), probablemente algunas leguminosas y la ganadería
caprina.
No obstante, el hecho de que el emplazamiento donde se ubican el puente, el molino y las
zahúrdas se convirtiera en un predio habitado permanentemente, provocó que el entorno se
forzara, con las limitaciones correspondientes de la tecnología preindustrial, con objeto de
obtener otra serie de recursos, todos ellos orientados al autoconsumo, como puede observarse en el entorno del molino. En ese sentido, cerca del canal que lo alimenta se comprueba
la existencia de especies vegetales que nos indican que hasta hace algunas décadas la zona
tuvo actividad hortícola, gracias a la disponibilidad del agua que era canalizada desde el río al
molino y era aprovechada para el riego. La relación entre los molinos y las huertas es especialmente interesante, si tenemos en cuenta que estos agroecosistemas, por su dependencia
constante del riego, no pueden subsistir en nuestras latitudes muy alejados de los cascos
urbanos, más allá de los ruedos o campanas, con excepción de los parajes donde se ubicaran este tipo de infraestructuras. La presencia de árboles caducifolios de gran porte como un
fresno (Fraxinus angustifolia) nos indica el papel que tenían como hitos o zonas referenciales.
Es por ello que el paisaje cultural configurado gracias al molino es de especial importancia,
permitiéndonos comprobar la evolución del mismo en los últimos setenta o sesenta años;
desde la última etapa de vigencia del agro tradicional a los tiempos actuales. El puente es
el vehículo que conduce al emplazamiento formada por el molino y las zahúrdas, además de
una vía de comunicación, no sólo física sino también simbólica, entre el pueblo y las dehesas
circundantes, y unos terrenos escarpados donde se requiere gran pericia para adaptarse, aunque cuente con la ventaja diferencial del cauce del río para ubicar el molino y reaprovechar
el agua para el riego.
El puente se halla en el camino que unía la zona de Trujillo con la comarca de Las Villuercas
y las poblaciones de Roturas, Cabañas del Castillo, Solana, Navezuelas y Guadalupe. Actualmente existe un nuevo puente, a escasos doscientos metros, en la carretera que une la
localidad de Aldeacentenera con Retamosa. Desde este nuevo puente es posible acceder al
Puente del Conde fácilmente.