Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2021040050)
Decreto 40/2021, de 18 de mayo, por el que se declara el Puente del Conde, en los términos municipales de Aldeacentenera y Cabañas del Castillo (Cáceres) como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento.
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Martes, 25 de mayo de 2021

ANEXOS
(Se publica, como anexo, un extracto del informe, de fecha 19 de noviembre de 2019, de los
servicios técnicos de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural. El
Informe y documentación íntegros a la que hace referencia el Decreto de declaración, constan
en el expediente administrativo correspondiente. Este expediente se podrá consultar en las
dependencias de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural (Avenida
Valhondo, s/n. Módulo 4, Planta 2ª, 06800 Mérida, Badajoz) por las personas interesadas en
el procedimiento, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 12 y siguientes de la Ley 19/2013,
de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno y el artículo 15 y siguientes de la Ley 4/2013, de 21 de mayo, de Gobierno Abierto de Extremadura.
ANEXO I
LOCALIZACIÓN, HISTORIA, DESCRIPCIÓN DEL BIEN Y DEL
ENTORNO, E IMPORTANCIA DEL BIEN.
Localización
El puente se sitúa en un lugar de gran belleza paisajística. Se trata de un meandro del río
Almonte, ubicado en un cañón, que arrastra multitud de rocas sedimentarias, dando lugar a
un paisaje muy característico. La vegetación en una orilla y otra es completamente distinta:
mientras que la sur es adehesada, en la orilla norte predomina el matorral. La integración de
los elementos constructivos en el entorno ambiental es total.
Todo paisaje implica la interacción entre elementos naturales y antrópicos y supone una mirada que reorganiza el espacio, en palabras del geógrafo Martínez de Pisón. Y en esta dinámica,
la arquitectura más constreñida al medio nos proporcionará la posibilidad de analizar cómo los
grupos humanos se adaptan al entorno en un contexto con escasas posibilidades para transformarlo. De ahí la necesidad de someterse a la estacionalidad climática, a las dificultades
de la orografía, a la mayor o menor feracidad de los suelos y a la necesidad de configurar un
corpus de conocimientos (meteorológicos, geográficos, geológicos, biológicos, relacionados
con el control del agua) que permitan adaptarse al entorno para obtener recursos para la
propia reproducción social. A todo ello hay que sumarles los condicionantes relacionados con
el control de recursos estratégicos (tierras, tecnología, etc.), lo que dará lugar a una relación
con el espacio donde naturaleza y cultura generarán una huella determinada, como ocurre
en el marco físico donde aparecen estos elementos, imposibles de entender si no se estudian
como un todo.
De todas las arterias fluviales de la Extremadura que corresponde geológicamente con una
amplia zona de la provincia de Cáceres al viejo zócalo herciniano, rejuvenecido en el plegamiento alpino, el río Almonte es el que nos permite comprobar la estructura original de unos
ríos de régimen pluvial que se abren paso a través de terrenos accidentados, cuyo sustrato se
compone de pizarras y otros elementos de gran antigüedad geológica.