Consejería Para La Transición Ecológica Y Sostenibilidad. Información Pública. (Suplemento DOE). (2021080298)
Anuncio de 4 de marzo de 2021 por la que se hace pública la Memoria Ambiental del Plan General Municipal de Fuente del Maestre, en la forma prevista en el Decreto 54/2011, de 29 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Evaluación Ambiental de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
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NÚMERO 56
Miércoles, 24 de marzo de 2021
15725
de piedra. Ambas evitan la impermeabilización y permiten la colonización con vegetación
acuática y riparia, manteniéndose la continuidad biológica de los márgenes del ecosistema
fluvial y quedando sustituida la consolidación de la obra de hormigón, por raíces y manto
vegetal. Finalmente, cuando el Dominio Público Hidráulico lo permita, los taludes o pendientes
resultantes de la canalización deben ser suaves o tendidos, para facilitar su estabilidad y su
revegetación espontánea o con tierra vegetal reextendida, evitando descolgar ostensiblemente
la capa freática de las riberas.
Piscinas naturales. En el alzado de la base o azud de apoyo se deben distinguir tres secciones:
1) una no desmontable, la de estribos o defensa de las márgenes; y otras desmontables; 2)
la de caudales ordinarios, 3) y la de estiaje o cauce inscrito. Esta última debe asegurar la
continuidad para el paso de peces (como orden de magnitud orientativo serían 25-50 cm de
calado y velocidades de corriente no superiores a 1m/s en época de desove) al quedar su cota
por debajo o rasante a la de lecho natural. El azud no debe emplearse o sumarse a una zona
de rápidos o salto ya existente que amplifique los efectos de erosión y barrera aguas abajo
del mismo.
Charcas. Las charcas con uso abrevadero, riego o incendios pueden convertirse en
reservorios involuntarios de peces no autóctonos de carácter invasor (percasoles y peces
gato fundamentalmente). Para evitar repoblaciones involuntarias de estas especies, desde
las charcas hacia los arroyos o ríos próximos situados aguas abajo, por extravasamiento de
las aguas en época de lluvias, conviene que las charcas o balsas cuenten con dispositivos de
vaciado que permitan eliminar mediante secado completo las especies invasoras. Sin costes
energéticos, en las charcas de muro (donde el nivel más bajo de las aguas queda normalmente
por encima de la rasante del terreno), el dispositivo de mayor eficiencia es la instalación de
un desagüe de fondo durante la construcción de la charca. Sin desagüe de fondo cabe la
utilización de un sifón invertido, viable aproximadamente hasta los 5 m de profundidad. Los
costes por combustible de los bombeos con motor, tanto en las charcas de muro como en las
de gua (única alternativa), limitan la viabilidad de esta opción.
Abastecimiento y riegos. En los planes de abastecimiento y regadíos, se debe preservar la
calidad de las aguas superficiales, evaluando previamente las alternativas que constituyan
una opción medioambiental significativamente mejor a partir de aguas muy modificadas o
aguas artificiales ya existentes. En cualquier caso, deberían proscribir nuevas derivaciones a
partir de aguas corrientes en los meses de caudales bajos (junio, julio, agosto y septiembre)
de carácter limitante en los ecosistemas fluviales, garantizando los usos consuntivos en esa
época a partir de los volúmenes almacenados durante el periodo de caudales altos.
Tratamiento de aguas residuales. Análogamente al equipamiento urbano previo (viales,
alumbrado, abastecimiento...) las ampliaciones de suelo urbano deben precederse de un
Miércoles, 24 de marzo de 2021
15725
de piedra. Ambas evitan la impermeabilización y permiten la colonización con vegetación
acuática y riparia, manteniéndose la continuidad biológica de los márgenes del ecosistema
fluvial y quedando sustituida la consolidación de la obra de hormigón, por raíces y manto
vegetal. Finalmente, cuando el Dominio Público Hidráulico lo permita, los taludes o pendientes
resultantes de la canalización deben ser suaves o tendidos, para facilitar su estabilidad y su
revegetación espontánea o con tierra vegetal reextendida, evitando descolgar ostensiblemente
la capa freática de las riberas.
Piscinas naturales. En el alzado de la base o azud de apoyo se deben distinguir tres secciones:
1) una no desmontable, la de estribos o defensa de las márgenes; y otras desmontables; 2)
la de caudales ordinarios, 3) y la de estiaje o cauce inscrito. Esta última debe asegurar la
continuidad para el paso de peces (como orden de magnitud orientativo serían 25-50 cm de
calado y velocidades de corriente no superiores a 1m/s en época de desove) al quedar su cota
por debajo o rasante a la de lecho natural. El azud no debe emplearse o sumarse a una zona
de rápidos o salto ya existente que amplifique los efectos de erosión y barrera aguas abajo
del mismo.
Charcas. Las charcas con uso abrevadero, riego o incendios pueden convertirse en
reservorios involuntarios de peces no autóctonos de carácter invasor (percasoles y peces
gato fundamentalmente). Para evitar repoblaciones involuntarias de estas especies, desde
las charcas hacia los arroyos o ríos próximos situados aguas abajo, por extravasamiento de
las aguas en época de lluvias, conviene que las charcas o balsas cuenten con dispositivos de
vaciado que permitan eliminar mediante secado completo las especies invasoras. Sin costes
energéticos, en las charcas de muro (donde el nivel más bajo de las aguas queda normalmente
por encima de la rasante del terreno), el dispositivo de mayor eficiencia es la instalación de
un desagüe de fondo durante la construcción de la charca. Sin desagüe de fondo cabe la
utilización de un sifón invertido, viable aproximadamente hasta los 5 m de profundidad. Los
costes por combustible de los bombeos con motor, tanto en las charcas de muro como en las
de gua (única alternativa), limitan la viabilidad de esta opción.
Abastecimiento y riegos. En los planes de abastecimiento y regadíos, se debe preservar la
calidad de las aguas superficiales, evaluando previamente las alternativas que constituyan
una opción medioambiental significativamente mejor a partir de aguas muy modificadas o
aguas artificiales ya existentes. En cualquier caso, deberían proscribir nuevas derivaciones a
partir de aguas corrientes en los meses de caudales bajos (junio, julio, agosto y septiembre)
de carácter limitante en los ecosistemas fluviales, garantizando los usos consuntivos en esa
época a partir de los volúmenes almacenados durante el periodo de caudales altos.
Tratamiento de aguas residuales. Análogamente al equipamiento urbano previo (viales,
alumbrado, abastecimiento...) las ampliaciones de suelo urbano deben precederse de un